Hace varios años y miles de kilómetros atrás, que diferentes profesionales con quienes he tenido el privilegio de trabajar han descrito mi trabajo, pero ninguno hace descripciones parecidas al otro, cada cual describe aspectos que pudo captar desde sus circunstancias.
A la vez siento que no es fácil mostrar todo el espectro de aplicación a cada persona, por razones de tiempo, entorno, variedad de condiciones, etc. De modo que los testimonios y experiencias parecen fragmentos de un todo, un todo que está ahí, exteriorizándose en función de las circunstancias, que varían lo suficiente como para hacer diferente las técnicas aplicadas.
Incluso para mí personalmente ha sido difícil buscar la definición que me permita describir el factor común de mi trabajo con caballos y jinetes, describir el cómo y por que vengo consiguiendo repetidamente logros con algunos de los mejores jinetes y entrenadores de Chile, Brasil y también profesionales en Estados Unidos.
Es difícil traspasar el mensaje exacto a un jinete que tienes en frente y a un caballo que estas montando, entonces ¿Sera difícil traspasar el mensaje exacto a muchas personas a través de un breve artículo escrito?
Buscando atenuar la diferencia entre lo que transmito a un jinete que esta frente a mí, a un caballo que estoy montando y a un lector de mis artículos, he buscado incesantemente las definiciones que mejor encajen con la supuesta realidad o verdad detrás de los resultados.
En consecuencia, no me deja satisfecho las descripciones que sugieren tomar las riendas o soltar las riendas, poner las espuelas o sacar las espuelas, es justamente ahí donde comienza a escabullirse la razón del éxito, en la forma, en el modo.
Cuando el éxito se busca o se explica a través de acciones físicas externas y se imita de ese modo, copiando tirones o alivios, copiando castigos o retribuciones, estas exactamente dejando escapar el verdadero protagonista del éxito, que es el espíritu o llámalo voluntad colaborativa del caballo.
Como tal, la voluntad colaborativa del caballo (o espíritu) se escapa de cualquier acción mecánica descrita en cualquier modo.
A través de los actos mecánicos puedes obtener respuestas mecánicas, puedes flectar el cuello del caballo, si eres mejor puedes flectar el dorso del caballo, puedes lograr que se detenga y si eres mejor puedes lograr que meta sus posteriores, pero si eso, todo eso, lo haces sin interés, participación y perfección del caballo, no habrá éxito.
Las acciones mecánicas fundamentalmente sirven para suprimir acciones y respuestas no deseadas en el caballo, pero es muy difícil desarrollar la voluntad del caballo a través de acciones mecánicas, no puedes apurar a una planta a florecer aunque la amenaces con cortar, así mismo, no puedes hacer del caballo tu aliado a menos que cultives su voluntad. Y la voluntad no se toca, ni se deja de tocar con riendas, espuelas o asiento.
Entonces ¿donde está esta voluntad? ¿Cómo la manipulo?
Siempre estas tocando la voluntad del caballo, a veces la haces crecer, o decrecer, también la puedes destruir. El espíritu del caballo o su voluntad colaborativa es un aspecto no tangible físicamente, que pareciera alojarse en diferentes lugares y casi siempre se escabulle de las ordenes mecánicas repetidas con poco tacto y percepción.
No es tan sutil tampoco, porque se manifiesta en los actos no deseados que hace el caballo, los pequeños, como arruinar una competencia o los graves como tirarse de espaldas.
Cada caballo tiene sus propios modos de chequear si el jinete está consciente del espíritu del caballo o no y el caballo en consecuencia, le retribuye según cada caso. Este es un punto interesante porque muchos jinetes están orgullosos de sus caballos pero cuando tú los montas usando percepción elevada ves que el caballo está entregando un 70% de lo que es capaz y estaba entregando solo lo estrictamente necesario para mantener a ese jinete conforme y pacífico.
Tenemos mucho por compartir en el futuro respecto a moldear positivamente la voluntad del caballo, pues para mi es prácticamente la única forma que uso para montar y como ya saben muchos lectores, tengo una gran ilusión de compartir mi enfoque con los demás, no es por el bien de los caballos simplemente, creo que es también por el bien de las personas.
Los caballos se encuentran bastante bien, ellos viven bajo las reglas de la naturaleza y no se ven afectados profundamente por nuestros errores, pero nosotros si nos vemos afectados claramente por los actos de los caballos, cada vez que nuestro caballo gana, nos sentimos en el cielo y cada vez que no quiere hacer las cosas bien, nos sentimos en el suelo y nos atacan miles de interrogantes e incertidumbre.
Entrenando con percepción elevada.
Uno de los primeros pasos para llegar más lejos en el entrenamiento del caballo y jinete es comprender que las acciones mecánicas por si solas, no tocan necesariamente de modo asertivo la voluntad del caballo, que es en definitiva la que da el OK al éxito.
Las acciones mecánicas, es decir, todo lo que hacemos al montar al caballo tienden a acotar el espacio en donde se desplaza la voluntad e independencia del caballo, en la medida que achicamos ese espacio moldeamos y acercamos al caballo a nuestro propósito.
Sin embargo hasta ahí, es solo eso, estrechar el cerco, es como dejar tirado tu teléfono celular dentro de la habitación, sabes que está ahí, no esta fuera de ahí, pero aun no está en tu mano. Mientras no esté en tu mano, no tienes teléfono, no puedes hablar.
La mayor eficacia se produce cuando te encuentras y sincronizas con la voluntad del caballo. Cuando logras que ese componente tan escurridizo comience a quedarse contigo y a responder a tus señales, comienzas un progreso de segunda generación.
Desarrolla tu percepción.
Para comenzar a desarrollar tu eficacia mas allá de donde has llegado y a la vez permitir la manifestación del potencial de tus caballos debes desarrollar tu percepción y tacto, más de lo que ya hayas hecho.
Entonces podemos preguntarnos ¿Qué percibir?
Casi todas las cosas que necesitamos percibir, son expresadas o manifestadas por el caballo a través de su cuerpo, pero no de forma burda como hacer una lista con el significado de las posiciones de orejas. El éxito, esta mas codificado, el caballo combina y re combina sus expresiones de modo que cada caso es bastante único.
Por una parte debes alinear una búsqueda de la perfección mental del caballo con una búsqueda de la perfección gimnastica, el caballo desvía a los jinetes con cualquiera de los dos caminos. Muchos jinetes se quedan pegados en un defecto gimnástico deportivo, porque creen que es lo máximo, en circunstancias que mirado con percepción elevada, no es lo máximo posible aun.
Por otra parte el caballo deja pegados en un nivel a muchos jinetes a través de desvíos de su posición o actitud mental, ejecutando acciones deportivamente aceptables, pero carentes de voluntad colaborativa. Es el tipo de casos en que el caballo de un día para otro, rechaza su deporte, porque por fuera parecía aceptarlo, pero por dentro no lo aceptaba.
Si observas estas últimas circunstancias con percepción elevada, debieses corregir oportunamente las sensaciones que llevaron a ese caballo al fracaso.
Pensamiento, palabra y acción.
Existe una norma espiritual que nos sugiere a los seres humanos ser consecuentes entre lo que sentimos, pensamos, hablamos y hacemos. Cosas como esta pueden parecer fuera de contexto, pero con los caballos es el comienzo del éxito.
Si logras que tu caballo sienta aceptación por los ejercicios, piense participativamente sobre los ejercicios, si permites que algunas de sus expresiones se manifiesten y las canalizas hacia el deporte y al fin tu caballo ejecuta correctamente los ejercicios estarás logrando un alineamiento entre las sensaciones más profundas e instintivas del caballo, seguido por incorporar algunas de sus manifestaciones poco perceptibles (equivalentes a nuestras palabras) y terminado por fusionarlo con sus acciones.
Invariablemente, las acciones correctas e incorrectas del caballo están guardadas en su memoria, por lo tanto debieses poner más cuidado y atención a los mecanismos que permiten escribir en la memoria de tu caballo, los cuales son mas específicos que meramente castigar y retribuir, no son tan simples y generales como dar una palmada en el cuello, que dicho sea de paso, no tiene sentido para el caballo.
Aunque algunos caballos saben que eso significa al menos que el jinete está mostrando la bandera blanca que implica no más ataques.
Muy pocos jinetes trabajan arduamente para aprender a grabar mensajes en la memoria del caballo, como dije antes, todos grabamos en la memoria de nuestros caballos, lo delicado es grabar lo mejor posible.
Para grabar eficientemente, es necesario percibir muy bien lo que el caballo está haciendo gimnásticamente o físicamente, pues si grabas posiciones incorrectas o desempeño deficiente, el caballo te entregara desempeño deficiente. En este sentido te recomiendo que estés muy seguro antes de suponer que tu caballo ha hecho el ejercicio perfectamente, debes ser capaz de perfeccionar tu percepción de las posiciones correctas del caballo.
Muchos jinetes trabajan conformes con los caballos en posiciones falsas, que parecen correctas pero son básicamente posiciones de bloqueo de las señales, es decir, el caballo está poniendo como una puerta de rechazo a las señales, sin traspasarlas al resto del cuerpo. Esto es fácil de apreciar en las falsas posiciones de cuello, diría que al menos el 60% de los caballos tiene posiciones de cuello que deja conforme a su jinete, pero para el caballo cumple además el propósito de bloquearse a la señal de la rienda, es decir, en vez de traspasar 100% de la señal de la rienda hacia el dorso y posteriores, traspasa 30% o nada.
El caballo aprende a mover su cuello como un elefante mueve su trompa, si desarrollas tu percepción podrás ver que el caballo desarrolla un punto en su cuello y una actitud e su mente, que determina cuanto acepta o no acepta de la rienda.
Por otra parte, debes desarrollar tu tacto, para no permitir el desarrollo de estas defensas y desbloquearlas si recibes caballos con estas adquiridas.
En qué orden proceder.
Para tocar la voluntad del caballo no hay ideas que sirvan en todos los casos y ¿Sabes porque?
Cuando aplicas la idea correcta, el caballo sabe que has tomado el control y esa idea te servirá hasta que el caballo descubra una nueva forma de ponerte fuera de control, entonces recuerda que no basta con saber y saber y saber, esto se trata además de percibir.
Si percibes sentirás hacia donde se escabulle la voluntad de tu caballo y sabrás donde estas permitiendo que se fugue el potencial. Esto es como que te entrenes para contener agua entre tus dedos, sin que las gotas te dejen las manos vacías.
Hay varias posibilidades de alinear el sentir, manifestar y actuar del caballo, que es la base del éxito. Lo que yo hago es comenzar por percibir las sensaciones e intenciones del caballo y trabajo en neutralizarlas y canalizarlas positivamente antes de concentrarme en pedirle el ejercicio deportivo que sabe.
No percibo las intenciones futuras de un caballo desconocido, percibo fundamentalmente los niveles de relajamiento, concentración y otros. Pero percibo y doy valor a las proposiciones en momento presente, a las más mínimas, como por ejemplo respuesta insuficiente a la rienda, rigidez aprendida del dorso, orientaciones dentro de la cancha, rigidez o sobre flexión de alguna parte de su cuerpo y muchas de ese tipo. Aunque al desarrollar la percepción comienzas a darte cuenta que existe un feeling que va más allá de las pautas de entrenamiento general.
Sintiendo al caballo
El caballo es bastante generoso en información una vez que mejoras tu percepción, puedes llegar a ver muchos indicadores del entrenamiento que no se leen comúnmente, dicho de otro modo, el caballo nos envía un torrente de información que los entrenadores normalmente no perciben y por lo tanto no aprovechan.
Algunos caballos comienzan la jornada de trabajo con leves signos de tensión, que no se les da importancia, pero si montas con percepción elevada y desbloqueas esa actitud, sentirás al caballo con renovada predisposición, es como si el caballo quisiera cerciorarse de esta con un compañero, no solo con un bulto en su espalda.
Los caballos parecieran proteger su voluntad y claro que es lógico, pero sentirlo es mejor aun, ellos no entregan según cálculos, ellos entregan según afinidad, cuando desarrollas afinidad vas ocupando nuevos bloques de disposición mayores, para pasar a las siguientes etapas te vuelven a pedir afinidad.
Algunas leyes.
Hay varias leyes que rigen el progreso de una memorización correcta, para diferentes defectos existen diferentes circunstancias desde las cuales es más efectivo emitir mensajes. En otras palabras es como estar en un campo de batalla y elegir la posición desde cual disparar, para cada objetivo debes elegir una posición especial más efectiva. Si permaneces en la ubicación incorrecta podrías no dar en el blanco jamás.
Por ejemplo muchos defectos que se manifiestan al galope, se solucionan mejor al paso y al trote. Algunos defectos que se manifiestan al estar montado se solucionan trabajando desde el piso. Y también hay casos en que un problema de giro a la izquierda se soluciona intercalando muchos giros en sentido contrario.
Este último ejemplo puede permitir alguna extensión y diferenciación entre trabajar el cuerpo y la mente del caballo; Cuando un giro a la izquierda esta defectuoso o imposible, lo mas lógico seria repetirlo muchas veces hacia la izquierda, eso implica suponer que amoldando el cuerpo del caballo para la izquierda se mejora el problema.
Sin embargo debes recordar que el caballo piensa y en ese cerebro esta alojándose el defecto, por lo tanto puedes probar con permitirle al caballo algunos desagradables giros a la derecha para que contraste con su preferencia a la izquierda, cuando el pueda comparar y percibir que la derecha puede ser mas desagradable, puede influir en el y aceptar la izquierda. Desde luego que hay muchas más variables.
Círculo virtuoso
Por alguna razón las cosas comienzan a sumarse y evolucionar positivamente, de hecho, el caballo pareciera sentirse más relajado cuando se le pide mayor perfección gimnastica y se le pide más sumisión, del modo correcto.
Los caballos maestros por ejemplo ofrecen pequeños jueguitos poco perceptibles antes de entregar lo mejor que son capaces, es nuevamente como si probaran la afinidad de quien los monta. De hecho, muchas veces que monto caballos maestros basta con percibir ese juego, revisar detalles de su proposición en términos de actitud, invitarlos a mejorar su flexibilidad de dorso para mantenerlos entretenidos y comienzan a entregar sin problema.
Es como desbloquear el centro de voluntad y conocimiento del caballo, desde donde sale todo el entrenamiento que está guardado.
Percibiendo la voluntad
En comienzo, podrás percibir los rasgos más manifiestos, pero si te concentras en eso comenzaras a percibir aspectos más sutiles. Percibir significa captar la información que te proporciona el caballo, luego debes desarrollar el tacto que te permita responder con efectividad los mensajes que el caballo envía.
Una vez que captas los mensajes del caballo y tienes control sobre tus mensajes debes comenzar a comprender cuales son las reglas que rigen las proposiciones del caballo y como ellos cambian de opinión.
Personalmente doy tanta importancia a equilibrar la voluntad del caballo como ha agregar nuevas o mejores desempeños, ambos son igual de interesantes.
Aun es frecuente encontrar jinetes ganadores que no comprenden el trabajo de hacerse Uno con el caballo, es así como no saben producir los caballos crack que necesitan, pues deben esperar a que otros entrenadores produzcan caballos sobresalientes. Esta característica se debe a que el jinete no ha recibido instrucción sobre como el caballo memoriza, fija sus preferencias, mantiene en alto su concentración y espíritu.
Muchos jinetes aun compiten e incluso ganan competencias montando versus el caballo, es decir librando un grado de batalla contra su caballo y el caballo librando batalla en contra del jinete, así y todo, aun se logran triunfos. Pero esa es una cosecha costosa, no corresponde a la forma de producir ejemplares de calidad que den reputación a sus respectivos criadores, países, deportes y jinetes.
Por lo más sagrado les digo que caballos que soporten el rigor de la alta competencia, se hacen forjándoles un espíritu solido y gimnasias correctas. Aún, no hay suficientes jinetes formadores para la cantidad de caballos que necesitan formación, los caballos llegan a manos del los jinetes a ser exigidos más que a ser fortalecidos.
No puedo sugerir que cambien el balance actual entre caballos nacidos y caballos fracasados en todo el mundo, porque eso es responsabilidad de cada cual, pero si sugiero que quien desee destacarse y permanecer, creando futuro para sí mismo, para sus caballos, para su entorno, comience a explorar y explotar el magnífico computador que el caballo tiene en su corazón, el espíritu del caballo, ese es el mejor componente que un entrenador debe moldear.