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El amanse previo del caballo. Requisito fundamental para herrar sin riesgo

Publicado: 3 de diciembre de 2008
Por: Daniel Anz
Durante su trabajo cotidiano, el herrador suele enfrentarse a animales que no han sido amansados correctamente. Bien es sabido que el trabajo del herrador es herrar, y no amansar. Pero existe una gran variedad de situaciones donde contar con conocimientos sobre amanse ayuda a disminuir los riesgos que tantos accidentes suelen ocasionar. Patadas, mordiscos, espantadas repentinas, falta de confianza en el herrador, intenciones de escapes, miedo, etc. Todas, actitudes que ponen en riesgo la integridad física de quien debe estar en íntimo contacto físico con el caballo.
Por lo tanto, tener en conocimiento algunas técnicas de amanse puede significar una gran diferencia entre trabajar tranquilo o bajo permanente estrés.
Todo comienza en el potrillo. Debido a que la mejor inversión que puede realizar un criador de caballos es comenzar a cuidar los pies de sus potrillos, el herrador se ve en la necesidad de aprender (y cada vez más) a tratar con estos caballos adolecentes.
Si bien los potrillos requieren de un trato más suave -de movimientos lentos, repletos de confianza por parte del herrador- por otro lado, se cuenta con la ventaja de que el carácter del potrillo se encuentra abierto, es decir, todavía maleable.
Un caballo adulto, con el carácter ya formado, necesita de un trato adaptado a ese carácter específico, en cambio, un potrillo, es todavía manejable y asumirá el aprendizaje de una manera más directa.
Son innumerables las técnicas de sujeción o métodos para que el animal permanezca inmóvil, y muchas de ellas requieren de cierta violencia o de sistemas que inmovilizan por dolor. Son sólo útiles a corto plazo y nunca dejan de causar efectos secundarios en la conducta del animal.
Lo que se busca es un método que permita al animal aprender por voluntad propia. Se debe llegar a la raíz de lo que luego concluirá en una gran confianza hacia el herrador. Y es esto la base de un buen amanse: confianza plena hacia quien será el nuevo maestro o líder.

El amanse previo del caballo. Requisito fundamental para herrar sin riesgo - Image 1

Trabajar desde la raíz de la conducta del animal, sea potrillo o caballo adulto, es comenzar por otorgar el liderazgo a quien será el nuevo maestro.
Cuando intentamos tomar la mano o pata de un potrillo, o de un caballo que está acostumbrado a ser él quien marca el ritmo de aprendizaje, nos enfrentamos a una situación donde nosotros somos los alumnos y el caballo es quien nos pretende enseñar qué debe hacerse y qué no debe hacerse. Es el potrillo o caballo que nos enseña a que la mano no debe tocarse, a que la pata no debe levantarse, a que él no debe estar sujeto a algo, etc.
Entonces, cuando el herrador pretende enseñar desde la posición de alumno, es cuando se produce una reacción negativa por parte de ambos: Ambos son alumnos pero, a su vez, ambos desean ser el maestro. Normalmente, se concluye en una enseñanza a través de la violencia.
Un acertado dicho dice, "acabando la habilidad comienza la violencia".
Pues entonces, habrá que recurrir a la habilidad y aprender la forma de traspasar el liderazgo desde el caballo hacia el herrador, con el objetivo de enseñar desde la posición de maestros.
Al comenzar a trabajar con un potrillo, debemos establecer nuestro liderazgo sobre él. Debido a que, por naturaleza, el caballo común confía y, en cierta forma, se somete al líder de la manada, el herrador debe considerar esta conducta natural en beneficio de una enseñanza basada en la confianza. El potrillo debe confiar en el herrador, y lo hará si el herrador cuenta con aptitudes de líder.

El amanse previo del caballo. Requisito fundamental para herrar sin riesgo - Image 2
Cabe mencionar que de nada sirve pretender ser el líder para poder castigar desmedidamente al animal desde una posición, jerárquicamente, superior. No debe confundirse liderar por confianza mutua a liderar sólo por sometimiento.
Para traspasar el liderazgo desde el potrillo o caballo hacia el herrador, previamente, se debe generar en el animal la duda que le hará preguntarse ¿quién, finalmente, es el verdadero líder, yo como potrillo o él como herrador? Para generar esta pregunta en el animal, se debe ejercer cierta presión psicológica. Y para llegar a este punto, previamente, el herrador deberá posicionarse como un individuo de mayor fortaleza de carácter.
Lo hará obligando al caballo a realizar algo que naturalmente no hace. Debido a que los caballos no caminan hacia atrás de forma natural y voluntaria, el herrador puede aprovechar esta condición con el fin de posicionarse sin recurrir a la violencia.
Presionando mediante el cabestro del bozal, hará caminar hacia atrás al potrillo hasta que éste ofrezca cierta resistencia. Durante este acto, el herrador permanecerá en contacto físico con el animal, con el fin de demostrar que no hay actitud de agresión física. Lo empujará hacia atrás ejerciendo presión mediante el cabestro y su hombro.
Cuando ambos se hayan detenido, el herrador, con posición erguida, casi altanera, permanecerá junto al potrillo, sin mirarlo a los ojos pero sí atento a los movimientos del hocico, ojos, cuello y orejas. Y permanecerá junto a él hasta que el potrillo acepte el reto, hasta que ceda parte de su liderazgo.
Habrá aceptado la derrota psicológica mediante movimientos con la boca, semejantes a mascar, indicadores de relajación. Es hasta este momento que se le habrá ejercido al animal la mayor presión psicológica. Los potrillos o caballos de carácter fuerte, suelen demorar varios minutos en ceder el liderazgo. Se muestran nerviosos y buscan cualquier excusa con tal de no ceder el liderazgo, como comer pasto, torcer el cuello, dirigir la vista hacia un lado y otro, pretender irse, bajar y subir la cabeza nerviosamente, mover las orejas, etc. Pero cuando lo han cedido, habrán entregado al herrador gran parte de sí mismos, algo valiosísimo, el haber aceptado "estoy de acuerdo, tu mandas".
Ni bien el potrillo o caballo manifiesta su aceptación mediante movimientos de relajación con la boca, el herrador cambiará a adoptar una actitud relajada, deberá deshacer su posición erguida y altanera y concederá al animal el placer de no recibir más presión psicológica. Al mismo tiempo, dará la espalda al animal y regresará caminando, lentamente y relajado, al espacio establecido para trabajar.
El mostrar la espalda significa que no habrá más presión, significa "aceptas que yo mande, entonces no te presionaré más"
En este momento, si el potrillo ha cedido realmente su liderazgo, caminará tras el herrador sin necesidad de que éste deba ejercer presión desde el cabestro.

El amanse previo del caballo. Requisito fundamental para herrar sin riesgo - Image 3
De nada sirve hacer caminar al caballo hacia atrás sin permitir o esperar a que este acepte el reto de ceder el liderazgo. Cuando no se cumple con esta etapa, el caballo siempre permanecerá con la posición de maestro.
Tanto en potrillos como en caballos adultos, el adueñarse del liderazgo, es una técnica que permite al herrador asegurarse de que el animal ya no responderá con actitudes agresivas. Esto es debido a que al líder de la manada, naturalmente, no se lo agrede, el caballo común no cuenta con ese permiso.
Esta primera etapa de traspaso de liderazgo es la etapa previa al acostumbramiento, ya que luego el animal deberá acostumbrarse a que se le tomen las manos y las patas, a permanecer en tres patas, a la molestia que causa el herraje, al contacto físico directo por parte del herrador, etc. Esto quiere decir que el verdadero amanse comienza luego de haber traspasado el liderazgo del potrillo o caballo hacia el herrador.
No obstante, hay que considerar que muchos caballos, sobre todo adultos y de carácter fuerte o acostumbrados a ser los líderes, en variadas oportunidades intentarán recuperar el liderazgo, y esto puede llevar a situaciones de riesgo que expongan al herrador a posibles accidentes o reacciones imprevistas por parte del animal. Con el tiempo, el herrador aprenderá a detectar los diferentes caracteres de cada caballo individuo.

El amanse previo del caballo. Requisito fundamental para herrar sin riesgo - Image 4
El trabajar con caballos mansos permite al herrador disminuir los riesgos por accidentes, pero además, le posibilita realizar un trabajo correcto, con plena libertad de concentrar sus manos y mente en su verdadero trabajo, el de otorgar al animal el beneficio de contar con pies bien aplomados o con una herradura que le signifique confort al moverse o permanecer en estación.
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Daniel Anz
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Daniel Anz
31 de diciembre de 2008
Estimado Leonardo Sáenz L. Personalmente, no aplico grasas o ungüentos. Debido a que el herrador que vende su servicio no ve al caballo todos los dias, sólo cada 30 ó 45 días, no es posible hacer un seguimiento mediante estos productos. De todas formas, no suelo recomendarlos, ya que tienden a ablandar demasiado el casco y a permitir que la suciedad del piso se adhiera a ellos. Un casco blando para nosotros, es demasiado blando para el caballo. A los cascos hay que nutrirlos a través del aparato digestivo del caballo, mediante los suplementos nutricionales correspondientes. Pero esto es sólo una apreciación personal, ya que sé que existe una sola receta buena de ungüentos y cada persona suele tenerla. Hay quienes los utilizan para fines puntuales con buenos resultados y hay quienes sólo los utilizan por cumplir con una costumbre. En este último caso, quizá, sólo habría que probar qué ocurre con los cascos si no aplicamos nada. Y nos concentramos en los cascos que, realmente, necesitan un cuidado especial, pero aportando al caballo los nutrientes necesarios por boca y no directamente sobre el casco. Considero que si el casco se encuentra limpio y lejos de agentes que faciliten la proliferación de gérmenes, es suficiente para mantenerlo sano. El resto se cumplirá mediante una correcta alimentación del caballo. Le envío un cordial saludo. Daniel Anz
Daniel Anz
31 de diciembre de 2008
Muchas gracias a todos, espero que el aporte sea de utilidad. Es una técnica que estoy aplicando desde hace pocos años, pero con muy buenos resultados. No es un descubrimiento mío, sólo un rejunte de diversos métodos de amanse que procuro aplicar en el oficio de herrador. El aporte de Jogar Fino me parece muy valioso porque los resultados de los tranquilizantes son muy buenos, no afectando al caballo. También he escuchado que el caballo se va amansando, por esa razón, algunos la llaman doma química. Personalmente, utilizo el sedante cuando no dispongo de espacio físico para realizar el cambio de liderazgo, y lo hago aplicar por un médico veterinario o responsable. Al trabajar en el cambio de liderazgo, es importante contar con buen espacio y piso de tierra. Los espacios reducidos y los pisos resbaladizos no ayudan a cumplir con los objetivos. Cuando no se cuenta con estas condiciones, también considero que los sedantes son muy útiles. En determinados casos puntuales utilizo el bozalejo de cadena y en otros opto por realizar un amanse relacionado con el liderazgo. La realidad es que intento reemplazar, cada vez más, el bozalejo de cadena. Lo que sí he dejado de lado, son los métodos violentos como el acial, los golpes desmedidos y los castigos que no ayudan más que a empeorar las cosas, como comenta el Sr. Gabriel Medina Olivera sobre su herrador. Hoy contamos con muchos y muy buenos domadores, por lo tanto, hay mayores facilidades para adquirir los conocimientos necesarios, dejando de lado estos métodos nocivos. En realidad, debí publicar el artículo con una secuencia de fotos, mostrando toda la técnica, pero espero hacerlo pronto mediante un vídeo, a través de este mismo medio. Un cordial saludo Daniel Anz
Juan C. Gómez
27 de febrero de 2009
ESTIMADO SEÑOR DANIEL. ME HA COMPLACIDO LEER SU ARTICULO RELACIONADO CON LA ACTITUD DEL HERRDOR HACIA EL CABALLO , LO QUE USTED LLAMA, LA ENTREGA DEL LIDERAZGO. AUNQUE MI PROFESION NO LA HE DIRIGIDO DE MANERA PUNTUAL A LA PODOLOGIA EQUINA, NO SOLO ES EN ESTE AMBIENTE DONDE SE NECESITA DE UNA INTERACCIÓN ARMONICA CABALLO-HOMBRE, Y SUS PAUTAS Y EL EJERCICIO DE TRANSMISIÓN DEL LIDERAZGO SER´N ALGO QUE PNDRE EN PRACTICA EN MI VIDA PROFESIONAL, PUES ME DESEMPEÑO CON PEQUEÑOS Y MEDIANOS PRODUTORES, Y LA CLINICA EQUINA ES FRECUENTE EN ESTA ACTIVIDAD. ESPERO SEGUIR LEYENDO SUS ARTICULOS Y QUE IGAN IENDO IGUAL DE ENRIQUECEDORES. QUE DIOS LE BENDIGA
Cesar Augusto Valencia Carvajal
Cesar Augusto Valencia Carvajal
14 de enero de 2009
Muchas gracias señor Anz, como siempre sus enseñanzas son muy valiosaas.
José González Flórez
11 de enero de 2009
Apreciado Daniel, tus artículos tanto para profesionales como para novatos son de gran altura académica y deliciosa lectura. Saludos y un buen año. José González F.
Olaguer Quintero
Olaguer Quintero
7 de enero de 2009
buenos dias a todos, buenos dias Daniel. quisiera agradecerte por publicar este excelente articulo, el cual es muy ilustrtivo y de gran ayuda para todos nosotros. saludos desde Mexico.
Julio Espinosa Toledo
6 de enero de 2009
Aquí en mi valle nosotros amansamos a los potros para el herrado inmediatamente después de haberlo amansado para la monta, y no al revés ya que resulta sumamente peligroso y hasta mortal Una vez que el potro consciente la monta, entonces procedemos a levantarle las manos para irlo acostumbrando cuando ya no hace extraños, le limpiamos los cascos de las manos y así se acostumbra al golpe sobre el casco. Despues hacemos lo mismo con las patas y sus respectivos cascos, de tal manera que lo preparamos para el herrado sin tanto riesgo. Los caballos criollos son más ariscos que los caballos cuarto de milla o purasangre, por lo que debemos tener más cuidado con aquellos caballos, pues éstos últimos son más nobles. Una vez que se han herrado varias veces, los caballos sienten el beneficio del herrado y realmente hasta cooperan para herrarlos. Realmente les gusta andar herrados, y no despiados como aquí decimos. Saludos y felicitaciones. Mucha salud para el 2009, y disfrutemos a nuestros caballos.
Henry Alvarez
6 de enero de 2009
Excelente articulo muy ilustrativo y de mucha ayuda
Alvaro Urzola Restom
Alvaro Urzola Restom
4 de enero de 2009
dr Alvaro Urzola Restom medico cirujano colombia cordial saludo daniel y muy buena suerte para este año,tus comentarios al respecto son muy acertados .comentaba en otro foro que el caballo no solo se debe amansar para montarlo si no para todo proceder relacionado con el.nosotros apartir de los 6 meses de edad empesamos con el herrero a trabajar sus cascois corrijiendo a temprana edad los desaplomos.ademas nos acercamos al potro recien nacido para manosearlo(IMPRINTING).EN algunos casos utilizamos y muy raro sedantes. fuente de consulta 35 años dsedicados a la reproduccion del caballo de paso. saludos
Fabricio Mercado
4 de enero de 2009
Daniel y otros foristas FELIZ 2009 PARA TODOS.Respecto a lo comentado en el amanse previo del potrillo antes del herrado, creo que no solo es para el herrado en si, si no que la doma de abajo es la mitad de la doma de un futuro caballo. Me parece bien la aplicacion de metodos sin violoncia, ya que de esa forma ademas de lo antes enunciado evitamos romper un potrillo antes de amansarlo, ya que de otra forma se aplican trabas, trabomes etc . Respecto a el manejo de potrillos en si, quisiere me comentes algo sobre el uso del bosalejo de cadena que voz aplicas, o crees que es demasiado pronto para usrlo y lo dejamos para caballos adultos. lo de caminar para atras lo aplique y me dio muy buen resultado. gracias por lo que nos enseñas. dr Fabricio Mercado Olta- La Rioja- Arg.
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