Caracterización del comportamiento sexual de los sementales de Pura Raza Española en monta natural dirigida
Publicado: 1 de enero de 2002
Por: Rodero, E., C. Fernández Barranquero, M. Anglada, M. Herrera (1), B. Alcaide, J. Cantarero (2) y J. R. B. Sereno (3-4)
Entre las frecuencias de los comportamientos controlados se podría decir que el cortejo sexual fue variado con 89 % de manifestaciones de olfateo de varias partes de la yegua, un 84 % de lamidas sobre el periné, de 1 a 4 mordidas tanto con los labios como con los dientes. Un 48 % de los caballos exhibieron flehmen, y el número medio de veces que este reflejo se repite durante el cortejo sexual fue de 1,71 (dt = 2,7 y ee = 0,32). Se controló también el número de montas sin erección (18 %); el número de elevaciones o impulsos fallidos (37 %); el nú mero de montas por el costado (14 %); la firmeza en el apoyo de las extremidades posteriores (44 % de los caballos pateaban); el grado de erección del pene en el primer salto (87 % plenamente erecto); la incidencia de la mordedura en la crin (53 %).
En el 97 % de las observaciones, la eyaculación se produjo en el primer salto. Se contabilizaron durante la eyaculación media de 6,6 sacudidas de la cola (dt=2,6 y ee =0,04), siendo muy manifiestas en un 25 % de los casos. El tiempo desde el inicio de la exploración de la yegua hasta que finaliza la eyaculación osciló entre 1 y 65 minutos con media de 10 m (dt = 16 y ee = 0,26).
En el comportamiento posmonta se observó que el 76 % de los sementales se mostraban tranquilos después del coito. De ellos, un 73 % tenían el pene flácido sin recoger, un 12 % que lo mantenía erecto y un 15 % lo tenían recogido.
Estos signos fueron calificados de favorables o desfavorables para el éxito de la monta dirigida y se plantea un procedimiento de valoración de la misma. Esta valoración coloca a la mayor parte de los sementales controlados como animales experimentados donde las dificultades para el servicio son mínimas y con elevadas manifestaciones de libido.
Introducción
En la actualidad los estudios de comportamiento animal están presentes en los proyectos de caracterización etnológica de los recursos genéticos animales, aportándonos nuevos conocimientos y peculiaridades y proporcionándonos importantes informaciones para los programas de manejo y bienestar animal. Las causas más comunes de comportamiento sexual anormal son el manejo inapropiado y la sobre utilización (Pickett y Voss, 1975).
La valoración reproductiva de los sementales pasa por la evaluación de su libido, de su capacidad para la monta y de la calidad del semen (Hurtgen, 1992). Según Wierzbowski (1978), se denomina libido a la motivación sexual de los sementales, caracterizada por una orientación hacia las hembras.
La libido de los sementales depende básicamente de la producción de testosterona por parte de los testículos y está en función de la edad, pero también se han encontrado diferencias entre razas (me nos libido en las razas denominadas de sangre fría y más para los de sangre caliente).
El nivel de actividad sexual es inherente a cada individuo y le está predeterminado aunque fluctúa estacional mente y depende de la experiencia y la edad de éste. Por otra parte, los semen tales aprenden con rapidez a responder sexualmente a los estímulos no sexuales asociados al apareamiento, es decir se produce un condicionamiento (Houpt y Wolski, 1982). Por ejemplo es signo de experiencia en el semental mostrar erección antes de llegar la yegua estimuladora. Estos animales reco nocen la rutina y los lugares asociados a la cubrición.
Este trabajo tiene como objetivo caracterizar el comportamiento sexual de sementales de Pura Raza Española (PRE) pertenecientes al Centro de Reproducción Equina y Remonta n° 3 ubicado en Sevilla.En este centro militar los caballos cubren a las yeguas en un patio localizado entre 80 y 120 de los boxes, por lo que los caballos han de realizar un recorrido en el cual pueden intuir su destino, pero no con seguridad, puesto que el principio del recorrido coincide con el que realizan para acceder a la zona de ejercicio y caminador, donde habitualmente se les ejercita. Es a partir del momento en que rebasan el caminador cuando se percatan de que van a cubrir, puesto que trabajamos con caballos todos ellos experimenta dos para la cubrición en este mismo sitio, en ningún momento se les lleva con los ojos tapados.
Material y Métodos
Los datos se obtuvieron de 89 cubriciones, realizadas por 25 sementales de Pura Raza Española pertenecientes al Centro de Reproducción Equina n° 3 en Sevilla durante las temporadas de 1998 y 1999, en la propia parada de este Centro.
Para controlar el comportamiento reproductivo de los sementales, éstos fueron sometidos a observación directa en las siguientes fases de la cubrición:
A la salida del box y durante la conducción hacia el patio de cubriciones; Durante la exploración de la yegua por parte del semental, una vez ha llegado hasta ella; y en la cubrición propiamente dicha.
Se realizó un estudio descriptivo del comportamiento sexual de los sementales en cada una de las fases estimándose las frecuencias de cada uno de los signos observados en las diferentes fases.
Los signos o tipos de comportamientos controlados en cada fase, han sido adaptados de los descritos por McDonnel (1986) y McDonnel y Diehl (1990), para el cortejo y cubrición, y de los descritos por SmithFunk y Crowell Davis (1992) como manifestaciones de agresividad y rechazo.
Estos signos fueron calificados de favorables o desfavorables para el Éxito de la monta dirigida. Se valoró a cada semental para esta aptitud contabilizan do el total de signos de uno u otro tipo que mostraba cada individuo. Se controló también el tiempo transcurrido desde la aproximación a la yegua hasta la eyaculación.
En todos los casos, los datos fueron recogidos en una encuesta codificada y tratados con posteriroridad en hoja de cálculo Excel para Windows.
Resultados y Discusión
Durante la Conducción
Se controló la facilidad de conducción en el momento de sacarlo del box, al discurrir por el pasillo de acceso a la pista de cubriciones y en el tramo que queda desde que puede ver a la yegua hasta que llega a ella. En el momento de pasar por el pasillo ya observamos algunos signos de libido en los sementales así un 30,96 % presentan erección, un 78,83 % tienen actitud engallada, el 10,79 % patean, un 55,27 % relinchan y 3,53 % están nerviosos (nos referimos al nerviosismo ante personas, ruidos y vehículos). Al ver a la yegua los caballos se sienten motivados por los estímulos que de ella proceden (visuales, olfativos, auditivos) e inician signos de cortejo (erección, engallado, escarbar, patear, babear, sacudir la cola) o por el contrario, reaccionan con rechazo ante lo que se le presenta, así hemos recogido datos de signos claros de agresión o rechazo tales como: orejas vueltas, amenazar con morder, morder, amenazar cocear, levantarse de manos, cuyos resultados se muestran en la tabla I.
Durante la Exploración
Encontramos una serie de actuaciones que tienen como finalidad para el caballo el percibir todos aquellos estímulos provenientes de la hembra que le permitan asegurarse del estado de receptividad y que por otra parte, refuerzan las respuestas reproductivas en ambos miembros de la pareja. Entre estas actividades incluiríamos: olfateos, seguidos o no de reflejo flehmen o del labio curvo (Stahlbaum y Houpt, 1989), lameteos, mordisqueos con los dientes o con los labios, vocalizaciones. En la tabla II, se puede observar como el componente principal dentro de los comportamientos de exploración lo constituyen los olfateos.
En un 55,42 % de los casos la erección del pene se produce en este momento y sólo en un 27,70 % se produjo pérdida de la erección durante este proceso. En un 10 % de las cubriciones el semental se distrajo di rigiendo su atención hacia el potro que les acompañaba. Las partes de la yegua olfateadas en mayor medida con aquellas que tienen mayor impregnación de orina, periné y pliegue de la babilla, incluso se detiene a oler la orina y heces en el suelo (figura 1).
Figura 1. Partes de la yegua olfateadas por el semental durante la exploración.
Cuando el semental mordisquea a la yegua, las zonas del cuerpo más mordidas fueron los flancos y la axila, seguidas en frecuencia por la babilla y la cruz. El número de veces que se intercambian mordisqueos en cada cubrición osciló entre 1 y 5.
Tabla II
Frecuencia de las manifestaciones de la conducta de los sementales durante la exploración.
*Referido sólo a erecciones producidas durante la exploración, no antes.
**Se refiere sólo a vocalizaciones de solicitación hacia la yegua y no a aquellas de amenaza o rechazo.
En un 52 % de los casos los se mentales realizaron el reflejo flehmen. El número medio de flehmen en aquellos sementales que lo realizan fue de 1,7 (dt=2,7 y ee=0,32), pudiendo encontrarnos con alguno que lo realizó hasta 14 veces.
La Cubrición
Se realizó sobre un suelo firme, sólo un 3 % de las cubriciones se llevaron a cabo sobre suelo mojado resbaladizo, así por lo general la inseguridad en los aplomos durante la monta habría que atribuirla al propio semental o a la yegua.
En esta fase se consideran como signos de animal experimentado y de buena libido los siguientes: firmeza de aplomos, correcta erección del pene, la mordida en la crín de la yegua, sacudidas de la cola durante la eyaculación, que pueda realizar más de una monta con eyaculación, que quede dispuesto para otra cópula a tenor de la erección prolongada.
Son signos de falta de interés o nerviosismo por parte del semental y por lo tanto signos que dificultan la cubrición: las montas sin penetración, las montas por el costado, las montas sin eyaculación, los saltos sin erección, el precisar ayuda para la penetración u otra labor.
Hemos valorado estos aspectos por separado para cada una de las cubriciones, resultados que mostramos en forma de tabla cruzada donde se observa que el PRE está dentro de la zona media para los signos favorables (tabla III).
Tabla III. Signos favorables y desfavorables exhibidos por los sementales durante la cubrición
Cabría pensar que el mejor caballo para la cubrición es el que mejor y más rápido la lleva a término, es decir, el que completa la penetración con eyaculación en el menor tiempo desde que es colocado frente a la yegua, pero con ello estamos olvidando que el fin último es que la yegua que de gestante, por lo que también habría que aprovechar el efecto que puede tener sobre la yegua un cierto tiempo de estimulación previa (Pickerel,1993) y que las yeguas muestran preferencias por aquellos sementales más estimuladores en cuanto a tiempo y signos de cortejo y exploración. Thomson et al. (1996) lo confirman y precisan que un periodo de 10 minutos de exposición del semental ante la yegua incrementa la cantidad total de esperma libre de gel sin que se vea afectada ni la concentración ni la motilidad espermática.
Se controló tambiÉn el tiempo transcurrido desde la aproximación a la yegua hasta la eyaculación, oscilando Éste entre 1 y 65 minutos con una media de 10 minutos (dt=0,16 y ee= 0,26). En este trabajo no se ha observado una clara correlación entre el tiempo transcurrido hasta la eyaculación y el valor obtenido para el comportamiento sexual (figura 2).
Figura 2. Relación entre la valoración del comportamiento del semental y el tiempo hasta la eyaculación
En conjunto, nuestra valoración coloca a la mayor parte de los anima les controlados como reproductores experimentados que muestran considerables manifestaciones de libido y dificultades mínimas para este ser vicio.
Agradecimientos
Este trabajo no hubiera sido posible sin la colaboración y ayuda desinteresa da de todo el personal del 3er Centro de Reproducción Equina y Remonta de ƒcija (Sevilla). Los autores quieren agradecerles el inestimable apoyo que les han prestado en todo momento.
Bibliografía
Houpt, K. and T.R. Wolski.1982. Sexual behavior, (Cap.4). En: Domestic animal behavior for veterinarians and animal scientists. University Press. 96151
Hurtgen, J.P. 1992. Evaluation of the stallion for breeding soundness. Vet. Clin. North Am. Equine Practice. McDonnell, S. 1986. Reproductive behaviour of the stallion. The veterinary clinics of north America. Equine Practice. Saunders Com pany. 2: 535555.
McDonnell Sue, M. and N.K. Diehl. 1990. Com puter assisted recording of live and videota ped horse behavior: reliability studies. Applied Animal Berhaviour Science, 27: 17. Pickerel, T.M., S.L. CrowellDawis, A.B. Caudle and D.Q. Estep. 1993. Sexual prefrence of mares (Equus caballus) for individual sta llions. Applied. Animal Behaviour Science,38: 113.
Pickett, B.W. and J.L. Voss. 1975. Abnormalities of mating behaviour in domestic satallions: J. Reprod. Fertil. Suppl., 23: 12934.
SmithFunk, E. Denise and S.L. CrowellDavis. 1992. Maternal behaviour of draft mares (Equus caballus) with mule foals (Equus asi nus x Equus caballus). Applied Animal Beha viour Science. Stahlabaum, CC. and KA. Houpt. 1989. The role of the Flehmen response in the behavioural repertoire of the stallion. Phisiol. Beba.
Thomson, Ch., D.L.Jr. Thompsom, L.A. Kincaid, and M.R. Nadal. 1996. Prolactin involvement with the increase in seminal volume after se xual stimulation in stallions. Journal Animal Science, 74: 246872.
Wierbowski, S. 1978. The sexual behaviour of experimentally underfed bulls. Appl. Anim. Ethol., 4: 5560.
1Departamento de Producción Animal. Universidad de Córdoba. 2Centro de Reproducción Equina y Remonta. Sevilla. España. 3Embrapa Pantanal. Corumbá, Brasil. 4Becario AECI.
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2 de marzo de 2021
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24 de noviembre de 2006
Hola Amigos , muy acertado, un muestreo de Calidad total los felicito, pero no se puede tomar como patrón ya que cada semental se comporta de acuerdo a su entorno, si este es reconocido por el Potro o de lo contrario tiene que empezar a saber a lo que va, no es lo mismo que en los Sementales salvajes del sur de Chile, donde el Potro dueño de su manada, con solo oler las orinas ya tiene encaminado sus siguientes pasos y además las yeguas que ya lo aceptan como su Semental, lo reciben casi sin ocasionarles ninguna dificultad.
Bueno detonas manera excelente artículo para ese criadero en cuestión.
Felicidades.
31 de agosto de 2006
Lo que he aprendido por experiencia es que un reproductor siempre debe conocer el sitio de monta, siempre en la misma parte para que el caballo sepa qué es lo que va a hacer, debe ser un sitio aparte de donde se ensilla, cuando él sale de su pesebrera, y es llevado hacia ese sitio, empieza su labor de acercamiento hacia la yegua, lo cual mejora tiempo, rigidez de su pene, él sabe lo que va a hacer; si lo ponen en diferentes sitios empieza por no saber si lo van a ensillar, a bañar, o qué van a hacer con él.
20 de julio de 2005
Este artículo es muy bueno pero cómo determinar si la yegua quedó preñada si no se cuenta con un potro.
4 de abril de 2005
Muy bueno su articulo, es de gran ayuda para personas con poca informacion sobre el comportamiento sexual de los equinos. Felicitaciones por tan buen articulo!