Gripe Aviar - Control de Seguridad Interior y Exterior

A raíz de los 222 brotes de Gripe Aviar presentados en los Estados Unidos afectando a numerosas empresas de diferentes especies de aves, situación que igualmente han vivido otras naciones de Asia, África y Europa, vale la pena recalcar la enorme importancia que adquiere para el momento actual y futuro el conocimiento, interpretación y aplicación permanente de lo que es la Bioseguridad.

Esta catástrofe con responsabilidad directa atribuida a las aves migratorias, puede ser repetitiva, en efecto toca tener en cuenta que durante los meses de Septiembre, Octubre y Noviembre de TODOS LOS AÑOS parten del Ártico para dirigirse hacia diferentes países del mundo en busca de alimento, en otras palabras estamos “ad portas” para que se inicie este recorrido.

Durante los meses de Febrero, Marzo y Abril de TODOS LOS AÑOS, cuando las aves migratorias por diferentes rutas, procedentes especialmente del Continente Asiático, regresan al Ártico para cumplir su función biológica de postura, cría y levante, pasarán de nuevo por las zonas geográficas en donde están localizadas las explotaciones avícolas. 

Su regreso y cruce por el territorio Americano lo hacen en un estado de debilidad que las obliga a hacer escalas de descanso y muchas de ellas mueren por dicha razón en pleno vuelo, significa lo anterior que es una época de gran riesgo y mayor peligro de contaminación ambiental, porque pueden traer nuevos subtipos de virus de alta patogenicidad.

Los funcionarios oficiales de la salud humana y animal de los Estados y Condados afectados en Norteamérica y los avicultores en general de los diferentes países del continente americano deberán estar preparados, alertas y vigilantes, para afrontar los nuevos brotes que pueden presentarse.

 

En pocos días las aves migratorias iniciarán su recorrido desde el ártico hacia otras regiones del mundo y cruzarán los cielos de norte américa de sur a norte por sus diferentes rutas llevando en sus cuerpos diferentes subtipos de virus de alta y baja patogenicidad. Dos circunstancias que vale la pena las autoridades sanitarias y los Industriales avícolas deben considerar que pueden alterar las rutas normales de migración: a) en el Oeste los grandes incendios forestales especialmente en los estados de California, Washington, Oregón e Idaho, b) en el Este la iniciación de la temporada de huracanes de los cuales se estima se presentarán unos once siendo Danny el primero del ciclo.

 

No puede desconocerse que en el territorio de los Estados Unidos está presente en el medio ambiente el virus de la Gripe Aviar con diferentes subtipos lo cual representa un riesgo actual y futuro para desencadenar nuevos brotes. Se considera que Estados Unidos, es el país del mundo con mayor número de cazadores, se calculan 14.5 millones repartidos en casi todos los Estados, de los cuales 3 millones se dedican a la caza de aves migratorias como tórtolas, becadas, aves acuáticas, patos, gansos, chukar, pardilla, colines, faisanes, perdices, codornices, tórtolas, palomas, entre otras.

Los cazadores para realizar dichas faenas están equipados con chaquetas, pantalones, cachuchas y botas, elementos que siempre terminan contaminados. El cazador después de finalizada su labor regresa feliz a su residencia con los trofeos conquistados.

Es posible que algunos de las ejemplares sean procesados para consumo personal o repartidos entre familiares y amigos. El perro, igual que su amo, termina por contacto directo impregnado de sangre, moco y materias fecales de aves migratorias, procedentes del Asia, portadoras de diferentes subtipos de virus de gripe aviar.

Seguramente muchas instalaciones avícolas de ponedoras, pollos de engorde y pavos de los Estados Unidos han sido sometidas a una rigurosa limpieza, desinfección y reformas estructurales para evitar la entrada de virus, en otras palabras se confía que existe la bioseguridad interior necesaria para recibir nuevos lotes de aves. A pesar de esto no hay que confiarse plenamente porque exteriormente el medio ambiente está contaminado y cualquier pequeña falla puede permitir que el virus sea introducido al interior de las instalaciones.

Pueden presentarse rebrotes días, meses o años más tarde en las mismas regiones con los mismos subtipos de virus o nuevas cepas de virus por mutaciones por lo cual siempre y en forma permanente debe considerarse que la Bioseguridad Interior debe ser complementada con una Bioseguridad Exterior.

La EXTERIOR, justamente la que debe evitar se presenten REBROTES, resulta indudablemente difícil de cumplir y garantizar porque debe abarcar muchos aspectos que se salen de las manos de los industriales y en otros porque las soluciones son a futuro. El considerar el entorno de las instalaciones, el área geográfica de las granjas vecinas, el hábitat de todas las personas que directa o indirectamente tienen relación con las aves alojadas, la movilidad humana y animal hasta el comportamiento individual de los industriales y técnicos en zonas de grandes concentraciones avícolas, así mismo tener en cuenta el papel que desempeñan los diferentes fenómenos naturales, hacen complicada este tipo de bioseguridad que no debe ser ignorada.

 

Por el Cambio Climático, a nivel mundial, diversos fenómenos naturales cada vez serán más frecuentes, intensos y peligrosos con altísimos riesgos debido a que en la gran mayoría de los casos se presentan en forma imprevista y para los cuales los Industriales no están preparados para su control por lo cual dejan grandes pérdidas económicas ya por destrucción de instalaciones o por la difusión de enfermedades.

Entre ellos quizá ocupa el primer lugar los relacionados con huracanes, vendavales, tornados, ciclones que producen verdaderas complicaciones en amplias regiones geográficas en donde existen grandes concentraciones avícolas y que a pesar de estar aisladas entre 10 a 20 kilómetros unas de otras, estos fenómenos las unen por lo que es imposible hablar de una separación y aislamiento total, además las unen la movilidad de diversos vehículos por las carreteras, la presencia de aves silvestres, roedores, insectos, aire, aguas comunales de ríos, quebradas, lagos, animales salvajes y domésticos.

 

Son varias las medidas que se tienen en cuenta como Bioseguridad exterior para minimizar los riesgos de difusión de agentes infecto contagiosos en zonas de alta concentración de explotaciones avícolas y entre ellas adquieren importancia:

Finalmente vale la pena que tanto los industriales avícolas, su personal, médicos veterinarios oficiales y particulares, sepan y comprendan varios interrogantes que explican cómo y porqué se presentan enfermedades: