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La enfermedad crónica respiratoria es todavía un problema importante de salud en la avicultura

Publicado: 6 de noviembre de 2012
Por: Ariel Ortiz Muñiz, José Ortega Sánchez de Tagle (Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, UNAM. México), Ernesto Soto Priante (Laboratorios Avimex, SA de CV. México) y Stanley Kleven (Department of Population Health College of Veterinary Medicine, University of Georgia, Athens. USA)
Introducción
Un problema importante de la industria avícola en todo el mundo son las infecciones por micoplasmas patógenos que causan perdidas importantes debido al aumento de los costos por la disminución en los parámetros de producción como consumo y conversión de alimento, ganancia de peso, menor producción de huevos, aumento en los costos de los tratamiento, las pérdidas causadas por la muerte de los animales y las mayores tasas de decomisos en los rastros. 
Las infecciones con Mycoplasma gallisepticum (MG) y Mycoplasma synoviae (MS) interactúan con otros agentes patógenos como los virus de la enfermedad de Newcastle, la bronquitis infecciosa e incluso de la Influenza aviar, así como con la Escherichia coli, produciendo la Enfermedad Respiratoria Crónica (ERC), lo que la hace más difícil de controlar debido a complicaciones con otros patógenos y factores de manejo (3, 4). En pollos de engorda los brotes aparecen generalmente entre las 3 y 4 semanas de edad, normalmente después de la vacunación con virus activo contra enfermedad de Newcastle o la bronquitis infecciosa, o por infecciones de campo con virus de la influenza aviar de baja patogenicidad. 
También influyen la presencia de enfermedades inmunosupresores y las micotoxinas presentes en el alimento. La gravedad del problema puede estar influenciada, además de las infecciones concomitantes por otros patógenos, por factores de manejo, entre los cuales podemos incluir el exceso de amoniaco o polvo en la atmósfera, hacinamiento, vacunaciones, corte de pico, deficiencias nutricionales, etc. Las interacciones de micoplasmas aviares con otros agentes infecciosos ya mencionadas y los factores ambientales son realmente graves en muchas áreas donde las buenas prácticas de manejo y bioseguridad no se aplican de manera eficiente (4).
Encuestas serológicas y de aislamiento indican que en México en granjas comerciales el MS es más frecuente (42%) que MG (9%), y en un estudio reciente en 600 ponedoras aparentemente sanas que representaron a 12 parvadas comerciales entre 20 y 80 semanas de edad, la tasa de aislamiento fue de 31,8% para Ms y 16,5% para MG. Aunque ya existía el reporte del aislamiento e identificación de MG y MS, recientemente fueron reportados  por primera vez en México la presencia de M. gallinaceum, M. gallinarum, M. pullorum y M. lipofaciens (6).

Etiología
Los micoplasmas pertenecen a la clase Mollicutes, orden Mycoplasmatales, Familia Mycoplasmatacea; son los organismos vivientes más pequeños, 0.2 – 0.5 micras de tamaño, pasan por los filtros bacterianos y no tiene pared celular, por lo que son muy frágiles y susceptibles al calor, frío, deshidratación y a los desinfectantes (3). 

Epidemiología
El agente causal entra a través del tracto respiratorio o vía embriones infectados (la yema del huevo se contamina por contacto con los sacos aéreos abdominales), hay difusión hematógena de la infección y el microorganismo tiene tropismo por los epitelios del aparato respiratorio, principalmente de los sacos aéreos y tráquea. La difusión de la infección puede ocurrir por los huevos infectados (transmisión vertical) en la forma descrita anteriormente o directamente de ave a ave por medio de polvo o aerosoles contaminados y probablemente en menor grado a través de fomites. La difusión de ave a ave dentro de la misma caseta es generalmente bastante rápida, pero las paredes forman barreras efectivas y de forma experimental se pueden mantener aves libres e infectadas en un mismo edificio en cuartos adyacentes sin que exista una infección cruzada, siempre y cuando se sigan las medidas higiénicas necesarias para entrar a los cuartos. De la misma forma, la difusión de parvada a parvada en una misma granja puede ser muy lenta o no ocurrir si se tienen las medidas higiénicas apropiadas y existe una separación de por lo menos 30m entre caseta y caseta (4).
El control de los micoplasmas patógenos aviares puede estar relacionado con uno de los siguientes enfoques: mantenimiento de los lotes libres de la infección, mediante el uso de la medicación o practicando la vacunación. El mantenimiento de los lotes libres de la infección con micoplasmas patógenos consiste en mantener las aves que se reciben procedentes de parvadas libres de micoplasma, en granjas de una sola edad practicando el sistema de manejo todos dentro todos fuera. Los aspectos necesarios de este programa consisten en mantener buena bioseguridad y un sistema efectivo de seguimiento y análisis de laboratorio. La medicación puede ser muy útil para prevenir los signos clínicos y las lesiones lo mismo que las pérdidas económicas, pero no puede usarse para eliminar la infección de un lote y no es una solución satisfactoria a largo plazo.
La vacunación contra MG y MS puede ser una solución útil a largo plazo en situaciones donde no es posible mantener los lotes de aves libre de micoplasma, especialmente en granjas de producción comercial de huevos que tienen múltiples edades y en donde cada vez más es necesario eliminar los antimicrobianos por una mejor inocuidad de los alimentos (4).

Signos
Los signos clínicos más comunes están asociados con un problema del aparato respiratorio e incluyen: tos, estornudo, estertores traqueo-bronquiales y respiración con el pico semi-abierto. Muchas veces hay exudado nasal que acompaña a la sinusitis y las plumas del ala frecuentemente están manchadas porque el ave trata de quitarse dicho exudado. Puede haber conjuntivitis con exudado espumoso en el ojo e inflamación de los senos infraorbitarios. El consumo de alimento se reduce y las aves pierden peso, por lo que la eficiencia en la conversión de alimento disminuye. En parvadas ponedoras hay pérdidas en la producción de huevo que puede llegar hasta 25 huevos por ave encasetada por ciclo.
Las parvadas pueden ser serológicamente positivas sin haber presentado signos aparentes principalmente en brotes en parvadas en desarrollo sin complicaciones. Frecuentemente los machos tienen signos más pronunciados y la enfermedad es más común durante el invierno.
 
Lesiones
Las lesiones macroscópicas del aparato respiratorio pueden ser desde muy leves e imperceptibles consistiendo únicamente de exudado seroso en senos, tráquea, bronquios y edema de los sacos aéreos, hasta exudado mucoso a mucopurulento y caseoso en los casos más avanzados o problemas complicados con otros patógenos, particularmente E. coli. En aves jóvenes criadas bajo condiciones de manejo deficientes pueden presentarse lesiones como pericarditis, perihepatitis y peritonitis caseosas, además de las lesiones en los sacos aéreos y senos, en este momento del problema esta condición es conocida como Enfermedad Crónica Respiratoria Complicada (3, 5). 

Diagnóstico
MG puede crecer en varios medios líquidos o sólidos suplementados con suero animal (10 –15%) y levadura, las cajas se incuban a 37 – 38°C durante 3 a 10 días, observándose colonias características en forma de huevo de 0.1mm de diámetro. Generalmente al medio se le adiciona penicilina o acetato de talio ya que el MG es resistente a estos y se evita la contaminación con otro tipo de bacterias (3). Si se aísla micoplasma, éste puede ser identificado por inmunofluorescencia, inhibición del crecimiento y PCR(6).
Las pruebas serológicas pueden ser también utilizadas para el diagnóstico, pero son de mucho valor sobre todo en los programas de erradicación de esta enfermedad. Debe recalcarse que los signos respiratorios y lesiones postmortem deben ser siempre acompañados del aislamiento del agente causal o pruebas serológicas positivas para poder dar un diagnóstico definitivo. Las pruebas de aglutinación en placa o en tubo y la prueba de inhibición de la hemoaglutinación son las pruebas más utilizadas en los programas de erradicación, pero es importante contar con un antígeno confiable de sensibilidad y especificidad conocidas. Estos procedimientos en combinación con medidas higiénicas y de vigilancia adecuadas sobre todo en pies de cría, progenitoras y reproductoras, han demostrado su efectividad para la erradicación de esta enfermedad en diferentes partes del mundo (1). 

Avances en los procedimientos de diagnóstico.
Una de las dificultades que se presenten en el diagnóstico de las infecciones por micoplasmas en aves, radica en el aislamiento y la identificación de estos microorganismos. Muy pocos laboratorios cuentan con la experiencia necesaria para llevar a cabo cultivos de micoplasma y, aún en los laboratorios donde se tiene dicha experiencia, se requiere ordinariamente de un mínimo de 1 a 4 semanas para lograr el aislamiento e identificación de MG o MS. Los desarrollos recientes en el campo de la biotecnología han permitido conocer varios procedimientos nuevos para la identificación rápida de los micoplasmas a partir de especímenes clínicos, como por ejemplo las sondas de ADN, o de tinción de especímenes de tejidos con inmunoperoxidasa. Ambos procedimientos funcionan bien, aún cuando han demostrado problemas de sensibilidad. Por ejemplo las sondas de ADN requieren aproximadamente 105 microorganismos para poder proporcionar una reacción positiva.
La sensibilidad de las reacciones de inmunoperoxidasa son similares. Recientemente se ha aplicado la tecnología de la reacción de la cadena de polimerasa (Polymerase Chain Reaction o PCR) a los micoplasmas aviares. Esta reacción implica la amplificación del ADN en los especímenes, mediante una reacción química generando así suficiente ADN, como para poder ser detectado mediante una sonda, o bien en un gel. La mezcla reactiva consta del espécimen, una enzima polimerasa “taq”, nucleótidos, los tampones (buffer) adecuados, y dos bases (primers) de oligonucleótidos que se unen de manera específica al ADN del espécimen.
La reacción sintetiza químicamente una cadena de ADN en la región comprendida entre las dos bases de oligonucleótidos. Después de algunas horas una pequeña cantidad de ADN procedente de tan solo un microorganismo del espécimen, se puede amplificar hasta lograr niveles fácilmente detectables y entonces puede ser identificado rápidamente mediante la utilización de una sonda específica. Mediante este procedimiento es posible identificar la presencia de MG o MS en materiales clínicos, de un día para otro. 
Diversos laboratorios han desarrollado reacciones de la cadena de polimerasa. Los laboratorios IDEXX han desarrollado un estuche (“kit”) comercial para la reacción en cadena de la polimerasa, para la identificación de MG. Nosotros hemos empleado este estuche con excelentes resultados. Ha sido posible detectar MG en improntas traquéales en 24 horas y el procedimiento es tan sensible como el cultivo.
La reacción tiene un alto grado de especificidad, por lo que no se considera que puedan existir problemas de resultados falsos positivos. Esta reacción de la cadena de polimerasa no resulta positiva con MS, ni con ningún otro virus o bacteria encontrados comúnmente. Sin embargo, la reacción es altamente sensible de tal manera que es necesario tener un cuidado extremo para evitar la contaminación de los especímenes con fragmentos de ADN que pudieran estar presentes en el laboratorio (es posible que reaccionen hasta micoplasmas muertos o fragmentos de ADN). Es necesario ser extremadamente precavidos respecto a la contaminación en el laboratorio debido a que es posible que ocurran reacciones positivas que confundan a la persona encargada de emitir el diagnóstico.
Además, se han desarrollado reacciones de PCR para M. synoviae, M. meleagridis y M. iowae. La reacción de la cadena de polimerasa tiene el potencial de reemplazar al cultivo de micoplasma, siendo un método rápido, sensible y específico para confirmar las reacciones serológicas de M. gallisepticum (3).
 
Control y Erradicación
Estrategias para reducir el impacto negativo de las infecciones por micoplasma en aves de corral comerciales incluyen, 1) la vigilancia y los programas de erradicación, 2) el uso de los antimicrobianos, y 3) vacunas (2,3). Se han encontrado una gran variedad de drogas y antibióticos útiles para el tratamiento de aves afectadas clínicamente y para reducir las pérdidas, pero frecuentemente no eliminan la infección en aves y huevos incubables.
Dentro de las más  comunes están el tartrato de tilosina, espectinomicina, lincomicina, espiramicina, eritromicina, gentamicina, tetraciclina y quinolonas, administradas ya sea en el agua de bebida alimento o vía parenteral. Es importante recordar que ocasionalmente se han reportado micoplasmas resistentes a los antibióticos y que no todos los antibióticos tienen efecto contra todos los micoplasmas. También se ha reportado la posibilidad de eliminar la infección de los huevos incubables y consecuentemente de la progenie mediante el tratamiento de las reproductoras con una quinolona (5). En dicho estudio efectuado para evaluar la eficacia de la enrofloxacina para la reducción de la transmisión de M. gallisepticum a través del huevo, se utilizaron cinco grupos de 20 gallinas Leghorn comerciales que se encontraban cercanas al pico de producción, y fueron desafiadas con M. gallisepticum y tratadas con enrofloxacina en el agua de bebida, de los 7 a los 11 días y de los 21 a los 25 días, o bien con lincomicina-espectinomicina durante los mismos días posdesafío, mientras que otro grupo permaneció sin tratamiento como control. Se llevaron registros de la producción de huevo, mismos que fueron incubados en su totalidad durante 18 días, momento en el cual se les practicó el cultivo encaminado a la detección de M. gallisepticum. 
Todos los grupos experimentaron bajas significativas en la producción de huevo, comenzando hacia la primera semana posterior al desafío, para volver a los niveles normales después de tres semanas aproximadamente. La medicación en agua produjo una recuperación más rápida de la producción de huevo(5). La enrofloxacina fue altamente efectiva en la reducción del nivel de transmisión a través del huevo, aún cuando pudo detectarse una pequeña cantidad de huevos infectados con M. gallisepticum dentro del grupo tratado con enrofloxacina. La combinación de lincomicina-espectinomicina logró también reducir en cierta medida la transmisión a través del huevo, pero no fue tan efectiva como la enrofloxacina. La mayor parte de la transmisión ocurrió antes de que la medicación en el agua pudiese haber producido efecto alguno y la transmisión vertical posterior puede haber sido el resultado de una reinfección procedente de los grupos adyacentes. Es posible que enrofloxacina y la combinación de lincomicina-espectinomicina hayan reducido el número de embriones muertos dentro del cascarón (5).
La inmersión de huevos en antibióticos de reconocida actividad contra micoplasma o el tratamiento con calor (45-46?C por 11-14 horas) son de gran ayuda para el control de la enfermedad (3). 

Vacunas para el control de Micoplasma gallisepticum. 
Durante muchos años ha estado disponible  una vacuna viva elaborada a base de M. gallisepticum (cepa F), para la prevención de pérdidas en la producción de huevo en granjas de ponedoras comerciales que albergan parvadas de edades múltiples. Esta vacuna ha sido aprobada por el departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) para ese sólo propósito, pero puede ser utilizada solamente en los estados de la unión americana  en donde se ha autorizado su aplicación. La cepa F se ha sido utilizada asimismo, bajo circunstancias limitadas, como vacuna para pollonas y reproductoras pesadas, destinadas a granjas infectadas con M. gallisepticum. Ha  resultado ser sumamente efectiva en la prevención de pérdidas en la postura pero es, hasta cierto grado, patógena, y existe riesgo de transmisión a los pavos o a las aves reproductoras, a partir de aves vacunadas. Así mismo, parece ser demasiado virulenta como vacuna en pollos de engorda(2). 
Actualmente se encuentran dos cepas adicionales de M. gallisepticum que se han utilizado como vacunas vivas, la cepa ts-11 fue ha sido desarrollada en Australia y utilizada durante muchos años a nivel mundial. Actualmente la producen los Laboratorios Merial/SELECT Inc, en los Estados Unidos. La cepa 6/85 de los laboratorios INTERVET Inc. ya está disponible para ponedoras comerciales en los Estados Unidos. Ambas cepas son apatógenas, generan una débil respuesta de anticuerpos y se difunden muy poco. Estas características pueden representar ventajas distintivas, desde el punto de vista de que son más seguras que la cepa F cuando se aplican a aves cercanas a otras parvadas. También, debido a que no son virulentas, probablemente tengan el potencial de ser utilizadas en pollos de engorda de un día de edad. Debido a las ventajas potenciales de las cepas vacunales apatógenas, se han llevado a cabo estudios para comparar su eficacia como vacunas, comparándolas con la cepa F y con una bacterina comercial sometidos a desafío. Las calificaciones de las lesiones en los sacos aéreos de las aves vacunados con la cepa ts-11, fueron significativamente inferiores a las de los grupos no vacunados y desafiados. 
Los resultados de estos estudios demuestran que las cepas ts-11 y 6/85 son en realidad suaves o apatógenas y, por lo tanto, muy seguras. Sin embargo, el nivel de protección que producen ante el desafío de campo parece ser inferior al obtenido con la cepa F disponible actualmente. (2, 4). Por lo que se refiere a M. synoviae, solamente existe una vacuna viva elaborada en Australia y corresponde a una cepa vacunal MS-H sometida a un proceso de mutagénesis química. Dicha vacuna induce una pobre respuesta serológica pero se puede reaislar a partir de la tráquea durante toda la vida de las aves. La vacuna se administra únicamente por vía ocular a partir de las 3 semanas de edad. En México se comercializa con el nombre de Vaxsafe* MS y ha resultado efectiva para desplazar a las cepas de campo, evitar la baja producción de huevo, la transmisión horizontal y vertical, y la baja fertilidad (6). 
Una vacuna recombinante contra la viruela  aviar que contiene y expresa las proteínas protectoras de MG ha sido introducida por el laboratorio CEVA Biomune. No se han publicado informes sobre su eficacia o seguridad. Sin embargo, tiene la ventaja de no introducir una vacuna viva de MG a la parvada. Dado que no se detectan anticuerpos circulantes después de la vacunación, una respuesta serológica sería un excelente indicador de la colonización de una cepa de campo (4). 
 
REFERENCIAS 
1. Avakian, A.P.; Kleven, S.H. and Glison, J.R. 1988. Evaluation of the Specificity and Sensitivity of two Comercial Enzyme-linked Inmunosorvent Assay Kit, the Sp Aglutination Test, and the Hemaglutination- Inhibition test for antibodies formed in response to Micoplasma gallisepticum, Avian Dis., 32:262- 272.
2. Cummings, T.S. and Kleven, S.H. 1986. Evaluation of Protection Against Mycoplama gallisepticum in Chickens Vaccinated with “F” strain, Avian Dis., 30:169-171. 
3. Ley, D.H. 2008. Mycoplasma gallisepticum Infection. In: Diseases of Poultry; YM Saif. 12th Edition, Blackwell Publishing, Ames, Iowa, USA, 
4. Kleven, S.H. 2009 Control of Avian Mycoplasma Infections in Commercial Poultry Avian Dis: 52: 3, 367–374. 
5. Ortiz, A., R. Froyman, and S.H. Kleven.1995. Evaluation of enrofloxacin against egg transmission of Mycoplasma gallisepticum. Avian Dis.39:830–836. 
6. Soto PE, Ortiz MA, Lemus FC. 2007. Identification of avian mycoplasmas from commercial chickens in Mexico. Proceedings of the 56th Western Poultry Disease Conference. USA.
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Autores:
Ariel Ortiz Muñiz
UNAM - Universidad Nacional Autónoma de México
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Dr. Ernesto Soto Priante
Laboratorio Avimex, S. A de C. V.
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Jose Ortega Sanchez de Tagle
UNAM - Universidad Nacional Autónoma de México
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Ariel Ortiz Muñiz
UNAM - Universidad Nacional Autónoma de México
23 de junio de 2014
Para Bosco Lenin, en México se utiliza con éxito la vacunación de las reproductoras con cepas sensibles a la Temperatura TS 11 o 6/85, aunque lo ideal sería la erradicación del M. gallisepticum de las progenitoras y reproductoras,
Antonio Duplat
Cobb-Vantress
23 de junio de 2014
Muy buenos días, excelente articulo, muy didáctico. Quisiera solo comentar nuestra experiencia en Venezuela, donde la preocupación principal es el MG, debido a las problemáticas que tienden a exacerbar nuestros problemas de Newcastle, o causar perdidas económicas o zootecnicas debido a reacciones post vacunales de alta intensidad en vacunas de Newcastle o Bronquitis. La medicación es una alternativa eficiente, pero en Venezuela genera costos muy altos. La vacunacion de las reproductoras con Cepa F tiene excelentes resultados, pero como muy bien dice el articulo, esta vacuna mantiene su patogenicidad, que no afecta generalmente a las reproductoras, y genera una excelente inmunidad, la problemática esta en la transferencia vertical de la cepa F a los pollitos, que varia de 1 a 3 %, porcentaje que ha demostrado ser suficiente para causar problemas, no tanto en signos clínicos, como si, en reacciones post vacunales adversas. Para esto, empresas de alta rotación agregan la utilización de una bacterina que disminuye de manera muy importante la transferencia vertical, y detiene completamente las reacciones post vacunales asociadas a micoplasma.
Ariel Ortiz Muñiz
UNAM - Universidad Nacional Autónoma de México
6 de abril de 2014

Puedes vacunar contra M. synoviae, que es el que probablemente este involucrado en tu granja (pero no es seguro). También puedes mantener las aves libres sin contaminarse con medidas de bioseguridad, sobre todo diferente trabajador psra las aves libres de micoplasmas.
De cualquier forma el problema no es tan grave como cuando llegan infectadas desde la incubadora. Suerte con tu próxima parvada: Ariel Ortiz

Ariel Ortiz Muñiz
UNAM - Universidad Nacional Autónoma de México
24 de marzo de 2014
Oswaldo, el problema de Mycoplasma si puede venir desde la incubadora (cuando las reproductoras están infectadas)Mycoplasma synoviae produce problemas respiratorios y después se aloja en articulaciones produciendo los problemas de patas que mencionas. Es importante verificar que tus pollitos estén libres de Mycoplasmas, aunque fueran más caros, pues el tratamiento de la enfermedad resulta muy costoso. Saludos: Ariel Ortiz
Marcelo César Ricci
9 de febrero de 2014
Hola Ermel La colistina es un antibiótico que tiene mínima absorción intestinal, y la tilosina es muy difícil que usada por vía oral alcance niveles tóxicos. Saludos
Ariel Ortiz Muñiz
UNAM - Universidad Nacional Autónoma de México
29 de agosto de 2013

Estimado Bosco, recuerda que la presentación de ésta enfermedad va a ser el resultado de la interacción de otras bacterias y virus, así como factores ambientales como temperatura, pureza del aire, ventilación, etc. También es muy importante el porcentaje de pollitos infectados por transmisión vertical y las vacunas de virus vivo que se utilicen. Todo esto va a influir en la presentación de la enfermedad en el campo.

Saludos: Ariel Ortiz

Bosco Quintero
Avicola Chong
23 de agosto de 2013
Buen día cada día Estimado Ariel y Ernesto Excelente articulo referente ha este agente tan importante, que experiencia tiene en el manejo de disparidad que manifiesta dicho agente, a nivel campo. Saludos
Marcelo César Ricci
6 de mayo de 2013

Hola Pablo, Las vacunas funcionan siempre y cuando se apliquen en forma correcta en aves libres de micoplasmas y que se mantengan libres al menos 4-5 semanas después de aplicadas.
Es importante para eso contar con una recría con buena bioseguridad, separada de la granja de producción, con personal exclusivo.
.
Saludos

Marcelo César Ricci
29 de abril de 2013
Pablo: En Argentina están disponibles las vacunas TS 11 contra MG y la vacuna Vaxsafe (MSH) para MS. Ambas vacunas las comercializa Merial y son vacunas congeladas. Saludos.
Norberto Matzer
Laboratorio Avicola Biovet (Guatemala)
24 de abril de 2013

Buen trabajo colegas. La apreciacion serológica que tenemos en Guaemala, coincide con los resultados obtenidos en su investigación. Es mayor la incidencia de M sinoviae que la de M gallisepticum. Se han usado las cepas vacunales F y la vacuna TS-11 y acutalmente en algunas empresas la vacuna Vax-Safe de M. sinoviae.

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