Promotores de crecimiento y terápicos de semillas en trigo

El fósforo es- indudablemente-  uno de los nutrientes más importantes y necesarios para la correcta nutrición vegetal. Basta con señalar que se requieren alrededor de 5 Kg. de fósforo como elemento para producir 1000 kilogramos de trigo, para darnos cuenta de su importancia a nivel productivo.

A los requerimientos propios del nutriente por parte de los cultivos de trigo, debemos sumar la poca movilidad y disponibilidad del mismo para las plantas. Consecuentemente, la búsqueda de microorganismos rizoféricos que incrementen la solubilización del fósforo del suelo y mejoren el desarrollo radicular, permite una mayor absorción de nutrientes y una mejor nutrición de las plantas.

Entre los organismos y microorganismos solubilizadores del fósforo del suelo podemos mencionar varios grupos como los hongos (Penicillium, Sclerotium y Fusarium) todos ellos con una gran capacidad solubilizadora; pero paralelamente con una gran potencialidad patogénica. Otro grupo de microorganismos solubilizadores es el de los Actinomicetes (Streptomices) que presentan como característica distintiva la producción de antibióticos y su difícil cultivo y multiplicación a nivel industrial. Finalmente encontramos numerosos grupos bacterianos y entre ellos el género Pseudomonassp que es el que ha manifestado mayor capacidad solubilizadora del mineral y mayor producción de fitohormonas que inducen a un gran desarrollo radicular.

Teniendo en cuenta lo anteriormente mencionado, Rizobacter Argentina desarrolló el inoculante líquido Rizofos Liq Trigo sobre la base de cepas específicas de la especie bacteriana Pseudomonas fluorecens. Esta formulación ha demostrado, bajo condiciones de laboratorio y de campo, importantes ventajas agronómicas tanto a nivel del estado fisiológico del cultivo,como a lo referente a  incrementos en el rendimiento.

I. Alta Capacidad de Solubilización del fósforo del suelo.

Esta alta capacidad solubilizadora es llevada adelante a través de diferentes estrategias, según se trate del fósforo orgánico o del fósforo inorgánico del suelo. En el primer caso las bacterias generan enzimas del tipo fosfatasa que hidrolizan los enlaces orgánicos fosfatados liberando aniones fosfato a la solución  del suelo de donde los microorganismos y las raíces de las plantas se nutren. En el caso del fósforo inorgánico su solubilización es lograda por las bacterias a través de la producción de ácidos orgánicos como el ácido glucónico que libera fosfatos y cationes de Ca⁺⁺, Fe⁺⁺ y Al⁺⁺ a la solución del suelo.

I. Alta Producción de Factores de Crecimiento Vegetal.:

La alta producción de hormonas de que son capaces las bacterias del género Pseudomonas sp permiten obtener un mayor desarrollo radicular que es conseguido a través de la acción específica de las auxinas que fundamentalmente inducen a la iniciación de las raíces y de los pelos absorbentes; de las giberelinas que actúan promoviendo el alargamiento de las células que componen la raíz y de las citoquininas que activan la división celular y retardan la senescencia radicular.

III. Producción de Antibióticos y Sideróforos.

El efecto antibiótico y sideróforo no siempre es visualizado en las plantas inoculadas. No obstante,  se mencionan reducciones de patógenos y mejor estado sanitario de las plantas tratadas con Rizofos Liq Trigo debido al efecto de control directo de los patógenos que se logra a través de los antibióticos, e indirecto a través del secuestro de sustancias nutritivas para los patógenos como es el hierro que realizan moléculas orgánicas del tipo de los sideróforos disminuyendo de esta forma la incidencia de enfermedades sobre las plantas.

Resultados de ensayos efectuados por nuestro Departamento de Desarrollo y por diferentes Organismos Oficiales demuestran beneficios productivos logrados con el inoculante Rizofos Liq Trigo:

Si hablamos de una  buena implantación del cultivo y control de las enfermedades que afectan a la semilla, es primordial hablar del uso de  terápicos de semillas. El tratamiento de la simiente con este tipo de productos es esencial, ya que  no sólo interviene en la eliminación de los patógenos que se encuentran sobre las semillas, sino que además las protege del ataque de aquellos que se encuentran en la zona de crecimiento y desarrollo radicular durante el periodo inicial de germinación-emergencia.

La disponibilidad del fósforo y sustancias estimuladoras del crecimiento que proporcionan los PGPR y la protección de hongos y enfermedades de los terápicos, fortalecen el grano de trigo desde los primeros estadíos.

Rizobacter propone el empleo de terápicos  que garanticen una mayor sanidad de la semilla. Escudo y Legión Pack como fungicidas, y Sembrador como insecticida, son las alternativas recomendadas.

Con respecto a Escudo, es importante destacar el amplio espectro de control que proporciona gracias a la combinación de Tebuconazole y el Thiram en su composición. El principio activo Tebuconazole tiene acción sistémica para el control de carbones y Fusarium. Por su parte, el  principio activo Thiram, tiene actividad de contacto reforzando el control sobre los patógenos externos, especialmente Fusarium. Escudo no sólo permite un buen establecimiento del cultivo y control de las enfermedades sino que además, no afecta el PG de las semillas ni se degrada durante el período de almacenamiento, presentando una alta compatibilidad con Pseudomonas fluorescens.

En este mismo orden, otro terápico que actúa como fungicida es Legión Pack, que a diferencia de Escudo, está compuesto por tres ingredientes activos (Triadimenol, Tebuconazole y Thiram), los cuales actúan en forma preventiva, curativa y erradicativa. La acción sistémica del producto absorbido por el sistema radicular, brinda una protección total durante los primeros estadios de desarrollo del cultivo. Legión Pack interviene para obtener un cultivo con mejores condiciones sanitarias, controlando aquellas enfermedades que desde la semilla son transmitidas a la parte aérea y a las estructuras reproductivas.

Sembrador, es un terápico que al combinar la acción de Imidacloprid y Tebuconazole, proporciona no solo el control de la aparición de enfermedades, sino que además protege a la semilla de ataques de los insectos del suelo, por lo tanto actúa como fungicida e insecticida. En contacto con el suelo Sembrador forma un anillo de protección en la rizósfera protegiendo a la semilla y a la plántula contra las enfermedades más comunes que afectan al trigo. El  prolongado efecto residual, permite que exista un  control directo desde el momento de la siembra, hasta treinta días posteriores de emergido el cultivo. Sembrador tiene control sobre el complejo de insectos tales como: gusano blanco, gusano alambre, pulgones (reemplazando las aplicaciones tempranas de insecticida foliares), gorgojo de trigo y complejo de gorgojos del suelo, asegurando un adecuado stand de plantas y una alta capacidad fotosintética del cultivo.