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Fertilización nitrogenada y fungicida en trigo

Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo

Publicado: 25 de octubre de 2010
Por: Ing. P.A. Matías Massa, Ing. en Producción Agropecuaria. Argentina
INTRODUCCIÓN
La producción de commodities actualmente enfrenta la exigencia de mayores rentabilidades. Existe una presión creciente por lograr una mayor eficiencia ya que los márgenes son cada vez menores. Es necesario producir más cantidad y calidad, y todo ello en los usuales escenarios de incertidumbre de clima, mercados, gobierno (aún más en Argentina), entre otros.

Se instaló por algún tiempo la idea, y aún permanece, de que no es posible producir trigos de alto rendimiento que no sean castigados por su baja calidad, ya sea por un bajo porcentaje de proteína como por otros factores, sobre todo con las actuales restricciones económicas que imponen los elevados precios de los fertilizantes.

Ante estos escenarios se hace indispensable tratar de lograr una mayor eficiencia en el uso de los fertilizantes, para de algún modo reducir los costos de implantación e incrementar el margen bruto. Y por otro lado buscar aquellas estrategias o manejos que permitan producir más cantidad y calidad. Al margen de que resulte bastante difícil obtener hoy en día en Argentina un sobreprecio razonable por calidad, que haga cerrar aún más la ecuación económica. No es una justificación válida para no investigar el tema, el hecho de que la comercialización de trigo en Argentina, ha estado ligada históricamente al concepto de "mezcla" y de "pérdida de identidad", ya que la realidad actual del mercado internacional no es la misma.

Se han producido profundos cambios principalmente desde el punto de vista de la demanda que han modificado las reglas de juego y establecido un nuevo escenario de comercialización mundial en el que la diferenciación de los trigos comienza a cumplir un rol fundamental. Por eso Argentina debe dejar de vender solamente trigo pan sin ningún tipo de diferenciación, digamos "clase única" y debe establecer un programa serio de identificación.

Por otra parte, la industria de los fertilizantes ha venido trabajando en los últimos 40 años y ha realizado importantes avances en la mejora tecnológica de los mismos. Estos esfuerzos se han focalizado principalmente en el nitrógeno (N) por tres razones: por ser el factor de manejo más importante en los rendimientos a escala global, por ser el de menor eficiencia relativa (entre el 30 y el 50 %), y por la necesidad ir hacia una agricultura sustentable sin poner en riesgo el ambiente.

Desde que se aplica un fertilizante nitrogenado al suelo hasta que los nutrientes son absorbidos por el cultivo pueden darse varios eventos de naturaleza biológica y fisico química que afectan su eficiencia de uso.

Cualquier fuente mineral de nitrógeno (N) aplicada al suelo será muy probablemente oxidada a nitrato (NO3-), forma como el cultivo absorberá en su mayor parte el N aplicado, independientemente de la fuente aportada. Los nutrientes aplicados están expuestos a interacciones químicas complejas y a una competencia entre la flora de microorganismos del suelo y las raíces de la planta.

Los procesos biológicos como la desnitrificación y la inmovilización reducirán la disponibilidad de los nutrientes para el cultivo. Así como también los procesos químicos y físicos como la fijación o la lixiviación y la volatilización. (Melgar, 2005)

En principio es posible aplicar dos conceptos básicos para mejorar la eficiencia de uso de los fertilizantes. Uno es utilizar fertilizantes diferentes, como los productos mejorados. El otro concepto es utilizar los fertilizantes solubles estándares de una mejor manera. Estas opciones pueden describirse entonces como fertilizantes mejorados y como fertilización mejorada (Melgar, 2005). Es decir que existen múltiples y diferentes configuraciones de modelos o estrategias de fertilización, algunas de las cuales sería interesante seguir analizando.

Además, la zona donde se llevó adelante este ensayo se caracteriza aún hoy por, más que limitantes tecnológicas, limitantes a la adopción de tecnología, como fue señalado en las jornadas de los grupos CREA (Latuf, 2001). La ansiedad por lograr resultados hace que se recurra a las técnicas más difundidas en otras zonas, sin profundizar en las tecnologías que las deben acompañar. Por ejemplo, si se incorpora la fertilización, se aplica el insumo sin una adecuada evaluación previa de la tecnología de su uso, simplemente por repetir experiencias. La falta de capacitación por parte de técnicos, empresarios y personal involucrado hace muy difícil modificar la secuencia de razonamientos al momento de la toma de decisiones. Además por ser la región mayoritariamente ganadera se manifiestan más evidentemente estas falencias. No obstante ello, se da la extrapolación de modelos agrícolas desde otras zonas sin su posterior control "in situ".

Por eso es de suma importancia para la zona la evaluación de diferentes estrategias de fertilización nitrogenada sobre un cultivo de trigo con fertilización fosforada de base, que sería lo más recomendado debido a los bajos niveles con que cuentan estos tipos de suelos, y en labranza convencional, que es el sistema más habitual de producción debido a las condiciones intrínsecas de éstos suelos.

REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

1. NITRÓGENO1
1.1. Aspectos generales.
El Nitrógeno (N) es uno de los elementos más ampliamente distribuidos en la naturaleza. Está presente en la atmósfera, litósfera e hidrósfera; pero es la atmósfera el mayor reservorio.
En el suelo hay sólo una pequeña parte del contenido en la litósfera, y de ésta una muy pequeña parte está directamente disponible para las plantas. Las formas de N disponible para los vegetales generalmente son la nítrica (ión nitrato, NO3-) y la amoniacal (ión amonio, NH4+). (Fuentes Yagüe, 1994)

1.2. Formas de Nitrógeno en el suelo.
La mayor parte del N en el suelo se encuentra en combinaciones orgánicas (85%-95%) como constituyente de la materia orgánica edáfica. Sólo una pequeña fracción se encuentra en combinaciones inorgánicas fundamentalmente como NH4+ en su forma
catiónica, y NO3- en su forma aniónica. (Darwich, 1989)

El N orgánico es de naturaleza química desconocida en gran parte, se forma a expensas de restos animales y vegetales, pero en su mayoría, es de naturaleza proteica.
Un 20%-40% del N edáfico está constituido por aminoácidos, como por ejemplo, lisina, alanita, isolenina, glicina, aspártico, treonina y otros. Existen también azúcares aminados, derivados en especial de la glucosa y la galactosa, mucopéptidos y algunas purinas y pirimidinas. Muchos de estos compuestos orgánicos al formar complejos con el material arcilloso se hacen más resistentes a la descomposición. (Tisdale y Nelson, 1991).

Esta reserva orgánica siguiendo la vía de la mineralización, que dada la naturaleza de los compuestos de N orgánicos es la proteólisis, se transforma en formas inorgánicas, fundamentalmente NH4+ (amonificación), NO2- y NO3- (nitrificación). Estas tres especies en general no superan el 2% del N total, de ahí la importancia del proceso de mineralización desde el punto de vista de nutrición vegetal. (Fuentes Yagüe, 1994) A través de procesos conocidos como desnitrificación y degradación de NO2-, pueden aparecer en formas gaseosas como N20 (óxido nitroso), NO (óxido nítrico), NO2 (dióxido de N). El NH3 constituye otra forma gaseosa del N edáfico cuando el pH es elevado y la condición es de sequedad. 

1.3. Ciclo del Nitrógeno.
El ciclo del nitrógeno es el conjunto de todos los factores físicos (abióticos) y los procesos biológicos que determinan las transformaciones, cambios, conversiones y suministro de este elemento a los seres vivos. Es uno de los importantes ciclos
biogeoquímicos en que se basa el equilibrio dinámico de composición de la biosfera. 

El nitrógeno se encuentra en el aire (en forma gaseosa) en grandes cantidades (78% en volumen) pero sólo pueden acceder a el en este estado un conjunto muy restringido de formas de vida, como las cianobacterias y las azotobacteriáceas. Los organismos autótrofos requieren por lo general que el nitrógeno (N) se halle en forma de ión nitrato (NO3-) para poder absorberlo; los heterótrofos necesitan el nitrógeno ya reducido, en forma de radicales amino (-NH2), y lo toman formando parte de la composición de distintas biomoléculas en sus alimentos. Los autótrofos reducen el nitrógeno oxidado que reciben como nitrato (NO3-) a grupos amino, reducidos (asimilación). Para volver  a contar con nitrato hace falta que los descomponedores lo extraigan de la biomasa dejándolo en la forma reducida de ion amonio (NH4+), proceso que se llama amonificación; y que luego el amonio sea oxidado a nitrato, proceso llamado nitrificación. Gracias a los múltiples procesos que conforman el ciclo del nitrógeno (N), todos los tipos metabólicos de organismos ven satisfecha su necesidad de nitrógeno. (VisionLearning) (Darwich, 1989)

Así parece que se cierra el ciclo biológico esencial. Pero el amonio (NH4+) y el nitrato (NO3-) son sustancias extremadamente solubles, que son arrastradas fácilmente por la escorrentía y la infiltración, lo que tiende a lavarlas. Al final todo el nitrógeno gaseoso de la atmósfera habría terminado, tras su conversión, disuelto en los océanos que serían ricos en nitrógeno, pero los continentes estarían prácticamente desprovistos de él. Todo esto sería así, si no existieran otros procesos simétricos, en los que está implicado el nitrógeno atmósférico (N2), como la desnitrificación, una forma de respiración anaerobia que devuelve N2 a la atmósfera. 
Ciclo del N en el sistema atmósfera-suelo-planta (fig.1) (Universidad de Navarra)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 1

1.4. La fijación de Nitrógeno.
La fijación de nitrógeno es la conversión del nitrógeno del aire (N2) a formas distintas susceptibles de incorporarse a la composición del suelo o de los seres vivos, como el ion amonio (NH4+) o los iones nitrito (NO2 -) o nitrato (NO3 -); y también su conversión a sustancias atmosféricas químicamente activas, como el dióxido de nitrógeno (NO2), que reaccionan fácilmente para originar alguna de las anteriores.
La fijación natural (o abiótica) puede ocurrir por procesos químicos espontáneos, como la oxidación que se produce por la acción de los rayos o descargas eléctricas, que forma óxidos de nitrógeno a partir del nitrógeno atmosférico, o debido a las devoluciones que hace bajo distintas formas la lluvia (en este caso no habría una conversión de nitrógeno gaseoso). Tanto Thompson (1965) como Tisdale (1991) citan cantidades muy pequeñas que pueden variar según las zo nas y rondan los 10 kgs/ha/año.

La fijación biológica de nitrógeno es un fenómeno que depende de la habilidad metabólica de unos pocos organismos, llamados diazótrofos, que tienen la habilidad de tomar N2  y reducirlo a nitrógeno orgánico: 

N2 + 8H+ + 8e- + 16 ATP → 2NH3 + H2 + 16ADP + 16 Pi

La fijación biológica la realizan tres grupos de microorganismos diazótrofos2: Bacterias gram-negativas de vida libre en el suelo, de géneros como Azotobacter, Klebsiella o Rhodospirillum.
Bacterias simbióticas de algunas plantas que viven generalmente en nódulos principalmente localizados en las raíces. Hay multitud de especies encuadradas en el género Rhizobium, que guardan una relación muy específica con el hospedador, de manera que cada especie alberga la suya.
Cianobacterias de vida libre o simbiótica. Las cianobacterias de vida libre son muy abundantes en el plancton marino y son los principales fijadores en el mar. Además hay casos de simbiosis, como el de la cianobacteria Anabaena en cavidades subestomáticas de helechos acuáticos del género Azolla, o el de algunas especies de Nostoc que crecen dentro de otras plantas.  La fijación biológica depende del complejo enzimático de la nitrogenasa.

1.5. Amonificación.
Si bien la materia orgánica edáfica es el principal reservorio de N del suelo, desde el punto de vista de la nutrición vegetal, debe mediar un proceso de transformación del N orgánico a inorgánico para que las plantas puedan utilizarlo como nutriente. El N orgánico se encuentra en el suelo fundamentalmente en forma de proteínas. (Teuscher y Adler, 1965)
La liberación del grupo amino a partir de las proteínas de la materia orgánica edáfica se denomina proteólisis3, cuyo esquema general es:

MO - N → R-NH2 + CO2 + subproductos + Energía

Los aminoácidos resultantes pueden ser inmovilizados por los microorganismos, ligados a las arcillas formando complejos órgano-minerales, incorporados al humus, utilizados en pequeñas proporciones por las plantas o seguir la vía de la mineralización generando NH3 por reducción; proceso llamado amonificación.

La amonificación es la conversión a ión amonio del nitrógeno que en la materia viva aparece principalmente como grupos amino (-NH2) o imino (-NH-). (Tisdale y Nelson, 1991) Los animales, que no oxidan el hidrógeno, se deshacen del que tienen en exceso en forma de distintos compuestos. Los acuáticos producen directamente amoníaco (NH3), que en disolución se convierte en ión amonio. Los terrestres producen urea, (NH2)2CO, que es muy soluble y se concentra fácilmente en la orina; o compuestos nitrogenados insolubles como la guanina y el ácido úrico, que son purinas, y ésta es la forma común en aves o en insectos y, en general, en animales que no disponen de un suministro garantizado de agua. El nitrógeno biológico que no llega ya como amonio al sustrato, la mayor parte en ecosistemas continentales, es convertido a esa forma por la acción de microorganismos descomponedores.

El esquema sería: R-NH2 + H2O → NH3 + ROH + Energía

Este es un proceso biológico por el cual obtienen energía los microorganismos heterotróficos. Bajas temperaturas y excesos de agua son factores limitantes en este proceso. Es llevado a cabo por una amplia gama de microorganismos anaerobios, por ejemplo del género Bacillus, y aerobios de los géneros Cephalothecium, Tricoderma, Aspergilus, Penicillum, etc. 
El NH4+ así producido puede seguir la vía de la nitrificación, ser tomado por los vegetales, lixiviarse, volatilizarse (NH3), absorberse o fijarse. (Tisdale y Nelson, 1991)

1.6. Nitrificación.
La nitrificación es la oxidación biológica del amonio a nitrato por microorganismos aerobios queusan el oxígeno molecular (O2) como aceptor de electrones, es decir, como oxidante. A estos organismos el proceso les sirve para obtener energía, al modo en que los heterótrofos la consiguen oxidando alimentos orgánicos a través de la respiración celular. El C lo consiguen del CO2 atmosférico, así que son organismos autótrofos. El proceso fue descubierto por Sergei Vinogradski y en realidad consiste en dos procesos distintos, separados y consecutivos, realizados por organismos diferentes:
 Nitrosación o Nitritación. Partiendo de amonio se obtiene nitrito (NO2-). Lo realizan bacterias de los géneros Nitrosomonas, Nitrosolobus, Nitrosospira y Nitrosococcus, entre otros.
Nitratación. Partiendo de nitrito se produce nitrato (NO3-). Lo realizan bacterias del género Nitrobacter, Microderma, Bactoderma, etc.
La combinación de amonificación y nitrificación devuelve a una forma asimilable por las plantas, el nitrógeno que ellas tomaron del suelo y pusieron en circulación por la cadena trófica.

En general la nitrificación se favorece por condiciones de pH neutro a ligeramente ácido. La reacción general sería:

Nitritación: 2NH4+ + 3O2 → 2NHO2 + 2H+ + 2H2O
Nitratación: 2NHO2 + 2O2 → 2NO3- + 2H+

Resumiendo, la nitrificación es así:

2NH4+ + 4O2 → 2NO3- + 4H+ + 2H2O

1.7. Desnitrificación.
La desnitrificación es la reducción del ión nitrato (NO3-), presente en el suelo o el agua, a nitrógeno molecular o diatómico (N2) la sustancia más abundante en la composición del aire. Por su lugar en el ciclo del nitrógeno este proceso es el opuesto a la fijación del nitrógeno.
Lo realizan ciertas bacterias heterótrofas, como Pseudomonas fluorescens, Xanthomonas, Achromobacter, Bacillus, etc., y bacterias autotróficas como, Micrococcus, Thiobacillus, etc., para obtener energía. (Tisdale y Nelson, 1991) El proceso es parte de un metabolismo degradativo de la clase llamada respiración anaerobia, en la que distintas sustancias, en este caso el nitrato, toman el papel de oxidante (aceptor de electrones) que en la respiración celular normal o aerobia corresponde al oxígeno (O2). El proceso se produce en condiciones anaerobias por bacterias que normalmente prefieren utilizar el oxígeno si está disponible.

El proceso sigue unos pasos en los que el átomo de nitrógeno se encuentra sucesivamente bajo las siguientes formas:

nitrato → nitrito → óxido nítrico → óxido nitroso → nitrógeno molecular

Expresado como reacción redox:

2NO3- + 10e- + 12H+ → N2 + 6H2O

Como se ha dicho más arriba, la desnitrificación es fundamental para que el nitrógeno vuelva a la atmósfera, la única manera de que no termine disuelto íntegramente en los mares, dejando sin nutrientes a la vida continental. Sin él la fijación de nitrógeno, abiótica y biótica, habría terminado por provocar la eliminación del N2 atmosférico.
Las pérdidas por esta vía son muy variables y están condicionadas fundamentalmente por las condiciones de anaerobiosis. Otros factores que favorecen estas reacciones son pH neutro, alta temperatura, alta concentración de materia orgánica soluble y la presencia de NO3-. (Tisdale y Nelson, 1991)

1.8. Fijación de amonio.
A diferencia de los NO3-, el NH4+ es una forma de N edáfico de características catiónicas. Las arcillas de tipo 2:1, especialmente illita, vermiculita y montmorillionita, tienen selectividad respecto de esta forma química en su capacidad de intercambio catiónico. (Tisdale y Nelson, 1991) 

Además de la adsorsión que se produce en la superficie externa de las arcillas, las características del ión NH4+ hace que éste penetre en los espacios interlaminares de estas arcillas y allí quede "atrapado" por condiciones estéricas más que electroquímicas, y es concretamente a esta forma de retención a la que se denomina específicamente "fijación". En este sentido compite con el ión K+. El ión NH4+  fijado es menos disponible para los vegetales, en términos de equilibrio, que el adsorbido sobre las superficies externas de las arcillas, pero se ha comprobado que hasta 100-300 kgs.N/ha reservada en esa forma puede entrar en el ciclo del N del suelo durante el período productivo. Se ha informado que entre 2000-3000 kgs.N/ha puede hallarse en esta forma en suelos ricos en arcillas de este tipo, lo cual indica que sería un fenómeno relevante en suelos de gran parte del país, especialmente pradera pampeana. 
Esta forma de reserva del N del suelo evita la pérdida por lavado de NO3-, especiequímica muy susceptible a la lixiviación.

1.9. Inmovilización microbiana.
Las formas asimilables producidas a través del proceso de mineralización son absorbidas por la macro y microflora. Es en estas formas en que el amoníaco, el nitrato y aún formas orgánicas sencillas vuelven a integrar estructuras orgánicas.

Desde el punto de vista de la nutrición vegetal, se entiende por inmovilización microbiana, a la asimilación microbiana de nutrientes inorgánicos, el N en este caso, que compite así con las plantas superiores en su utilización.

Cuando ocurre la proteólisis en la descomposición de la materia orgánica, parte del N es mineralizado y pasa a formar parte de un pool de N asimilable en la solución del suelo, pero parte queda formando estructuras celulares de los microorganismos encargados de dicha proteólisis.

Cuando un rastrojo se entierra o se agregan abonos orgánicos se produce un decaimiento del contenido de N inorgánico de la solución del suelo, ya que los microorganismos necesitan para aprovechar la energía contenida en los restos orgánicos y para sintetizar sus propias estructuras, más N que el que trae el residuo por sí solo. Por ejemplo, las pajas de cereales con relaciones C/N 60-100/1 deben transformarse en estructuras microbianas con relaciones C/N de 8-12/1, es decir que deben enriquecerse en N, y esto lo hacen a expensas del N en la solución del suelo, provocando una inmovilización microbiana de este elemento.

Esta inmovilización irá desapareciendo a medida que las poblaciones microbianas disminuyan a causa de la degradación de la fuente energética.

Esto trae como consecuencia déficit temporarios en estados iniciales de cultivos donde el barbecho ha sido corto y todavía hay rastrojo del cultivo anterior sin descomponer como puede verse en la figura 2. 
Si por otra parte, si el material añadido contiene mucho nitrógeno en proporción al carbono presente (alfalfa, o tréboles) no habrá normalmente descenso del nivel de N inorgánico. De hecho, puede haber un incremento francamente rápido, en esa fracción, del N del suelo, causada por la liberación de los materiales orgánicos en descomposición.

Cambios en los niveles de nitrato del suelo durante la descomposición de residuos pobres en N. (fig.2) (Tisdale y Nelson, 1991)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 2

1.10. Volatilización del NH4+
 Ante condiciones de altas temperaturas y pH alcalino el NH4+ del suelo tiende a producir la siguiente reacción:

NH4+ (OH) → H2O + NH3↑

El amoníaco es gaseoso y en esta forma puede perderse a la atmósfera.
Se trata de reacciones abiológicas que también pueden involucrar a fertilizantes nitrogenados. En el caso del amoníaco anhidro cuando la aplicación se hace en condiciones de suelo seco, a poca profundidad, especialmente en suelos gruesos, la pérdida de N como NH3 puede ser importante. Lo mismo ocurre con la urea, que si bien es un compuesto orgánico de N (carbamato de NH4+), en el suelo sigue la vía de la mineralización, cuya primera etapa es la liberación de NH4+, quedando sujeta a este posible proceso. (Darwich, 1989)

1.11. Degradación de NO2-
En suelos donde los nitritos se acumulan, por ejemplo, por pH alcalino que dificulta la nitratación, este ión puede reaccionar espontáneamente con la materia orgánica para  desprender N2, pequeñas cantidades de N20, y en ausencia de oxígeno, NO. Estos gases  también se pierden vía atmosférica.
1.12. Lixiviación y ascenso capilar.
Las formas solubles por excelencia son las inorgánicas, y dentro de éstas, los nitritos y nitratos, ya que el amonio es retenido por el complejo de intercambio.
Ya sea por movimiento descendente (lixiviación) o ascendente (ascenso capilar) el N soluble puede moverse dentro del perfil. Así es que, por ejemplo, en suelos de texturas gruesas con balances hídricos positivos, las pérdidas por lixiviación de NO3propios del suelo o derivados de fertilizantes, pueden ser muy importantes. (Darwich,1989).
Este movimiento en fase acuosa hace que el muestreo del suelo con fines de diagnóstico a través de la medida de NO3- , sea dependiente, según las condiciones, en mayor o menor medida, de las precipitaciones cercanas al momento del muestreo. (Teuscher y Adler, 1965)

2. FERTILIZANTES
Como se describe anteriormente, desde que un fertilizante nitrogenado es aplicado al suelo hasta que es absorbido por las plantas, pueden darse varios eventos de naturaleza biológica y fisicoquímica que afectan su eficiencia.
Un fertilizante "ideal" protegería a los nutrientes contra estos procesos físicoquímicos y biológicos manteniéndolos disponibles para el cultivo.

Trenkel (1997) señala en "Improving Fertilizer Use Efficiency" que un "fertilizante ideal" tiene las siguientes características:
1) Puede aplicarse de una única vez para todo el ciclo de cultivo, proveyendo la cantidad necesaria de nutrientes para un óptimo crecimiento.
2) Tiene la máxima recuperación porcentual del nutriente aplicado, lo que maximiza la rentabilidad por su uso, y 3) Tiene un mínimo impacto de daño ambiental, ya sea sobre el suelo, el agua y la atmósfera.

Por tanto, siguiendo la definición del fertilizante ideal nos vemos obligados a realizar una única aplicación. Sin embargo, los procesos que reducen la disponibilidad de los nutrientes para el cultivo son más importantes cuanto mayor sea la duración entre la aplicación del fertilizante y la absorción del nutriente por el cultivo. Es necesario, por lo tanto, utilizar alguna tecnología para aumentar la eficiencia de uso del fertilizante y poder así sostener la estrategia de la única aplicación. La figura 3 muestra el comportamiento que debería tener un fertilizante ideal. 

Comportamiento del fertilizante ideal (fig.3) (Melgar, 2005)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 3

Este concepto fue utilizado para desarrollar fertilizantes más convenientes que desarrollen una eficiencia máxima; es así que se clasifican en cuatro grupos las nuevas tecnologías para los fertilizantes mejorados:
1) fertilizantes recubiertos con polímeros,
2) fertilizantes de liberación lenta,
3) inhibidores de la nitrificación,
4) inhibidores de la ureasa.

En 1999 se utilizaron en el mundo 430 millones de toneladas de fertilizantes, de los cuales, sólo el 0,15% correspondió a los de liberación lenta, y además, se utilizaron preferentemente en mercados no agrícolas, como por ejemplo, hogares y jardines (25%), céspedes (35%) y viveros profesionales. Sólo el 8% se usó en agricultura tradicional.

La causa principal de tan baja participación de los fertilizantes especiales se debió a su alto precio. Los fertilizantes mejorados, de liberación lenta o productos revestidos con polímeros son entre 4 y 12 veces más caros que los productos solubles comunes.
Por esta razón, solo los cultivos de alto valor admiten su uso sin un impacto importante en el costo de producción. Es importante notar, sin embargo, que las tecnologías se abaratan con el tiempo, y estos supuestos pueden no ser relevantes para algunos cultivos en pocos años. (Melgar, 2005)

2.1. Los fertilizantes mejorados.
Siguiendo el concepto del fertilizante ideal, éstos demoran la entrega de los nutrientes mediante algún mecanismo. Según la definición de la FAO (2002), "los fertilizantes de liberación controlada o lenta4 contienen el nutriente (normalmente nitrógeno) en una forma que - después de la aplicación - demora significativamente más tiempo su disponibilidad para la absorción de la planta que un fertilizante común.

Este efecto se logra cubriendo un fertilizante común (nitrógeno o NPK) con azufre o con un material (semipermeable) polímero, o por formulaciones químicas especiales compuestas de nitrógeno".

Fertilizantes de liberación controlada o lenta (fig.4) (Melgar, 2005)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 4

Los inhibidores de nitrificación y de ureasa, en cambio, son más económicos para su uso en la agricultura en general. Define la FAO (2002) a los inhibidores de nitrificación como "compuestos que, cuando son agregados a los fertilizantes nitrogenados en forma de amoníaco, retrasan la transformación de los iones del amoníaco (NH4+), retenidos por el complejo de adsorción, a nitritos y posteriormente a nitratos (NO3-), a través de la actividad bacteriana del suelo; de este modo se previene la lixiviación del nitrato no absorbido inmediatamente por el cultivo."

Los inhibidores de ureasa son aquellos que reducen la transformación del NH4+ de la urea a amoníaco por alrededor de 10 a 12 días; de este modo se previenen, o se reducen, las pérdidas por evaporación de amoníaco en el aire cuando el tiempo permanece seco o la urea no puede ser incorporada en el suelo inmediatamente después de la aplicación (FAO, 2002).

Los fertilizantes con inhibidores de la nitrificación o de la ureasa se denominan como fertilizantes estabilizados. En contraste con los fertilizantes de liberación controlada, estos "aditivos" de los fertilizantes se utilizan casi exclusivamente en cultivos agrícolas tradicionales. Aún cuando su uso es mucho más rentable y económico para los productores comparados con los fertilizantes de liberación controlada, su uso ha sido hasta ahora limitado a cultivos de raíces someras poco profundas y bajo condiciones climáticas especiales que favorecen las pérdidas por lixiviación del N del fertilizante. (Melgar, 2005)

El incremento del precio de estos productos se compensa por las ventajas adicionales si se compara con el costo de las alternativas, o sea, de los fertilizantes tradicionales. No obstante, estos inhibidores de procesos biológicos del ciclo del N no han sido muy adoptados por varios factores, entre ellos se mencionan, la adopción de aplicaciones divididas, fertilizantes tradicionales relativamente baratos, respuestas inconsistentes y escasa preocupación ambiental.

2.2. Estrategias.
En principio, es posible establecer dos conceptos básicos para mejorar la eficiencia del uso de los fertilizantes; uno es utilizar fertilizantes diferentes, como los fertilizantes mejorados; el otro es utilizar los fertilizantes solubles estándares de un mejor modo.

Estas opciones se describen como fertilizantes mejorados y como fertilización mejorada. La tabla 1 compara ambas estrategias.

Estrategias principales para mejorar la eficiencia en el uso de los nutrientes (tabla 1) (Melgar, 2005)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 5

La estrategia de producto se basa en reducir el número de fertilizaciones, o aún mejor, realizar una sola aplicación, cumpliendo con la finalidad de los fertilizantes mejorados que es, aumentar la eficiencia en el uso del fertilizante disminuyendo las pérdidas de los nutrientes desde la incorporación al suelo hasta la absorción por el cultivo.

La estrategia de manejo se basa en realizar fertilizaciones en dosis divididas siempre que sea necesario y posible.

Ventajas y desventajas de la estrategia de producto y la estrategia de manejo (tabla 2) (Melgar, 2005)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 6

Si se desea realizar una única fertilización se debe decidir la dosis correcta a la siembra. Esto es una tarea difícil, ya que la oferta de N en el suelo tiene una gran variabilidad espacial y temporal, es decir, que puede cambiar año a año, lote a lote y aún dentro de un mismo potrero; como se explica en el siguiente capítulo de diagnósticos para evaluar la fertilización nitrogenada.

Por otra parte, puede optarse por un manejo controlado en la liberación de los nutrientes de acuerdo a la demanda mediante la aplicación dividida de las dosis de N. (fig.5)

Estrategia de manejo: fertilizaciones divididas (fig.5) (Melgar, 2005)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 7


3. FERTILIZACIÓN EN EL CULTIVO DE TRIGO


3.1. Bases fisiológicas.
El rendimiento de un cultivo de trigo es el resultado de la interacción de una serie de factores abióticos (fertilidad física y química del suelo, radiación, temperatura, precipitaciones, etc.), y bióticos (plagas, enfermedades, malezas) con el genotipo y la estructura del cultivo. La interacción entre estos factores no es lineal ni aditiva, sino que hay retroalimentación entre ellos, de modo que la alteración de uno de estos factores modificará el equilibrio, aunque no necesariamente en la forma e intensidad buscada.
(Miguez, 2005)

El rendimiento puede considerarse como el producto entre dos componentes: el número de granos por unidad de superficie y el peso por grano (o peso de mil granos / 1000). Siendo el primero el que mejor explicaría la variabilidad de los rendimientos. 

Como estos componentes se definen en distinto momento (fig.6), la distinción entre ellos permite considerar el efecto del ambiente en cada componente por separado; el 21 número de granos/m2 se define al inicio del llenado del grano y el peso por grano al finalizar el período de llenado. (Abbate, 2005)

 Esquema mostrando las etapas críticas en la determinación del rendimiento a lo largo del ciclo del cultivo de trigo. Las curvas muestran la evolución del peso seco de las espigas (con y sin grano) para un cultivo con buena disponibilidad de agua y nutrientes. (fig.6) (Abbate, 2005)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 8
La primera etapa comienza con la emergencia, abarca el macollaje y hasta aproximadamente la mitad de la encañazón, siendo el suceso más importante la expansión del área foliar. Si bien el área foliar suele aumentar hasta 10-15 días antes de floración, al final de esta primera etapa es de esperar que el cultivo posea suficiente área foliar como para cubrir totalmente el suelo e interceptar la mayor parte de radiación solar disponible.

La segunda etapa corresponde al período de crecimiento de espigas y finaliza con el inicio del llenado de granos, quedando determinado el número de granos por unidad de superficie.

La tercera etapa es la del llenado de los granos, en la que los mismos incrementan su peso. Comienza pocos días después de la floración y dura hasta alcanzar la madurez, quedando determinado así el peso por grano y consecuentemente el rendimiento.

Por otra parte, como explica Abbate (2005), la tasa de crecimiento de las espigas depende directamente de la tasa de crecimiento del cultivo durante esta etapa. A su vez, en condiciones de crecimiento potenciales, la tasa de crecimiento del cultivo es el resultado de la cantidad de radiación que llega al cultivo y del área foliar que el cultivo disponga para interceptarla. Para alcanzar el número de granos potenciales un cultivo deberá generar durante la etapa de expansión de área foliar (primera etapa) suficiente follaje como para interceptar toda (más del 90%) la radiación incidente durante el período de crecimiento de las espigas (segunda etapa). Así es que el cultivo aumentará el número de granos/m2 al aumentar la radiación recibida durante el período de crecimiento de las espigas.

Como vemos en la figura 7, la definición del número de granos se produce a lo largo de distintas etapas del cultivo y, fundamentalmente en la etapa reproductiva, aunque no todas estas etapas tienen la misma importancia relativa, ya que existe un período crítico para la definición de dicho componente del rinde. Este período tiene un lapso que media desde 20 días antes de floración hasta 10 días post-floración. (Miralles, 2004) Sin embargo, Abbate (2005) señala que se debe tener presente que el período más crítico para la determinación del rendimiento puede variar entre condiciones de manejo, años y localidades.

Esquema del ciclo ontogénico del cultivo de trigo, correlacionado con los componentes que generan el rendimiento. (fig.7) (adaptado de Miralles, 2004)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 9

En el período crítico se define el número de macollos que finalmente llegarán a producir espigas, estableciendo el número de espigas/m2; y se define también el número de primordios florales que sobrevivirán dentro de cada una de las espiguillas, dando como resultado el número de flores fértiles a floración, las que luego del cuaje serán establecidas como granos.

Abbate (2005) explica que las limitaciones de nitrógeno tienen poco efecto sobre el llenado de los granos afectando el rendimiento principalmente a través del número de granos/m2. La baja disponibilidad de nutrientes reduce la intercepción de la radiación y su eficiencia de uso, afectando la capacidad fotosintética del cultivo. Si esta situación se mantiene durante el período de crecimiento de las espigas, el número de granos/m2 se verá afectado debido a la disminución de la tasa de crecimiento del cultivo. Las deficiencias de nitrógeno no sólo reducen el número de granos a través de un menor peso seco de las espigas, sino que además afectan la fertilidad de las espigas. Para que el rendimiento no resulte limitado, el cultivo deberá absorber, hasta el inicio del período de crecimiento de las espigas, suficiente cantidad de nutriente como para lograr el área foliar que le permita interceptar toda la radiación disponible.

Posteriormente, el cultivo deberá absorber suficiente nutriente como para mantener la máxima tasa de crecimiento que permita la radiación disponible. Alta disponibilidad hídrica y de nutrientes desde estados tempranos, pueden favorecer un crecimiento inicial excesivo, el cual no solo no serán ventajosas desde el punto de vista del aprovechamiento de la radiación, sino que pueden predisponer el vuelco del cultivo y el lavado del nitrógeno de los horizontes de suelo explorados por las raíces.

Por otra parte, según el autor, a una disponibilidad de nitrógeno dada, existe una relación inversa entre el porcentaje de nitrógeno (o proteína) del grano y el rendimiento.
En ambientes en que el rendimiento se asocia más con el número de granos que con el peso por grano, es de esperar que el contenido proteico del grano se relacione más con las condiciones de crecimiento hasta el inicio del llenado, que con las condiciones durante el llenado de los granos. Sea cual fuere el caso, la relación proteína vs. rendimiento podría modificarse manejando el nitrógeno absorbido por el cultivo. 

Generalmente, la fertilización nitrogenada, particularmente si es tardía, aumenta más el nitrógeno absorbido por el cultivo que el número de granos/m2, mejorando el contenido proteico del grano. No obstante, altos porcentajes proteicos elevan los requerimientos de nitrógeno (kg. de nitrógeno absorbido por kg. de rendimiento). Así, existe una situación de compromiso entre bajos requerimientos (alta eficiencia de uso de nitrógeno) vs. alta concentración de nitrógeno en el grano. La solución de esta situación de compromiso escapa al ámbito de la fisiología.

En cuanto al uso de fungicidas, Miralles (2004) señala que la reducción del aparato fotosintético debido a enfermedades foliares disminuirá la cantidad de granos que el cultivo puede producir arrastrando inevitablemente a un menor rendimiento ya que la disminución en el número de granos difícilmente pueda ser compensada por el aumento en el peso de los mismos, pero esta remoción de hojas (y de nitrógeno) que involucra la defoliación y las enfermedades foliares no reducen el porcentaje de proteína del grano.
(Abbate, 2005)

3.2. Requerimientos nutricionales.
La tabla 3 muestra los requerimientos nutricionales del cultivo de trigo, en términos de kgs. de nutriente absorbidos para producir una tonelada de grano, y el índice de  cosecha, que es la proporción del total de nutriente absorbido que se destina a grano. A modo de ejemplo, se indican los requerimientos y extracción en grano para un rendimiento de 5000 kg/ha.

Requerimientos nutricionales del cultivo de trigo. (tabla 3) (adaptado de INPOFOS)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 10

3.3. Métodos de diagnóstico para evaluar nutrición nitrogenada. 
García (2004) menciona que entre los principales métodos de diagnóstico para la fertilización nitrogenada de trigo en nuestro país se encuentran:

1) los balances de N simplificados,
2) la evaluación de N disponible en pre-siembra,
3) los análisis de planta, y
4) los modelos de simulación agronómica (MSA), como el modelo de predicción CERES que una vez calibrado para una zona permite hacer un uso más eficiente del N del suelo y el N aplicado; ya que integra los factores de suelo, clima y manejo que afectan la dinámica del N y el crecimiento y rendimiento del cultivo. (Salvagiotti et al, 2003)

Dentro de los diagnósticos de fertilización nitrogenada en base a los análisis de planta podemos mencionar:
  • a. a la determinación de N total por Kjeldahl, que es una herramienta que no ha tenido gran adopción debido a que la metodología que utiliza para su determinación requiere de varios pasos (secado, molido, digestión, destilación y titulado) lo cual demora la obtención de los resultados. Generalmente se hace a fin de macollaje, y a partir de este momento comienza la etapa de mayor tasa de crecimiento y absorción de N por el cultivo, por lo que la toma de decisiones debe ser ágil, y para esto es necesario que la información llegue al técnico asesor en forma rápida.
  • b. a la metodología NIRS, que técnicos del INIA Uruguay calibraron con el análisis convencional por Kjeldahl, lo que habilita el uso de esta nueva herramienta para la determinación rápida y precisa del contenido de N total en plantas de trigo secadas a 60ºC y molidas, y establecieron un valor crítico de N total en planta a fin de macollaje de 3,1%-3,6% para rendimientos medios a altos (2500-4500 kgs/ha). (Morón, et.al., 2002)
  • c. a la concentración de nitratos en la base de los seudotallos de trigo, que numerosos trabajos muestran como buen estimador de la nutrición nitrogenada del cultivo, y surgen como una alternativa de diagnóstico promisoria, ya que tienen la ventaja de integrar los efectos del suelo y de los factores ambientales sobre dicha nutrición en el período siembra-macollaje.

Para el sudeste bonaerense Strada et.al. (2000) determinaron umbrales de concentración de NO3- de 7900, 4800 y 2500 ppm. para obtener 93, 95 y 94% del rendimiento máximo en doble arruga (DA), primordio de gluma (PG) y espiguilla terminal (ET), respectivamente. Los umbrales mencionados, fueron determinados sobre muestras secas y molidas (base seca, BS) por el método del ácido fenoldisulfónico, el que posee la desventaja de requerir el envío de las muestras al laboratorio y de dos días o más para la realización de los análisis.

Una posible alternativa a la determinación del contenido de NO3- en BS es la determinación del contenido de nitratos en el jugo de la base de los tallos (JBT) obtenido por presión del material vegetal fresco. La cuantificación del contenido de nitratos en el JBT se puede realizar con bandas reactivas específicas en un reflectómetro portátil, como el Nitracheck 404, lo que brinda una lectura rápida y directa de la concentración de nitratos.

No obstante, se dispone de muy poca información acerca de la existencia de una relación entre los métodos de BS y JBT. Técnicos de la Unidad Integrada FCA-INTA Balcarce (Echeverría et.al., 2000) obtuvieron resultados que impiden transformar los valores de un método en otro, y de esta forma deben definirse umbrales específicos para cada método. En el método de JBT el extracto, a veces mal llamado savia, está compuesto por líquido apoplásmico, savia, citosol y líquido vacuolar, siendo este último, el componente más importante. La concentración de nitratos en el JBT puede variar con el estado hídrico del cultivo, lo que podría afectar la relación entre las determinaciones en BS y JBT (Echeverría, et.al., 2000).

Técnicos de la EEA Oliveros del INTA (Castellarín et.al., 1999) trabajaron para calibrar la metodología de JBT y lograron los siguientes resultados que se muestran en la fig.8.

Relación entre la concentración de NO3- en seudotallos y el rendimiento. (fig.8) (Castellarín, et.al., 1999)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 11
A su vez, determinaron que el estadío fenológico que registró la mayor sensibilidad como indicador de la nutrición nitrogenada del cultivo es el de principios de macollaje de 3 a 5 hojas, correspondiendo al estadío 2 en la escala de Feekes. (Ver anexo) Y que, el momento oportuno para la determinación, es en las primeras horas de la mañana y hasta no más de las 10 hs., ya que la concentración de NO3- varía a lo largo del día.

Sin embargo, Barbieri et.al. (2004) determinaron que esta metodología de diagnóstico es sensible para detectar sitios con diferente disponibilidad de N, pero no permite decidir la necesidad de fertilización, dado que un aumento en los umbrales de suficiencia no se relaciona con un incremento del rendimiento; ya que al relacionar el contenido de NO3- en seudotallos con el rendimiento, mediante el ajuste de un modelo lineal meseta, establecieron umbrales muy distintos de 6000 ppm y 3200 ppm para las  campañas 2002 y 2003 respectivamente.
  • d. al sistema integrado de recomendación y diagnóstico (DRIS), que es una técnica para evaluar el análisis foliar, y confronta las relaciones de concentración de nutrientes con aquellas obtenidas en cultivos de rendimiento máximo (Normas DRIS), para interpretar el estado nutricional de un cultivo (Landriscini et al. 2001). Las relaciones de nutrientes se ordenan en expresiones llamadas Índices DRIS que permiten clasificar los factores de rendimiento según su importancia relativa. Los Índices DRIS negativos indican deficiencias relativas, mientras que los positivos muestran excesos respecto a los nutrientes considerados. Se calcula un Índice de Balance Nutricional (IBN) sumando los índices (valores absolutos) y este balance mejora cuando se acerca a cero. Las principales ventajas del sistema DRIS sobre otros métodos de análisis de planta, es que permite realizar diagnósticos foliares independientemente de la edad, variedad y parte de la planta utilizada; por otro lado, los déficit hídricos pueden interferir significativamente sobre los resultados obtenidos.
  • e. a los sensores remotos (teledetección), que permiten realizar una reflectancia espectral del cultivo que se puede correlacionar con el rendimiento, y en trigo estas determinaciones efectuadas durante el macollaje han permitido predecir las necesidades de aplicación de N en cobertura. El método consta en determinar un índice normalizado de diferencias de vegetación (NDVI), que estima el rendimiento potencial (sensor GreenSeeker de NTech Industries Inc.), y estimar el índice de respuesta a N (IR) como: IR = NDVI de la franja sin limitaciones / NDVI del lote a caracterizar. La cantidad de N a aplicar se calcula a través de un algoritmo que incluye el rendimiento potencial del lote, el IRN y el factor de eficiencia de uso de N aplicado. Esta tecnología permite adaptarse a sistemas de aplicación con dosis variables ya que determina el NDVI de cada área de 1m2 (Castellarín y Pedrol, 2005).
  • f. y, por último, al índice de verdor (IV). Diversos autores han establecido que la concentración de nitrógeno en las hojas de las gramíneas se relaciona con el contenido de clorofila de las mismas. Ésta, a su vez, se relaciona estrechamente con la intensidad del color verde de las hojas que puede ser determinado con "medidores de clorofila", como el Minolta SPAD 502, resultando en el IV. La ventaja del IV con respecto a los métodos tradicionales de análisis de suelo o planta, radica en el menor esfuerzo y la rapidez con que son obtenidos los resultados. No obstante, Falotico et.al. (1999) han señalado como inconveniente que el medidor de clorofila es útil para el monitoreo de la disponibilidad de nitrógeno, sólo en estadíos de desarrollo avanzados del cultivo y que es afectado por características genéticas de las variedades. 
Del mismo modo, técnicos del INIA Uruguay (Morón, et.al., 2002), mostraron que la relación entre el contenido relativo de clorofila y el contenido de N total en planta tiene una pobre asociación, no significativa y que si bien se entiende que existe una relación entre el color de hoja (clorofila) y el contenido de N total, existen otros factores independientes del N que afectan el color de la hoja, entre los que se puede agregar la presencia de enfermedades y plagas, y las condiciones climáticas (Castellarín y Pedrol, 2005). Estos autores señalan además, que las lecturas de SPAD no pueden predecir correctamente el exceso de N, ya que no todo el N es convertido en clorofila cuando la disponibilidad de este nutriente es elevada.

Finalmente, tenemos al balance de N, que es una de las metodologías más aceptadas para cuantificar la dinámica del N en el sistema suelo-planta. Simula procesos de ganancias, pérdidas y transformaciones del elemento en el sistema. De esta forma se puede determinar la cantidad de fertilizante nitrogenado requerido por el cultivo de acuerdo a la siguiente ecuación (Castellarín y Pedrol, 2005):

Nfert = [Ncult - (Nmin x Emin) - (Ninic x Einic)] / Efert

donde: Einic, Emin y Efert son las eficiencias de uso de Ninic, Nmin y Nfert respectivamente, que han sido estimadas para Ninic entre 0,4 - 0,6; valores mucho menores que la eficiencia de absorción de Nmin que va desde 0,6 - 0,9, ya que esta fracción del N del suelo es liberada gradualmente durante el ciclo del cultivo. En cuanto a la eficiencia de uso del Nfert esta variará de acuerdo al sistema de producción, la fuente nitrogenada y la tecnología de aplicación considerándose valores entre 0,5 - 0,6. El Ninic se determina en presiembra, siembra o postsiembra temprana por métodos convencionales de laboratorio. El Nmin puede estimarse a partir de incubaciones de suelo en laboratorio o a partir del N absorbido por el cultivo en parcelas sin fertilizar. Echeverría et.al. (1994) determinaron que la incubación de muestras de suelo por largos períodos en esas condiciones permite determinar la fracción del nitrógeno orgánico susceptible de ser mineralizado (nitrógeno potencialmente mineralizable, N0) y la constante de mineralización (k).

Sin embargo, la k se ve afectada por la temperatura y el contenido de agua del suelo. Por ello, para estimar la mineralización a campo, se requiere corregir la k por las condiciones hídricas y térmicas del período a evaluar. Sttudert et.al. (2000) estudiaron el modelo propuesto por Echeverría et.al. (1994) y concluyeron que, si bien es de cierta utilidad para realizar estimaciones de la cantidad de nitrógeno que sería capaz de mineralizar un suelo a partir de su pool mineralizable, presenta dificultades para ser usado independientemente de otras variables que influyen sobre la dinámica del nitrógeno en el suelo, para predecir la cantidad de ese nutriente que está efectivamente disponible para un cultivo de trigo. Y que, lograr una mejor capacidad predictiva del modelo requeriría de la predicción del efecto de corto plazo de la presencia en el sistema de material vegetal en descomposición en función de su calidad, cantidad y forma física. Del mismo modo, Salvagiotti et.al. (2000) determinaron una amplia
variación del Nmin entre ciclos agrícolas, en el área triguera del sur de Santa Fe, que va desde 11 hasta 157 kgs/ha de N.

Por tanto, esta metodología presenta fuertes limitaciones debido: 1) a la variabilidad de los rendimientos objetivos, 2) a la variabilidad a campo del Ninic, 3) a las estimaciones del Nmin y las eficiencias de uso de cada fracción y 4) a la baja relación entre la cantidad de N en los residuos y el rendimiento de trigo. 

Como ejemplo meramente informativo, podemos mencionar que Calviño et.al. (2002) determinaron, bajo siembra directa y con antecesor soja, una dosis óptima de 150-X (siendo X la cantidad de N en el suelo hasta los 60 cm. a la siembra en kg N/ha), para variedades tradicionales, y de 170-X para una variedad de germoplasma de origen francés.

La metodología de diagnóstico de requerimiento de N en base al análisis del contenido de nitratos en el suelo a la siembra o al macollaje no contempla aspectos relacionados con la calidad comercial y panadera de los granos, a pesar de que el precio del trigo se incrementa o disminuye en función de la concentración de proteínas. En general, para un genotipo determinado, la concentración de proteína se relaciona inversamente con el rendimiento en grano y por lo tanto, la fertilización de base (siembra o macollaje) debería ser mayor si se pretende incrementar los parámetros relacionados con la calidad comercial y panadera del trigo.

En cultivos que no tienen restricciones hídricas, las aplicaciones de dosis crecientes de N en macollaje, permiten lograr aumentos en el rendimiento. Cuando las precipitaciones son escasas, no se determinan incrementos en el rendimiento y los contenidos de proteína aumentan. Cuando las precipitaciones son adecuadas, el incremento en las dosis de nitrógeno de base, no manifiestan mejoras significativas en proteína.

La aplicación de elevadas dosis de N en macollaje parecería no resultar en una adecuada estrategia de fertilización para mejorar los parámetros de calidad. Esto se confirma por la baja eficiencia de recuperación de N en los granos. (Echeverría, 2006) En síntesis, las fertilizaciones nitrogenadas con altas dosis en etapas tempranas del cultivo de trigo permiten lograr elevados rendimientos, pero no son una estrategia eficiente para mejorar el contenido de proteína. En última instancia y considerando la baja eficiencia de utilización de elevadas dosis nitrogenadas de base, el incremento desmedido de las mismas podría derivar en efectos adversos sobre la calidad del ambiente. (Echeverría, 2006)

Una alternativa más eficiente en el uso del N para mejorar la calidad de los granos consistiría en efectuar aplicaciones de N en el estadío de hoja bandera o antésis, las que pueden efectuarse con fertilizantes líquidos en combinación o no con la aplicación de
funguicidas.

Las experiencias mencionadas permiten concluir que las aplicaciones de N complementarias pueden servir para maximizar los rendimientos, sin cambios importantes en la calidad, o para mejorar la calidad de los granos. En el primer caso, generalmente cuando las aplicaciones de N de base fueron muy conservadoras, deberán realizarse las aplicaciones en forma foliar en el estadio de hoja bandera y podrán hacerse en combinación con funguicidas y, en el segundo, el momento más adecuado será en antésis. Las aplicaciones de N complementarias en antésis constituyen una estrategia eficiente para mejorar el contenido de proteína y las propiedades reológicas de las masas.

3.4. Trigos de calidad y mejora en los niveles de proteína.
La producción de trigos de calidad puede ser una estrategia interesante para acceder a nichos de mercado con sobreprecios que mejoren la rentabilidad del cultivo. En Argentina se desarrollaba una larga discusión desde hacía tiempo alrededor del modo de comercialización del trigo hasta que fue interrumpida (esperemos que parcialmente) por la intervención que el Gobierno comenzó a realizar a partir de mayo del 2006 en el mercado de trigo. En dicha discusión se planteaba si había que seguir el modelo de aquellos países que producen grandes cantidades excedentarias de trigo y que lo venden con una calidad uniforme y multipropósito, explotando las ventajas de la cantidad a expensas de la calidad, o bien avanzar en un proceso de segregación de modo de separar los trigos panificables, de los correctores y los blandos, que son más aptos para industrialización.

En este sentido, se viene trabajando en una propuesta de clasificación no obligatoria, consensuada por distintos sectores oficiales y privados, incluso por molinos de Brasil, que es promovida por la Asociación Argentina de Productores de Trigos (AAPROTRIGO) y el INTA, y que contempla tres clases de trigo duro:

TDA 1 Superior (Trigo Duro Argentino 1 Superior): se define como integrantes de esta clase a las variedades del GRUPO 1 de Calidad con 3 bandas de proteína entre 10,5%-11,5%, 11,6%-12,5% y más de 12,5%.
TDA 2 Especial (Trigo Duro Argentino 2 Especial): clase formada por las variedades del GRUPO 1 y 2 con las siguientes bandas de proteína: 10% a 11%, 11,1% a 12% y más de 12%.
TDA 3 Standard (Trigo Duro Argentino 3 Standard): clase integrada por las variedades del GRUPO 3 con dos bandas de proteína: 10%-11% y más 11%. (Cuniberti, 2001)

Estas clases a su vez se agrupan en 3 regiones: Norte, Sudeste y Sudoeste. 
El sistema de clasificación por Grupos de Calidad y Bandas de Proteína permite que las características industriales de cada clase estén dadas por las variedades y el promedio de proteína de cada banda; de modo de tener trigos clase TDA1, TDA2 y TDA3 con 2 o 3 niveles de proteína cada una.

Teniendo en cuenta la calidad genética se realizó la categorización de las variedades en tres Grupos de Calidad (tabla 4), siendo éste un paso muy importante para el país en el camino hacia la clasificación de su producción triguera. Los parámetros de calidad de difícil medición como alveogramas, farinogramas, etc. estarían contenidos en la variedad, por lo tanto, para realizar una correcta clasificación, no es necesario conocer más que la variedad y la proteína. Con esa información se debe acopiar por grupos de calidad, ya que las variedades que corresponden a cada grupo tienen propiedades funcionales homogéneas o semejantes desde el punto de vista de calidad industrial. (Cuniberti, 2001)


Calidad industrial de variedades de trigo pan. (tabla 4) (Categorización realizada por el Comité de Cereales de Invierno de la Comisión Nacional de Semillas - INASE, Abril 2006)





Volviendo al tema calidad, para definir ésta, es necesario ubicarnos en algún eslabón de la cadena agroalimentaria del trigo. Desde esta perspectiva, la calidad es la capacidad que tiene el producto de satisfacer las necesidades de los consumidores o usuarios del mismo. Para el productor agropecuario, que es el eslabón primario de la cadena y objeto de interés de este ensayo, un trigo de calidad será aquel que le permita alcanzar altos rendimientos y mayores márgenes de ganancia. Para la industria molinera, las propiedades consideradas serán por ejemplo, rendimiento en la molienda, peso de 1000 granos, cenizas en grano entero, el color de la harina, etc. Desde el punto de vista de la calidad panadera, los atributos más importantes a tener en cuenta son el contenido de proteínas del grano, la cantidad y calidad del gluten, las propiedades reológicas de la masa medidas por el alveógrafo y farinógrafo (estabilidad), y el ensayo de panificación. (Darwich, 2005)
Dentro de las diferentes regiones trigueras argentinas, la subregión triguera IV se ha caracterizado tradicionalmente por obtener los mejores valores en los parámetros de calidad industrial antes mencionados. No obstante, en los últimos cinco años, el incremento en el uso agrícola de los suelos, el aumento de los rendimientos y las condiciones climáticas que lo favorecieron, produjeron un deterioro en el porcentaje de gluten y proteína de los granos, así como en la estabilidad de las harinas (tabla 5).

Evolución del rendimiento y de los parámetros asociados a calidad industrial para los trigos de la subregión IV. (tabla 5) (Darwich, 2005)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 14

Darwich (2005) señala que para obtener un diferencial de precio en la comercialización del trigo pan, es necesario contar con granos que posean un contenido de gluten húmedo superior al 28-30% y porcentajes de proteína superiores al 12,0%.

Para lograr estos estándares de calidad es necesario seleccionar las variedades con mejor aptitud panadera e implementar un plan de fertilización en función de las metas prefijadas. Por otro lado, para que la producción sea rentable para el productor, el nivel de rendimiento debe mantenerse sobre la media zonal.

El manejo diferencial de la fertilización nitrogenada, especialmente en lo relacionado al momento, dosis y fuente utilizada, ha permitido lograr aumentos de proteína y gluten en harina, los cuales posibilitaron obtener cosechas de trigo con calidad panadera superior a la media zonal.

Las tablas 6 y 7 muestran diferencias importantes en el rendimiento y la calidad de los granos (% de gluten y proteína) en los lotes bajo la modalidad "Convenio para calidad" respecto a la producción media de la zona (tabla 8).

Resultados de lotes "Convenios Premium" para algunas zonas en la campaña´03/´04. (tabla 6) (Darwich, 2005)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 15

Resultados de lotes "Convenios Premium" y calidad de los embarques realizados en Pto. Quequén y Bahía Blanca en la campaña ´04/´05. (tabla 7) (Darwich, 2005)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 16

Calidad de embarques en Pto. Quequén de Enero a Mayo de 2004. (tabla 8) (Darwich, 2005)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 17

- Algunas últimas consideraciones.
El manejo de la cosecha es muchas veces subestimado por algunos productores y puede conducir a un retroceso de la calidad si no es atendido con eficiencia. Hay casos en los que se ha alcanzado un excelente nivel de proteína y otros atributos de calidad a la madurez fisiológica y, sin embargo, demoras en la cosecha conducen a disminuciones de peso hectolítrico, ya que el grano respira y consume carbohidratos en el proceso. 

Hay casos en los que se busca alcanzar determinada humedad comercial por lo que se demora la cosecha y se corren riesgos de disminución de calidad por este factor.
También aumenta el riesgo de que se ocasionen precipitaciones, que son frecuentes en la época de cosecha, demorando y agravando aun más el efecto. Por otro lado, estas demoras afectan subsecuentemente el rendimiento potencial de la soja de 2da., al atrasar la fecha de siembra. Por todo lo antes expuesto, es que se considera necesario seguir analizando algunas de estas cuestiones, las que se plantean como objetivos del ensayo en el siguiente capítulo.


MATERIALES Y MÉTODOS

1. OBJETIVOS
El marco teórico desarrollado en el capítulo anterior que hace mención al nitrógeno, a los fertilizantes y su estrategia de utilización, a la fertilización en trigo, y específicamente, a las bases fisiológicas en cuanto a la limitación de nutrientes, a los métodos de diagnóstico para evaluar la nutrición nitrogenada y a la obtención de trigos de calidad mejorando porcentaje de proteína y gluten nos permite plantear los siguientes objetivos para este ensayo:

-1º, ensayar diferentes estrategias de fertilización nitrogenada foliar y al suelo, y su interacción con la aplicación de un fungicida, sobre un cultivo de trigo con fertilización fosfatada de base y en labranza convencional, para evaluar los distintos rendimientos y  el porcentaje de gluten y proteína en grano;
-2º, continuar evaluando la concentración de nitratos en los seudotallos del cultivo de trigo como método de diagnóstico para evaluar la nutrición nitrogenada;
-3º, y determinar el margen bruto de cada tratamiento para evaluar qué estrategia sería la más rentable.

2. DESARROLLO
El ensayo se llevó a cabo en la estancia "La Madrugada" situada sobre la Ruta Nacional Nº3 en el km. 242 de la localidad de Cacharí, Partido de Azul, Provincia de  Buenos Aires.

Se realizó sobre un lote comercial de producción en el que se demarcaron las parcelas de los distintos tratamientos. Las mismas eran de 2,10 mts. de ancho por 9,52 mts. de largo, es decir, de 20 m2. Se hicieron diez (10) tratamientos con cuatro (4) repeticiones cada uno, es decir, que se necesitaron un total de 40 parcelas o unidades experimentales. Se ubicó el ensayo de modo que haya la menor variabilidad posible en cuanto a micro-relieves, etc. dentro de cada bloque.

Se utilizó el diseño en bloques completos aleatorizados por considerárselo el más apropiado para evaluar el ensayo. Es decir, que se asignaron los tratamientos en forma completamente aleatoria a las unidades experimentales dentro de cada bloque. Por tanto, había 4 bloques y 10 unidades experimentales dentro de cada bloque. Este diseño mejora la precisión en la comparación de las medias de los tratamientos al eliminar la variabilidad entre bloques, si existe, del error experimental.

Los tratamientos evaluados fueron:
1) Testigo absoluto
2) UAN solo (a razón de 50 unidades de N/Ha)
3) Entec 26 (77%) + UAN (23%) (a razón de 50 unidades de N/Ha)
4) Entec 26 (77%) + UAN (23%) (a razón de 30 unidades de N/Ha)
5) Nitrofoska foliar polvo soluble (2 Kgs/Ha) + Nutrimix (0,5 Kgs/Ha) 
6) Uan (a razón de 20 unidades de N/Ha) + Nitrofoska foliar p.s. (2 Kgs/Ha) + Nutrimix (0,5 Kgs/Ha)
7) Daimon 1 (20 Lts/Ha)
8) Uan (a razón de 20 unidades de N/Ha) + Nitrofoska foliar p.s. (2 Kgs/Ha) + Nutrimix (0,5 Kgs/Ha) + Opera
9) Entec 26 (77%) + UAN (23%) (a razón de 50 unidades de N/Ha) + Opera 10) Entec 26 (77%) + UAN (23%) (a razón de 30 unidades de N/Ha) + Opera Las aplicaciones de Entec 26 y de Uan se realizaron cuando la planta tenía de 2 a 3 hojas expandidas (Zadoks 12-13). El resto de los tratamientos, es decir, los fertilizantes foliares y el fungicida, se aplicaron en hoja bandera (Zadocks 39). Los mismos se hicieron con una mochila de pulverización que distribuyó uniformemente el caldo asperjado.

- Cronograma de tareas:
25/5/06 - Se labró el suelo con una rastra de discos doble acción desencontrada en condiciones de humedad edáfica óptimas.
2/7/06 - Se labró el suelo con una rastra de discos doble acción desencontrada con rastra de dientes y rolos desterronadotes de 3 cuerpos en condiciones de humedad edáfica óptimas logrando una adecuada cama de siembra.
3/7/06 - Se sembró con una sembradora TANZI 4350 a razón de 145 kgs/ha de semilla variedad ACA 601 y de 105 kgs/ha de superfosfato triple de calcio. La distancia entre surcos fue de 191 mm.
5/7/06 - Se realizó una pulverización pre-emergente con 100 cc/ha de Dicamba Zamba (que es sal dimetilamina del ácido 2-metoxi-3,6-diclorobenzoico al 57,8% y equivale a 39 480 grs/lt del ácido dicamba) y 8 grs/ha de Ajax 50 polvo soluble (que es metsulfurón metil al 50% p/v) (metil 2 - ((((4 - metoxi - 6 - metil- 1,3, - triazin - 2 - II ) amino)carbamoil) amino) sulfonil) benzoato)
13/7/06 - Se aplicó Entec 26, Uan y la mezcla Entec 26 (77%) y Uan (23%) de los tratamientos 2,3,4,6,8,9 y 10. (figuras 9 y 10)
14/9/06 - Se midió nitratos (NO3-) en jugo de base de tallos como una herramienta más de diagnóstico y evaluación de la nutrición nitrogenada del cultivo. (fig. 11,12,13 y 14)
13/10/06 - Se aplicaron los fertilizantes Nitrofoska foliar, Nutrimix, Daimon y el fungicida Opera de los tratamientos 5,6,7,8,9 y 10. (fig. 15,16,17 y 18) Para el fungicida se utilizó la dosis de marbete, es decir, 1 lt/Ha.

Aplicación en 2-3 hojas expandidas. (Zadoks 13) (figuras 9 y 10)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 18

Medición de nitratos (NO
3-) en jugo de base de tallos. (figuras 11,12,13 y 14)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 19
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 20 

22/12/06 - Se recolectaron las plantas de una superficie equivalente al 10% de la parcela o unidad experimental, es decir, de una unidad de muestreo u observacional de 2m2; ya que el ensayo contaba con parcelas adyacentes con distintos tratamientos y a fin
de no medir material con superposición. Se utilizaron 4 varillas atadas entre sí, de modo de minimizar errores, que formaron un rectángulo de 95,5 cm. de ancho y 209,5 cm. de largo. Las muestras se embolsaron correctamente rotuladas. (figuras 19 y 20)
19-24/2/2007 - Finalmente se trillaron las espigas de trigo con una máquina eléctrica destinada para tal fin, obteniendo así las muestras de granos. (fig.21)


Aplicación en hoja bandera (Zadocks 39) (figuras 15, 16, 17 y 18)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 21

Recolección de las espigas de la unidad de muestreo en la parcela. (figuras 19 y 20)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 22

Trilla de espigas de trigo. (fig.21)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 23

- Descripciones de los productos utilizados en el ensayo:

- El producto utilizado (Entec) es  es un fertilizante granulado que contiene la molécula 3,4-dimetil pirazol fosfato (DMPP) (fig.22) que es inhibidora de la nitrificación, de modo que intenta conservar el nitrógeno en forma amoniacal por más tiempo en el suelo y así reducir la lixiviación de nitratos y controlar la acumulación de los mismos en el vegetal. (fig. 23) Dichos efectos permitirían lograr un importante aumento en la calidad y rendimiento de las cosechas, además de reducir el número de aplicaciones. (Compo)

Su composición es:
  • Nitrógeno (N): 26% (7,5% nítrico; 18,5% amoniacal, con tecnología ENTEC®)
  • Azufre (SO3): 32%
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 24

Mecanismo de acción del Entec®26. (fig. 23) (Compo)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 25 
- Un fertilizante líquido (Sol UAN), una solución, del que pueden describirse como ventajas, que posee disponibilidad inmediata de nitrógeno para el cultivo (nitratos y amonio) y disponibilidad no inmediata (ureica) al encontrarse el nitrógeno bajo diferentes formas químicas. (Petrobras)
Su composición es:
  • Nitrógeno (N): 26%
-  Fertilizante foliar polvo soluble (Nitrofoska®) es un fertilizante foliar líquido que incluye macro y microelementos de elevada eficiencia de asimilación y acción por vía foliar. (Compo)
Su composición es:
  • Nitrógeno (N): 25%
  • Fósforo (P2O5): 10%
  • Potasio (K2O): 17,5%
  • Magnesio (MgO): 1,57%
  • Hierro (Fe)*: 400 mg/kg
  • Zinc (Zn)*: 400 mg/kg
  • Manganeso (Mn)*: 300 mg/kg
  • Molibdeno (Mo): 5 mg/kg
  • Boro (B): 150 mg/kg
  • Cobre (Cu)*: 150 mg/kg
- Fertilizante foliar formulado como polvo soluble (Nutrimix®), especialmente preparado para el aporte de azufre, nitrógeno y micro nutrientes en los estadíos críticos  de los cultivos extensivos. (Compo)
Su composición es:
  • Nitrógeno (N): 10.00
  • Azufre (S): 15.00%
  • Cobre (Cu): 3.00
  • Manganeso (Mn): 4.00%
  • Molibdeno (Mo): 0.04%
  • Zinc (Zn): 3.00%
- Fertilizante foliar de base nitrogenada (Daimon 1), formulado conjuntamente con macro y micronutrientes, hormonas de crecimiento, ácidos orgánicos y tensioactivos - adherentes, generando una formulación especial lista para usar en forma pura o diluida en agua. (Technidea)
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Su composición es:
  • Nitrógeno 20.5%
  • Azufre 0.016%
  • Molibdeno 0.011%
  • Manganeso 0.1%
  • Boro 0.01%
  • Hierro 0.02%
  • Zinc 0.09%
-  Un fungicida sistémico para el control de enfermedades foliares en el cultivo de trigo (Opera); tiene efecto preventivo, curativo y erradicante. La base del control de Opera está en la combinación de sus principios activos, pyraclostrobin (Metil-N[[[1-(4-clorofenil)pirazol-3-il]oxi}-o-tolil]-N-metoxicarbamato) al 13,3% p/v más epoxiconazole ((2RS, 3SR)-3-(2 clorofenil)-2-(4-fluorofenil)-2-[(1H-1,2,4,-triazol-1-y1)metil]oxirane) al 5% p/v.
El pyraclostrobin es una estrobilurina de última generación que posee rapidez de acción, eficacia y amplio espectro de control sobre patógenos pertenecientes a las clases de Ascomicetos, Basidiomicetos, Deuteromicetos y Oomicetos. Posee acción prolongada.
Pyraclostrobin posee también efectos adicionales sobre el rendimiento debido a sus efectos fisiológicos en la planta que intervienen en el proceso de formación de los granos y en el rendimiento.
Opera contiene también epoxiconazole, un triazol de la familia de los inhibidores del ergosterol (IBE) con acción sistémica y de larga residualidad, la combinación permite disminuir el riesgo de desarrollo de resistencia de los fungicidas con igual modo de acción que las estrobilurinas y contribuye al control fúngico. (Basf)


ANÁLISIS ESTADÍSTICO

Cuando el material experimental a analizar estadísticamente es heterogéneo, como lo es en este caso las parcelas de trigo, el diseño completamente aleatorizado (DCA) puede no ser el más apropiado, ya que la variabilidad del error puede ser muy grande y no permitir detectar diferencias importantes entre tratamientos. De modo que se utilizó el diseño en bloques completos aleatorizados ya que este mejora la comparación de las medias de los tratamientos.

Se utilizó para el análisis el software Statistix version 8.1.

El modelo matemático que se utilizó para analizar el ensayo es el siguiente:

Yij = U + Ti + Bj + Eij i = 1,...,t j = 1,...,r

donde: Yij es la respuesta correspondiente al j-ésimo bloque y el tratamiento i-ésimo,
U es el promedio general si no se hubiese aplicado ningún tratamiento,
Ti es el efecto del tratamiento i,
Bj es el efecto del j-ésimo bloque,
Eij es el error aleatorio correspondiente al j-ésimo bloque y al tratamiento iésimo, y t es el número de tratamientos y r el número de bloques (repeticiones).

Y como los tratamientos fueron elegidos en forma aleatoria de toda la población de tratamientos, y no ¨ex profeso¨ se trata de un modelo de efectos aleatorios e interesa saber la variabilidad, si existe, entre los tratamientos; de modo que se plantea como hipótesis:

H0 = que no hay diferencias en la variabilidad de los tratamientos
H1 = hay diferencias en la variabilidad de los tratamientos

La metodología de análisis a utilizar es el ¨Análisis de Varianza¨ : ADEVA (en inglés, Análisis of Variance, ANOVA, o también, ANVA), introducida por R.A. Fischer hacia 1930, y que es la técnica fundamental para el estudio de observaciones que dependen de varios factores.
En este caso, el análisis de varianza particiona la variabilidad total de la información en tres componentes: un primer componente debido al efecto de los tratamientos (suma de cuadrados entre tratamientos), el segundo debido al efecto de los bloques (suma de 46
cuadrados de bloques), y finalmente el error experimental (suma de cuadrados del error). En forma similar también particiona los grados de libertad.
Se determinó rendimiento, porcentaje de gluten y porcentaje de proteína en grano.

Así tenemos que para rendimiento el modelo cumple con los cuatro supuestos necesarios:
• Primero, el diseño se aplicó en forma adecuada ya que se asignaron los tratamientos en forma aleatoria (por sorteo) a las unidades experimentales dentro de cada bloque.
• Segundo, se cumple el supuesto de aditividad entre bloques y tratamientos, de modo que las diferencias entre las medias de los tratamientos se mantienen igual en todos los bloques.
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 26
La prueba de hipótesis de falta de aditividad de Tukey que plantea un modelo multiplicativo lineal para la interacción bloque por tratamiento indica que a un nivel de  significación del 5% (0,05) el "Pvalue" es mayor, por lo que no se puede rechazar la H0, es decir que cumple con el supuesto de aditividad entre bloques y tratamientos. El no rechazo de la hipótesis de actividad multiplicativa de esta prueba no indica que no haya otro tipo de falta de aditividad, lo que sucede es que la falta de aditividad multiplicativa es una de las más comunes. Dado que esta prueba no asegura una falta de aditividad en general se complementa con el siguiente gráfico (fig.24). Vale aclarar que dado a que se trabaja con datos sujetos a error, una falta de paralelismo ligera no es indicadora de falta de aditividad.
Aditividad entre bloques y tratamientos para la variable rendimientos. (fig.24)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 27 
• Tercero, la variabilidad de los errores es la misma para todos los tratamientos y bloques (homogeneidad de varianza de los errores) como lo indica el gráfico de los valores residuales vs. los valores estimados (predichos). (fig.25)
Homogeneidad de varianza de los errores. Residuos vs. predichos. (fig.25)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 28
 • Por último, los errores se distribuyen independientemente en forma normal con media cero. Esto puede visualizarse en los siguientes gráficos:

Gráfico de la caja. Se observa la simetría de la distribución, las medidas de tendencia central y de posición, que hacen a la variabilidad de los datos y la concentración de los mismos en las colas de distribución. (fig.26) 
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 29

Gráfico de tallo y hoja para los residuales. Se puede observar el rango de datos, su simetría y donde están concentrados. (fig.27)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 30

Gráfico de probabilidad normal o cuantil-cuantil. Puede observarse la distribución normal de los datos que forman una línea recta. (fig.28)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 31

Demostrados los supuestos del modelo de efectos aleatorios, se detalla el análisis de varianza realizado para determinar si hay diferencias entre las variabilidades de los tratamientos:

Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 32

Del análisis de varianza surge un "Pvalue" que es inferior a 0,05 de modo que se rechaza la hipótesis nula (H0) de que no hay diferencias entre la variabilidad de los tratamientos a un nivel de significación del 5%.
Para determinar las diferencias entre tratamientos se efectuó la siguiente prueba de Tukey:
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 33

Del mismo modo, para el porcentaje de proteína en grano, el modelo cumple con los cuatro supuestos necesarios:

• Primero, se asignaron los tratamientos aleatoriamente a cada parcela dentro del bloque.
• Segundo, se cumple el supuesto de aditividad entre bloques y tratamientos, de modo que las diferencias entre las medias de los tratamientos se mantienen igual en  todos los bloques, como lo muestra el siguiente Test de Tukey y el gráfico de aditividad bloque-tratamiento (fig.29):
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 34

Aditividad entre bloques y tratamientos para la variable porcentaje de proteína en grano. (fig.29)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 35

• Tercero, se da la homogeneidad de varianza de los errores como lo indica el gráfico de los valores residuales vs. los valores estimados (predichos) (fig.30) y el siguiente Test de Levene que da un "P value" mayor a un nivel de significación del 5%, lo que implica el no rechazo de la hipótesis nula cumpliendo con el tercer supuesto:
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 36

O, lo que es lo mismo, para un nivel de significación del 5% F (a, t - 1, t (r - 1)) = 2,2501314770 por lo q el F calculado es menor que el de tabla debiendo aceptar el cumplimiento del supuesto de homogeneidad de varianza de los errores.

Residuos vs.predichos de la variable "% de proteína en grano". (fig.30)
 Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 37

• Cuarto y último; se cumple con el supuesto de normalidad de los errores como se verifica en los siguientes gráficos:

Gráfico de la caja sobre los residuales de la variable "% de proteína". (fig.31)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 38

Gráfico de tallo y hoja para los residuales de la variable "% de proteína". (fig.32)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 39

Gráfico de probabilidad normal para los residuales de la variable "% de proteína". (fig.33)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 40

Demostrados los supuestos del modelo de efectos aleatorios, se detalla el ANOVA realizado para determinar si hay diferencias entre las variabilidades de los tratamientos para el porcentaje de proteína en grano:

Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 41

Del ANOVA surge un "Pvalue" que es inferior a 0,05 de modo que se rechaza la hipótesis nula (H0) de que no hay diferencias entre la variabilidad de los tratamientos a un nivel de significación del 5% en lo que respecta a los porcentajes de proteína en grano. El siguiente Test de Tukey muestra las diferencias entre tratamientos:
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 42

Finalmente y terminando con el análisis estadístico de las variables evaluadas en el ensayo, para el porcentaje de gluten en el grano de trigo, el modelo propuesto también cumple con los cuatro supuestos necesarios:

• Primero, se asignaron los tratamientos aleatoriamente a cada parcela dentro del bloque.
• Segundo, se cumple el supuesto de aditividad entre bloques y tratamientos, de modo que las diferencias entre las medias de los tratamientos se mantienen igual en todos los bloques, como lo muestra el siguiente Test de Tukey y el gráfico de aditividad bloque-tratamiento (fig.34):
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 43

Aditividad entre bloques y tratamientos para la variable gluten en grano. (fig.34)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 44

• Tercero, hay homogeneidad de varianza en los errores como lo indica el gráfico de los valores residuales vs. los valores estimados (predichos) (fig.) y el siguiente Test de Levene que da un "P value" (0,2827) mayor a un nivel de significación del 5%, lo que implica el no rechazo de la hipótesis nula cumpliendo con el tercer supuesto:
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 45

Residuos vs.predichos de la variable gluten en grano. (fig.35)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 46

• Cuarto y último; el análisis estadístico de la variable gluten en grano cumple con el supuesto de normalidad de los errores como se verifica en los siguientes gráficos:

Gráfico de la caja mostrando la normalidad de los datos recogidos para el gluten en grano. (fig.36)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 47

Gráfico de tallo y hoja para los residuales de la variable gluten en grano. (fig.37)

Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 48

Gráfico de probabilidad normal para los residuales de la variable gluten en grano. (fig.38)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 49

Comprobados los supuestos del modelo, se realiza un análisis de varianza para determinar si hay diferencias entre las variabilidades de los tratamientos en lo que respecta al gluten en grano:

Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 50

 De este ANOVA surge un "Pvalue" que es inferior a 0,05 de modo que se rechaza la hipótesis nula (H0) de que no hay diferencias entre la variabilidad de los tratamientos a un nivel de significación del 5% en lo que respecta a la variable gluten en grano. Se realiza un Test de Tukey para ver las diferencias entre los tratamientos:

Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 51


RESULTADOS Y DISCUSIONES

En la siguiente tabla se vuelcan los resultados de las tres principales variables analizadas en el ensayo:

Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 52

Y a continuación una tabla resumiendo los promedios de las cuatro repeticiones de cada tratamiento:

Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 53

Éstos se utilizaron para realizar el análisis estadístico que se presenta en capítulo anterior.

Las precipitaciones durante el ciclo del cultivo fueron las siguientes:
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 54

A continuación se observan una serie de gráficos que representan mejor los datos para el análisis.

Gráfico de rindes de los distintos tratamientos. (fig.39)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 55

Del análisis de la fig.39 surgen varios comentarios, pero vale aclarar primero que todos los tratamientos superaron al testigo, por lo que se puede decir que la fertilización nitrogenada aumentó los rendimientos. Esto no hace más que concordar con varias publicaciones que expresan lo mismo.

Si quisiéramos entender mejor cómo y por qué, serían de gran ayuda los siguientes gráficos, que muestran los principales componentes que hacen al rendimiento, como lo son el número de granos por unidad de superficie y el peso de los mil granos:

Relación entre el peso de los 1000 granos y el rendimiento. (fig.40)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 56


Relación entre el número de granos/m2 y el rendimiento. (fig.41)

Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 57

Evidentemente como muestran las líneas de tendencia de los gráficos, ambas variables, número de granos/m2 y peso de mil granos, se correlacionaron positivamente con el rendimiento, pero el número de granos tiene una correlación mucho mayor (R2=0,9226) que el peso de los mismos (R2=0,1833), por lo que este componente se asoció mejor con la generación del rinde en el ensayo, que el peso de los granos.
Similares resultados fueron encontrados por Falotico et.al. (1999) entre otros.

Relación entre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano. (fig.42)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 58


Del análisis de este gráfico surge una correlación positiva (R2=0,353) entre el porcentaje de proteína en grano y el rendimiento. Varios trabajos han demostrado que a una disponibilidad de nitrógeno dada, existe una relación inversa entre el porcentaje de proteína del grano y el rendimiento, pero no es el caso de este ensayo en el que se han realizado aportes nitrogenados a distintas dosis y etapas fenológicas. La relación proteína vs. rendimiento puede modificarse manejando el nitrógeno absorbido por el cultivo. 5

Como evidenció el Test de Tukey en el análisis estadístico los únicos tratamientos que obtuvieron un porcentaje de proteína diferencial, es decir, por encima del 11%, fueron los tratamientos 9, 2 y 3, que son los únicos que recibieron una fertilización nitrogenada a razón de 50 unidades de N/HA, ya sea a través de UAN solo o de la mezcla ENTEC 26 (77%) + UAN (23%). Además de ser los únicos tres tratamientos que superaron los 4000 kgs/HA de rendimiento.

Calvo et.al. (2006) explican que la relación entre el rendimiento y el contenido de proteína en grano depende de la disponibilidad de N (fig.43). En situaciones de baja disponibilidad de N, el rendimiento del cultivo aumenta por el agregado de este nutriente, mientras que los niveles de proteína en grano no se modifican o disminuyen; en situación de disponibilidad media, el agregado de N incrementa simultáneamente los rendimientos y la proteína; y frente a alta disponibilidad de N la fertilización con este nutriente provoca solamente un efecto sobre la concentración de proteína en grano.

Relación entre el rendimiento y el contenido de proteína en grano según la disponibilidad de N. (fig.43) (Calvo et.al., 2006)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 59

Evidentemente, los tratamientos 2, 3 y 9 tuvieron una mediana a alta disponibilidad de N (50 kgs N/Ha) y el resto una disponibilidad media-baja (30-N, 20-N, foliar) ya que sólo aumentaron el rinde, sin aumentar significativamente también el porcentaje de proteína en grano. Esto no significa que no hayan aumentado; todos los tratamientos, excepto el tratamiento Nº4 (Entec 26 (77%) + UAN (23%) a razón de 30 unidades de N/Ha), muestran un incremento en el porcentaje de proteína respecto del testigo que llegan a un máximo del 1,55%, pero sólo son aumentos significativos los de los tratamientos 2, 3 y 9.

Continuando con el análisis del ensayo buscando ver qué estrategia se adapta mejor para la obtención de trigos de calidad, se grafican los contenidos de gluten para los distintos rendimientos:
Rendimiento versus contenido de gluten. (fig.44)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 60

El gráfico señala una correlación positiva (R2=0,3585) entre el contenido de gluten y el rendimiento. Altos rendimientos se asociaron con las dosis de N/Ha más altas, y éstas con los contenidos de gluten mayores.

El incremento en el rendimiento de grano es uno de los objetivos principales que busca el productor. Sin embargo, en el marco de una agricultura que responda a las necesidades del mercado consumidor, es necesario apuntar a maximizar la rentabilidad de la empresa agropecuaria, contando con estrategias de manejo y cultivares que sean significativamente superiores desde el punto de vista cualitativo.

Contenido de gluten y porcentaje de proteína de los distintos tratamientos. (fig.45) 
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 61

En la figura 45 se observa cómo a medida que aumenta el porcentaje de proteína en grano se eleva también el contenido de gluten. La mayoría de la proteína del endosperma del trigo es gluten, un complejo visco-elástico conformado por proteínas insolubles en agua o en soluciones salinas. Incrementos en el contenido proteico del grano, trajeron aparejado un aumento en el contenido del gluten. Éstos mismos resultados fueron publicados por Darwich N. y Darwich G. (2004) entre otros. 

Por último, en la siguiente tabla se pueden ver las diferentes eficiencias de uso del Nitrógeno para los distintos tratamientos:

Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 62

Sobresale la eficiencia en el uso del N aportado por el tratamiento nº5, lo que en general, indicaría el mejor aprovechamiento de estos tipos de fertilizantes; pero tal afirmación no puede ser confirmada debido a que los otros tres tratamientos que utilizaron fertilizantes foliares (6, 7 y 8), ya sea porque fueron empleados conjuntamente con fertilizantes líquidos o por otros motivos, no arrojaron los mismos resultados.

La siguiente tabla muestra la eficiencia del uso del Nitrógeno en base a la extracción de N. La misma se calculó considerando un valor promedio del contenido de N de las proteínas: 

Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 63

Valores por encima de uno, como los registrados por el tratamiento nº5, pueden deberse a que los fertilizantes provocaron una mayor retraslocación y movimiento del N que se hallaba en otras estructuras hacia los granos y/o debido a una mayor exploración radicular que permitió una mejor absorción.

Por lo visto anteriormente se puede decir que, en general, los tratamientos fertilizados en 2-3 hojas, tuvieron mejor rendimiento, (que se debió a un mayor número de granos por unidad de superficie), mejor contenido proteico y gluten en grano, que los tratamientos fertilizados en hoja bandera. Particularmente, el tratamiento de mayor tecnología, es decir el nº9, que combina un fertilizante con inhibidor de la nitrificación con un fertilizante líquido y un fungicida (Entec 26 (77%) + UAN (23%) - a razón de 50 unidades de N/Ha - + Opera) fue el que tuvo mejor rinde; pero no mejor proteína y gluten, parámetros que se obtuvieron con el tratamiento nº2 (UAN solo - a razón de 50 unidades de N/Ha - ). Lo que indicaría que mediante esta estrategia, se tiene una mayor disponibilidad nitrogenada, respecto del tratamiento con Entec 26 + UAN (a iguales unidades de N/Ha), ya que no pueden ser atribuibles éstos parámetros de proteína y gluten a un bajo rendimiento, porque el tratamiento nº2, se encuentra en segundo lugar a tan solo 47 kgs/ha menos que el primero. Lo que se confirma además, comparando el tratamiento nº2 con el nº3; ambos fertilizados con una dosis de 50 N, aunque, en el que se utilizó UAN solo, en vez de la mezcla Entec 26 (77%) + UAN (23%), obtuvo mejor rinde (más de 600 kg.ha-1), mejor proteína y gluten. Es decir que, ya sea por pérdidas de lixiviación, volatilización, o de algún otro tipo, en el tratamiento con Entec 26 + UAN, el cultivo tendría menor disponibilidad de N.

En lo que respecta a la interacción realizada por el fungicida podemos observar que se obtuvieron diferenciales de rinde de 649 kg.ha-1, 190 kg.ha-1 y 139,7 kg.ha-1 para los tratamientos 9,8 y 10 comparados con sus controles que fueron los tratamientos 3,6 y 4 respectivamente. 

Estos resultados evidencian que hubo una correlación positiva entre el rendimiento y la nutrición nitrogenada, ya que a mayores dosis de N se obtuvieron mayores respuestas de rinde en los tratamientos con fungicida respecto de los controles.
Además, todos los tratamientos tratados con Opera lograron comparativamente un mayor porcentaje de proteína y gluten en grano Estos resultados pueden deberse a efectos adicionales sinérgicos de la estrobirulina Pyraclostrobin sobre la fisiología del cultivo interviniendo en la formación de granos y en la generación del rinde.

Durante todo el ciclo del cultivo no se registró presencia de enfermedades, sin embargo, Abbate (2005) afirma que, a pesar de que las hojas son un sitio de almacenaje importante del nitrógeno del cultivo, la información disponible indica que la remoción de hojas (y de nitrógeno) que involucra la defoliación y las enfermedades foliares no reducen el porcentaje proteico del grano. 

Por otro lado, cabe señalar que aunque el ensayo no permite tal afirmación, se puede ver una cierta tendencia de que los tratamientos foliares tienden más a aumentar el peso de los granos que el número de los mismos, lo que sería de esperar, debido a la etapa fenológica en la que se aplican.

En lo que respecta a la evaluación de la concentración de nitratos en los seudotallos del cultivo de trigo, como método de diagnóstico para evaluar la nutrición nitrogenada, se debe decir que no fueron considerados los datos obtenidos, ya que el análisis del jugo de base de tallo se realizó en una etapa fenológica muy tardía y luego de espiguilla terminal la medición deja de tener correlación.

Por último, y como un mero ejemplo comparativo, se propone un margen bruto esperado de cada tratamiento, para ver cuál sería, en principio, la estrategia más rentable. Obviamente, no es la finalidad de este cuadro representar la estricta realidad del mercado, ya que tanto el precio del cereal como el resto de las variables han ido variando y fluctúan a lo largo del tiempo.
 
Notas:
- Tratamiento nº6. La aplicación de UAN se puede realizar pulverizada en mezcla con los herbicidas por lo que no se ve afectado el costo por una aplicación más.
- Tratamiento nº8. La aplicación de UAN se puede realizar pulverizada en mezcla con los herbicidas, por lo que no se ve afectado el costo por una aplicación más, del mismo modo que el fungicida que se aplica en mezcla con los fertilizantes foliares.

Margen bruto esperado (fig.46)
Diferentes estrategias de fertilización nitrogenada y su interacción con la aplicación de un fungicida sobre el rendimiento y el porcentaje de proteína en grano en el cultivo de trigo - Image 66

Las más altas rentabilidades se obtienen con los más altos rindes (4613 kgs/ha del trat. nº2 y 4660 kgs/ha del trat. Nº9), sin embargo, tratamientos con altos rindes como el nº3, 4 y 10, logran menores rentabilidades respecto del testigo debido a los altos costos de los fertilizantes inhibidores de la nitrificación.


CONSIDERACIONES FINALES
Se han evaluado en este ensayo distintos paquetes tecnológicos y estrategias de fertilización, logrando en primera instancia una adecuada comprobación y documentación de los resultados validados "in situ", generando información valiosa para la zona.

Resultaría dogmático establecer cuál o qué estrategia es la más conveniente, pero no es esa la finalidad de este ensayo, sino más bien continuar aportando ideas e información para tratar de lograr conocimientos. Éstos deben permitir adecuarnos mejor a las cambiantes condiciones de producción y mejorar las ecuaciones económicas haciéndolas más rentables.

Las fertilizaciones tempranas de mayores dosis mostraron los mejores resultados del ensayo en cuanto a rendimiento, porcentaje de proteína en grano y contenido de gluten, condiciones que permitirían lograr un sobreprecio en la molinería y así obtener una mayor rentabilidad.

En cuanto a la utilización de fertilizantes con inhibidores de la nitrificación, vale aclarar que éstos arrojaron menores respuestas a iguales dosis de N, lo que posiblemente se debió a las condiciones climáticas en las que se desarrolló el cultivo, de temperaturas frías y escasas precipitaciones durante la etapa de macollaje. Es de esperar que se expresen mejor sus cualidades en cultivos de gruesa debido a que las condiciones atmosféricas con que se desarrollan éstos favorecen la mineralización y las pérdidas de N. Los menores rindes y el alto costo de esta tecnología determinan menores márgenes brutos respecto del testigo.

Los fertilizantes foliares si bien, presentaron una altísima eficiencia en el uso del N (cuando se utilizaron solos), no lograron, aún cuando se utilizaron en combinación con fertilizaciones líquidas tempranas, equiparar a los resultados de rinde, proteína y gluten obtenidos con las mayores dosis de N. Éstos parecen asociar mejor su rendimiento con el peso de los granos que con el número; lo que convendría seguir estudiando.

La aplicación del fungicida logró aumentos en el rendimiento, en el porcentaje proteico en grano y en el contenido de gluten; mostró además, una interacción positiva entre el rendimiento y las dosis más altas de N, logrando mayores diferenciales de rinde con dosis nitrogenadas más altas, posiblemente debido al efecto de la estrobirulina.

Sería útil seguir ajustando los diagnósticos de la nutrición nitrogenada ensayando los análisis del jugo de base de tallos que permitan más y mejores parámetros que correlacionen deficiencias o excesos. 
Resultaría conveniente además, seguir analizando y evaluando distintas estrategias, poniendo énfasis en aquellas que impliquen mayores dosis nitrogenadas, para tratar de lograr mejores resultados físicos, cualitativos y económicos.
 
 
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1 Gran parte del desarrollo de este capítulo se sustenta en apuntes de la Cátedra de Manejo de Suelos y Fertilidad (FCA-UCA) de la Ing.P.A. Marisa Pinácoli.
2 La descripción de estos tres grupos se basa en los respectivos capítulos de fijación del N de los autores Thopson (1965), Teuscher y Adler (1965) y Tisdale y Nelson (1991).
3 Hay autores que señalan a este proceso como aminización pero es la misma descomposición hidrolítica de las proteínas. 
4
No hay diferenciación oficial entre fertilizantes de liberación lenta y fertilizantes de liberación controlada. Sin embargo, comúnmente los productos nitrogenados, microbiológicamente descompuestos, tales como formaldehídos de urea, son referidos a fertilizantes de liberación lenta y los productos encapsulados o recubiertos, a fertilizantes de liberación controlada. 
5
Ver la cita de Abbate (2005) en el capítulo 3.1. Bases Fisiológicas. 
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Autores:
Matungui To
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Leonel Soda
16 de noviembre de 2010
En mi zona las ventajas de particionar la fertilización nitrogenada resultó exitosa en trigos de ciclos largos. En ciclos cortos no se ven ventajas.
Alvaro Morales Castro
19 de noviembre de 2010
Excelente artículo.muy ilustrativo.felicidades
Claudio Benitez Palazzesi
Universidad Nacional de Rosario - UNR
5 de noviembre de 2010
Muchas gracias Matías.
Matungui To
30 de octubre de 2010
Estimado Claudio, gracias por tus comentarios. En general te diría que sí aumenta la eficiencia en el uso del Nitrógeno repartir dosis entre siembra y macollaje. Este trabajo data de 2005 pero en gral. creo no ha perdido vigencia. No hay reglas pero como recomendación.. análisis suelos, fertilización a la siembra, medición en macollaje de la nutrición del cultivo y en base a este ajustar dosis de la fertilización en macollaje. Fertilizantes foliares para subir prot en grano es otro cantar.. En gral tienen comportamientos buenos pero erráticos y personalmente pienso que la prot en grano tiene gran correlatividad con las condiciones atmosféricas durante llenado de granos, el GENOTIPO, y las condiciones del cultivo (nº espigas, nº granos/espiga, RINDEm etc).. Saludos Ing.Matías Massa
Williams Pelaez
27 de octubre de 2010
realmente felicito a la redaccion de este articulo lo catalogo como prefesional de excelente y de gran utilidad al productor y al profesional del agro
Claudio Benitez Palazzesi
Universidad Nacional de Rosario - UNR
22 de octubre de 2010
Estimado: Excelente el trabajo, queria consultarte acerca de como incide, el momento de la fertiliziacion en la ontogenia del cultivo en la Eficiencia del Uso del Nitrogeno. Particularmente si aumenta la eficiencia dividir la dosis en a la siembra y macollaje, agregar un foliar para incrementos en los tenores de proteina. Saludos cordiales.
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