Explorar
Comunidades en español
Anunciar en Engormix

Paraplow y cultivos de cobertura: efecto sobre algunas propiedades fisicas bajo siembra directa

Publicado: 8 de noviembre de 2014
Por: Santiago Tourn; Domínguez, G.F.; Maria De Los Angeles Agostini; Guillermo Studdert. Facultad de Ciencias Agrarias, UNMdP, Unidad Integrada Balcarce (Buenos Aires, Argentina)
INTRODUCCIÓN
El incremento en la producción de alimentos necesarios para sostener el creciente aumento poblacional debería orientarse a lograr una mayor eficiencia de uso de los agroecosistemas actuales, manteniendo la calidad del suelo lo más inalterada posible (Lal, 2010). El uso intenso e inadecuado del suelo puede generar alteraciones en la calidad del suelo, afectando su normal funcionamiento y aumentando la erosión. Uno de los efectos más frecuentes es el deterioro físico por formación de capas compactadas. Esto se manifiesta en aumento de la densidad aparente (DA) y altera la geometría y distribución de los poros, lo que aumenta su resistencia mecánica a la penetración (RMP) y disminuye la infiltración de agua (Hamza & Anderson, 2005). Así se afecta el crecimiento de los cultivos por reducción de la captura de agua debido a la menor exploración radical, y de la radiación por reducción del crecimiento del canopeo (Sadras et al., 2005).
En la Argentina, el deterioro de las propiedades físicas y químicas de los suelos como resultado del uso agrícola, está presente en la mayoría de las tierras bajo cultivo. Debido a esto, en las principales zonas de cultivo, se han adoptado sistemas de labranza conservacionista como la siembra directa (SD) (Botta et al., 2007). La SD es propuesta como una alternativa a los sistemas de cultivo convencionales para evitar o reducir la degradación del suelo a través de la disminución de los laboreos y mantenimiento de residuos de cosecha en superficie. No obstante, se ha reportado que, más allá de sus ventajas en la conservación del agua y la protección de suelo contra la erosión (Blevins & Frye, 1993), el uso continuo de SD puede generar aumentos de DA y afectar la porosidad del suelo. En el Sudeste Bonaerense (SEB) la producción de cultivos bajo laboreo (LC) ha ido disminuyendo sostenidamente, mientras que la utilización de SD hoy abarca el 80% de la superficie sembrada (AAPRESID, 2013). Esta tendencia y las características de los suelos del SEB permiten prever que el uso continuo de la SD en planteos de agricultura continuada podría generar efectos negativos sobre el suelo y la productividad de los cultivos.
Existen diferentes alternativas para manejar o revertir la compactación, tales como: control del tráfico, intervención en el suelo con implementos de labranza y selección de una rotación que incluya cultivos con raíces capaces de penetrar y romper capas compactadas (Hamza & Anderson, 2005). La combinación de SD con una o más de ellas, permitiría mantener el uso del sistema de manera continua en el tiempo (Ferraris, 2004) y aprovechar sus ventajas. Diversos autores (Franzluebbers et al., 2007; Motavalli et al., 2003), informaron que el uso de paraplow (PP) en un sistema bajo SD continua generaba mayor disponibilidad de N. Asimismo, se ha reportado que la utilización del PP, llevó a incrementos en el rendimiento de maíz (Zea mays L.) debido a una menor RMP y a una mayor disponibilidad hídrica y accesibilidad a los recursos para las raíces (Álvarez et al., 2009).
Otra de las alternativas planteadas para contrarrestar los efectos de la compactación sería la intensificación de la agricultura introduciendo cultivos de cobertura (CC) en la rotación (Restovich et al., 2011). Los CC pueden ser utilizados con el fin de reducir la compactación a través del crecimiento de sus raíces, minimizar el lavado de nitratos en exceso, incrementar el contenido de C y N del suelo, controlar malezas y aportar N mineral al cultivo siguiente (Cherr et al., 2006). Villamil et al. (2006) afirmaron que la introducción de CC invernales en la secuencia puede provocar disminuciones en la DA del suelo y aumentar considerablemente la porosidad total gracias a que sus raíces exploran mejor el suelo y mejoran la porosidad estructural
No existen estudios en la zona respecto a la utilización de prácticas que disminuyan o eviten la posible mayor compactación asociada con el uso continuo de la SD. Por lo tanto, es de interés estudiar los efectos del uso del PP y de CC para evaluar cómo afectan algunas propiedades físicas de suelos bajo agricultura continua con SD.
Para las condiciones del SEB se hipotetiza que 1) la aplicación de PP y el uso de CC mejora las condiciones físicas de suelo y los rendimientos del maíz, y 2) la mejora del rendimiento del maíz se relaciona más con el efecto del PP y de los CC sobre la dinámica de N que sobre las propiedades físicas del suelo.
 
MATERIALES Y MÉTODOS
La experiencia se llevó a cabo durante el ciclo agrícola 2011/2012 en el establecimiento El Volcán, localizado en el Partido de Balcarce, Buenos Aires. El suelo del sitio experimental es un Argiudol típico serie Mar del Plata (INTA, 1979) con 5,7 % de materia orgánica (MO), pH 6,3 y porcentaje de sodio intercambiable (PSI) de 7,1 en superficie. El lote estuvo agricultura continua por alrededor de 20 años, siendo los últimos 18 bajo SD. La secuencia de cultivos fue, soja (Glycine max (L.) Merr) / intercultivo trigo (Triticum aestivum L.)–soja / maíz bajo riego por aspersión (sistema de pivote central). El ensayo se inició sobre un rastrojo de intercultivo trigo-soja. El diseño experimental fue en bloques completos aleatorizados con un arreglo de tratamientos en parcelas sub-divididas con tres repeticiones. A las parcelas principales se les asignó aleatoriamente el factor “uso de PP” con dos niveles: 1) sin PP y 2) con PP. A las sub-parcelas se les asignó el factor “CC” con tres niveles: 1) sin CC, 2) con trigo, y 3) con vicia (Vicia sativa L.). A las sub-sub-parcelas se les asignó el factor “fertilización nitrogenada” (FN) en el cultivo de maíz con dos niveles: 1) sin N: 0 kg N ha-1 y 2) con N: 150 kg N ha-1.
El 26/5/2011 fue aplicado el PP en las unidades experimentales correspondientes a una profundidad de 30 cm, seguido por la siembra de la avena y la vicia a razón de 150 kg de semilla ha-1 y 30 kg de semilla ha-1, respectivamente. El matado de los CC se realizó con la aplicación de 3,0 L ha-1 de glifosato (66,20 %, Roundup Full II) una semana antes de la siembra del maíz. El híbrido de maíz Dekalb 670 fue sembrado el 5/11/2011 con sembradora de SD a una distancia entre líneas de 52 cm y una densidad de 82000 semillas ha-1.
El 20/12/2011 (estadio V6), se realizó la aplicación de N en forma líquida (32-0-0, UAN 32) a razón de 150 kg N ha-1 (468,75 L UAN ha-1), en las sub-subparcelas correspondientes.
A la siembra y a la cosecha del maíz se extrajeron muestras de suelo a las profundidades de 0-10, 10-20 y 20-30 cm para determinar el contenido de hídrico del suelo (CHS) por el método gravimétrico, la DA (Maurette et al., 2012). Se determinó la RMP con penetrómetro de cono estandarizado (cono de 30º y 323 mm2 de base, A.S.A.E. Standard S313) con elemento sensible de anillo (Soiltest, EEUU) hasta los 40 cm de profundidad. Se midió la tasa de infiltración (TI) mediante un método simplificado con anillo simple (USDA, 1999). Se tomaron muestras para determinar el contenido de N-NO3- a la siembra del cultivo a 0-20 cm y 20-60 cm y al estado V6 a 0-30 cm. El contenido de N-NO3- se determinó por el método colorimétrico (Keeney & Nelson, 1982). Al momento de matado de los CC se determinó la acumulación de materia seca (MS) en la biomasa aérea recolectando el material vegetal presente en un marco (0,35 m x 0,35 m) y luego fue secado. El rendimiento del maíz se determinó cosechando manualmente espigas de dos surcos apareados de 9,61 m lineales en dos sectores de cada unidad experimental, las espigas fueron trilladas y el rendimiento expresado al 14,5% de humedad del grano.
 
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Las interacciones CC x PP x momento de muestreo (MOM), CC x PP, PP x MOM y CC x MOM, no fueron significativas (p>0,05), ni existieron diferencias entre MOM y PP sobre el CHS a ninguna de las profundidades analizadas. Sólo la vicia presentó CHS menor (p<0,05) al momento de la siembra (0-30 cm) (31,1 %v/v), siendo este último valor inferior al de capacidad de campo (34,6 %v/v, Travasso & Suero, 1994).
Por otro lado, no hubo interacciones significativas (p>0,05) CC x PP x MOM, CC x PP, CC x MOM y PP x MOM sobre la DA. Los valores de DA promedio entre las tres profundidades analizadas (0- 30 cm) a la cosecha fueron superiores (p<0,05) que los medidos a la siembra del cultivo de maíz (Figura 1). La mayor DA a la cosecha del maíz podría deberse a la carga ejercida en el suelo por el tráfico de maquinarias (Jorajuria et al., 1997) entre el primer y el segundo muestreo para fertilización, control de malezas y cosecha mecánica del ensayo completo. No obstante, los valores de DA estuvieron por debajo del umbral (1,40-1,50 Mg m-3) reportado para suelos del SEB (Fabrizi et al., 2005). Contrariamente a lo esperado (Aparicio & Costa, 2007), la DA no presentó diferencias (p>0,05) entre usos de PP (1,24±0,02 Mg m-3 y 1,24±0,03 Mg m-3 sin y con PP, respectivamente). Tampoco hubo efecto (p>0,05) de los CC sobre la DA (1,24±0,03 Mg m-3, 1,27±0,03 Mg cm-3, 1,22±0,03 Mg cm-3 para sin CC, trigo y vicia, respectivamente). Esto podría deberse a que el lote utilizado en este estudio no tenía historia de uso de CC y, por lo tanto, los efectos positivos esperados sobre la porosidad del suelo por la presencia de raíces activas en el suelo durante los periodos entre cultivos de cosecha, no llegaron a manifestarse.
 
Figura 1. Valores de densidad aparente (0-30 cm) en los dos momentos de muestreo. Letras diferentes representan diferencias significativas (p<0,05) entre momentos de muestreo. Barras verticales indican error estándar de la media.
Paraplow y cultivos de cobertura: efecto sobre algunas propiedades fisicas bajo siembra directa - Image 1
 
Por otra parte, sólo la interacción CC x MOM fue significativa (p<0,05) sobre la RMP, en todas las profundidades analizadas. La RMP determinada a la siembra luego de vicia, fue mayor (p<0,05) que en el tratamiento trigo y sin CC (Figura 2a), esto puede ser atribuido al menor (p<0,05) CHS, ya que la RMP es muy sensible a las diferencias en esta variable (Cazorla & Masiero, 2005). La ausencia de diferencias significativas (p>0,05) entre CC a la siembra del maíz podría explicarse porque el CHS en ese momento estuvo cercano a capacidad de campo y sin diferencias entre CC. En general, el uso de PP provocó disminuciones en la RMP, pero éstas fueron significativas (p<0,05) a partir de los 5 cm y hasta los 30 cm de profundidad (Figura 2b) que fue la profundidad de labor. El hecho de que la interacción PP x MOM no fuera significativa indica que el efecto del PP sobre la RMP se mantuvo al menos hasta luego de la cosecha del maíz.
 
Figura 2. Resistencia mecánica a la penetración hasta 40 cm de profundidad para dos momentos de muestreo (C: cosecha; S: siembra) y distintos cultivos de cobertura (TS: testigo; T: trigo; V: vicia) (a) y con y sin paraplow (PP) (b). Letras distintas representan diferencias significativas (p<0,05) a cada profundidad.
Paraplow y cultivos de cobertura: efecto sobre algunas propiedades fisicas bajo siembra directa - Image 2
 
Por otra parte, la TI en la corrida 1 no fue afectada (p>0,05) por las interacciones CC x PP x MOM, CC x MOM y CC x PP y sí lo fue (p<0,05) por PP x MOM. Para la corrida 2, no hubo interacción significativa (p>0,05) CC x PP x MOM, CC x PP; CC x MOM ni PP x MOM sobre la TI. No obstante, para la corrida 1 y 2, hubo diferencias significativas (p<0,05) en la TI cuando se utilizó PP (Figura 3). La mayor TI producida a la siembra en los tratamientos con PP respecto a sin PP, 300% y 150% para las corridas 1 y 2, respectivamente (Figura 3), puede atribuirse a que la remoción del suelo genera una geometría de poros que favorece el movimiento del agua a través del perfil (Balbuena et al., 2009). Sin embargo, la mejoría desapareció a la cosecha del cultivo (Figura 3). Asimismo, las TI en la corrida 2 fueron mucho menores que lo que podría haberse esperado según la corrida 1 (Figura 3). De acuerdo con lo mencionado, no se han recogido evidencias de una afectación de las propiedades físicas del suelo que pudieran relacionarse con la magnitud de la reducción de las TI. Sin embargo, al inicio del ensayo el suelo bajo estudio presentó valores muy elevados de PSI (7,1 %) en los primeros 20 centímetros del suelo. Este valor de PSI podría relacionarse con la magnitud de los cambios observados en las TI (Peinemann, 1997) dado que el humedecimiento del suelo producido en la corrida 1 junto con las elevadas concentraciones de sodio, puede haber provocado una dispersión del suelo tal que hizo que en la corrida 2, los valores de TI disminuyeran abruptamente (Figura 3b).
 
Figura 3. Tasa de infiltración registrada en la corrida 1 (a) y en la corrida 2 (b) para diferentes niveles de paraplow (PP) a la siembra y cosecha de maíz. Letras minúsculas diferentes indican diferencias significativas (p<0,05) entre niveles de PP para cada momento y letras mayúsculas diferentes indican diferencias significativas (p<0,05) entre momento de muestreos para cada nivel de PP. Las barras verticales indican error estándar de la media.
Paraplow y cultivos de cobertura: efecto sobre algunas propiedades fisicas bajo siembra directa - Image 3
 
La acumulación de MS en la biomasa aérea de trigo y vicia fue muy baja (Singogo et al., 1996; Diez, 2012) y no presentó diferencias (p>0,05) entre los niveles de PP (1,72±0,17 Mg MS ha-1 y 1,76±0,16 Mg MS ha-1 para trigo con y sin PP, respectivamente, y 1,02±0,07 kg Ms ha-1 y 1,20 Mg±0,12 MS ha-1 para vicia con y sin PP, respectivamente). El crecimiento de los CC habría estado limitado por la disponibilidad de agua en los últimos 3 meses de su ciclo (sólo 55 mm de precipitación) Además, esto posiblemente haya limitado la expresión del efecto esperado por el uso de PP en la acumulación de biomasa aérea. No obstante, el trigo presentó mayor biomasa aérea que la vicia (1,71±0,09 Mg MS ha-1 y 1,10±0,08 Mg MS ha-1, respectivamente).
No hubo interacción significativa (p>0,05) entre CC y PP sobre el contenido de N-NO-3 a la siembra del maíz. Por otro lado, los diferentes usos de PP no generaron diferencias significativas (p>0,05) en el contenido de N-NO-3 a la siembra a ninguna de las profundidades analizadas (datos no mostrados). En cuanto al uso de CC, el contenido de N-NO-3 en 0-60 cm a la siembra, no fue diferente (p>0,05) entre los tratamientos con vicia (25,6 kg N-NO-3 ha-1) y trigo (21,7 kg N-NO-3 ha-1), pero sí lo fue (p<0,05) entre éstos y el testigo sin CC (44,0 kg N-NO-3 ha-1). El menor (p<0,05) contenido de N-NO-3 en el suelo cuando se usaron trigo y vicia como CC podría ser debido, en parte, a que una fracción del N-NO-3 disponible en el suelo fue absorbido por las raíces de los CC y destinada a la producción de biomasa vegetal (Villamil et al., 2006) y, por otra, al escaso tiempo que transcurrió entre el matado de los CC y la siembra del maíz.
En el estadio V6 del maíz no hubo interacción significativa (p>0,05) CC x PP sobre el contenido de N-NO-3, cómo así tampoco diferencias significativas (p>0,05) entre niveles de uso de PP. Los menores contenidos de N-NO-3 registrados con trigo y vicia respecto al testigo sin CC a la siembra del maíz, no se observaron en V6 (42,0 kg N-NO-3 ha-1, 39,3 kg N-NO-3 ha-1 36,7 kg N-NO-3 ha-1 para testigo sin CC, CC trigo y CC vicia respectivamente). Las temperaturas medias (22,5 ºC) y las precipitaciones (170,0 mm) ocurridas entre el matado de los CC y V6 del maíz podrían explicar lo ocurrido, dado que el escaso volumen de residuos de CC expuesto a estas condiciones, podría acelerar su descomposición y consecuentemente aportar N-NO-3 al suelo (Ruffo & Parsons, 2004). Las interacciones CC x PP x FN, PP x CC, PP x FN y CC x FN sobre el rendimiento en grano de maíz, no fueron significativas (p>0,05). Por otro lado, los rendimientos de maíz no presentaron diferencias (p>0,05) cuando se utilizó PP (9,60 Mg ha-1 y 8,89 Mg ha-1 con y sin PP, respectivamente). Asimismo el uso de trigo y vicia no generó rendimientos diferentes (p>0,05) al testigo sin CC (9,80 Mg ha-1, 9,10 Mg ha-1 y 8,90 Mg ha-1 para testigo sin CC, vicia y trigo, respectivamente). La escasa remoción generada por el PP y la baja acumulación de biomasa aérea de los CC habrían sido los motivos por los que no se provocaron ofertas diferenciales significativas de N-NO-3 para el cultivo, que se hubieran manifestado en diferente rendimiento, respecto a los testigos sin PP y CC. Por otra parte, la FN provocó incrementos (p<0,05) en el rendimiento de maíz (9,20 Mg ha-1 y 12,10 Mg ha-1 para sin N y con N, respectivamente) registrándose una respuesta a la FN de 2,80 Mg ha-1. Esta se explicaría por el bajo contenido de N-NO-3 (0-30 cm) determinado en V6 (39,4 kg N-NO-3 ha-1), dado que el umbral para el 95% de rendimiento máximo es de 81-82 kg N-NO-3 ha-1 (Sainz Rozas et al., 2008).
La falta de un diagnóstico adecuado de las condiciones de la salud del suelo, puede llevar a que se implemente el uso de ciertas prácticas (p.e. PP como descompactador) buscando solucionar un problema observado pero no debidamente caracterizado. En las condiciones en que se desarrolló este ensayo, se demostró que no había problemas emergentes de la agricultura continua bajo SD y, por lo tanto, mínimo efecto del uso del PP y de los CC en las condiciones en que se aplicaron. No obstante, sí se observó un cambio importante en la TI no relacionada con las prácticas implementadas sino, posiblemente, con el elevado PSI. Por lo tanto, si los cambios en TI se constituyen en un problema para el funcionamiento del sistema, las soluciones no pasarían, en el estado actual del suelo, por aplicar prácticas de manejo tendientes a la descompactación, sino a la búsqueda de la reducción del PSI del suelo.
 
CONCLUSIÓN
Para las condiciones edafo-climáticas en que se desarrolló esta experiencia, no se detectaron mejoras de importancia en las propiedades físicas analizadas ni en la dinámica de N ni en los rendimientos de maíz cuando se aplicó PP y/o se utilizaron CC. Por lo tanto hay evidencias suficientes para rechazar ambas hipótesis planteadas.
 
BIBLIOGRAFÍA
AAPRESID. 2013. Siembra directa: la evolución (actualización). www.aapresid.org.ar. (consulta diciembre 2013)
Álvarez, CR; M Torres Duggan; ER Chamorro; D D’Ambrosio & MA Taboada. 2009. Descompactación de suelos franco limosos en siembra directa: efectos sobre las propiedades edáficas y los cultivos. Ci.Suelo 27:159-169. de suelos bajo siembra directa. RIA, Enero-abril:46-48.
Balbuena RH; G Botta & E Rivero. 2009. Descompactación mecánica del suelo. En: RH Balbuena; G Botta & E Rivero (Eds) Herramientas de labranza para descompactación del suelo agrícola. UNLa Plata, La Plata, Argentina. pp 75-131.
Blevins, RL & WW Frye. 1993. Conservation tillage: an ecological approach to soil management. Adv. Agron. 51:33-78.
Botta, GF; O Pozzolo; M Bomben; H Rosatto.; D Rivero; JM Ressia; M Tourn; E Soza & J Vázquez. 2007. Traffic alternatives for harvesting soybean (Glycine max L.): effect on yields and soil under a direct sowing system. Soil Till. Res. 96:145-154.
Cazorla, C & B Masiero. 2005. Resistencia a la penetración como indicador de compactación en ensayos de larga duración bajo siembra directa en marcos Juárez. Seminario Internacional, Indicadores de la Calidad del Suelo. Marcos Juárez. Abril 2005. En CD.
Cherr, CM; JMS Scholberg & R Mc Sorley. 2006. Green manure approaches to crop production: a synthesis. Agron. J. 98(2):302–319.
Diez, SN. 2012. Uso de una leguminosa como alternativa de provisión de nitrógeno para mejorar la productividad del cultivo de maíz. Tesis de grado. Universidad Nacional de Mar del Plata, Balcarce, Argentina. 36 p.
Fabrizzi, KP; FO García; JL Costa & LI Picone. 2005. Soil water dynamics, physical properties and corn and wheat responses to minimum and no-tillage systems in the southern Pampas of Argentina. Soil Till. Res. 81(1):57–69.
Ferraris, GN. 2004. Descompactación Aragón. 1997. The effect of vehicle weight on the distribution of compaction with depth and the yield of Lolium/Trifolium grassland. Soil Till. Res. 41:13-26.
Franzluebbers, AL; HH Schomberg & DM Endale. 2007. Surface-soil responses to paraplowing of long-term no-tillage cropland in the Southern Piedmont USA. Soil Till. Res. 96(1-2):303-315.
Hamza, MA & WK Anderson. 2005. Soil compaction in cropping systems. A review of the nature, causes and possible solutions. Soil Till. Res. 82:121-145.
INTA. 1979. Carta de Suelos de la República Argentina. Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, Buenos Aires, Argentina. 76 p.
Jorajuría, D; L Dragui & A Aparicio, V & JL Costa. 2007. Soil quality indicators under continuous cropping systems in the Argentinean Pampas. Soil Till. Res. 96:155-165.
Keeney, DR & DW Nelson. 1982. Nitrogen inorganic forms. In: Page, AL (Ed.) Methods of soil analysis. Part 2 Agron. Monog 9 ASA and SSSA, Madison, Wisconsin, EEUU. pp. 643-698.
Lal, R. 2010. Enhancing eco-efficiency in agro-ecosystems through soil carbon sequestration. Crop Sci. 50:120-131.
Maurette, SJ; GA Studdert & MA Agostini. 2012. Comparación de dos métodos para la determinación de la densidad aparente Actas. 19 Congreso Latinoamericano y 23 Congreso Argentino de la Ciencia del suelo. Mar del Plata, abril 2012. En CD
Montavalli, PP; WE Stevensen & G Hartwig. 2003. Remediation of subsoil compaction and compaction effects on corn N availability by deep tillage and application of poultry manure in a sandy-textured soil. Soil. Till. 72:121-131
Peinemann, N. 1997. Formación, clasificación, manejo y recuperación de suelos salinos y sódicos. Ediciones SUR, La Plata, Argentina.120 p.
Restovich, SB; AE Andriulo & C Améndola. 2011. Introducción de cultivos de cobertura en la rotación soja-maíz: Efecto sobre algunas propiedades del suelo. Ci.Suelo 29:61-73.
Ruffo, ML & AT Parsons. 2004. Cultivos de cobertura en sistemas agrícolas. Informaciones Agronómicas 21:13-15.
Sadras, VO; GJ O´Leary & DK Roget. 2005. Crop responses to compacted soil: capture and efficiency in the use of water and radiation. Field Crops Res. 91:131-148.
Sainz Rozas, H; PA Calviño; HA Echeverría; PA Barbieri & M Redolatti. 2008. Contribution of anaerobically mineralized nitrogen to the reliability of planting or presidedress soil nitrogen test in maize. Agron. J. 100:1020–1025
Singogo, W; WJ Lamont & CW Marr. 1996. Fall-planted cover crops support good yields of muskmelons. Hort Sci. 31:62-64.
Travasso, MI & EE Suero. 1994. Estimación de la capacidad de almacenaje de agua en suelos del sudeste bonaerense. INTA, Estación Experimental Agropecuaria Balcarce, Argentina. Boletín Técnico nº 125. 9 p.
USDA, 1999. Soil Quality Test Kit Guide. USDA-Agriculture Research Service, Soil Conservation Service, Washington (DC), EEUU. 82 p.
Villamil, MB; GA Bollero; RG Darmody; FW Simmons & DG Bullock. 2006. No-till corn/soybean systems including winter cover crops: effects on soil properties. Soil Sci. Soc. Am. J. 70:1936–1944.
Temas relacionados
Autores:
Santiago Néstor Tourn
Universidad Nacional de Mar del Plata UNMdP
Seguir
Maria De Los Angeles Agostini
Universidad Nacional de Mar del Plata UNMdP
Seguir
Guillermo Studdert
Universidad Nacional de Mar del Plata UNMdP
Seguir
Únete para poder comentar.
Una vez que te unas a Engormix, podrás participar en todos los contenidos y foros.
* Dato obligatorio
¿Quieres comentar sobre otro tema? Crea una nueva publicación para dialogar con expertos de la comunidad.
Crear una publicación
Carlos C. De La Hoz C.
1 de junio de 2015

Creo que la causa principal de la compactacion de los suelos agricolas pasa mas por la eliminacion de la flora microbiana via fertilizantes quimicos y agrotoxicos, con la consecuente disminucion del intercambio de gases entre el suelo y la atmosfera. Hay muchas evidencias (a pulmon) de ello en cultivos en los que se cuida la materia organica del suelo y se nutre tambien via foliar.

Santiago Néstor Tourn
Universidad Nacional de Mar del Plata UNMdP
1 de mayo de 2015
Estimado Nelson: Agradezco mucho su opinion. Estoy de acuerdo con lo que usted afirma respecto a los resultados que encontró con el praplow. Sin embargo si usted presta atención al trabajo escrito puede ver claramente que nunca se evidenció un problema de compactaciòn sub ni superficial que pudiera subsanarse con un escarificador. Por lo tanto no se obervaron efectos de importancia al usar este implemento. El verdadero problema es que existe sodio en la superficie del suelo y eso no se soluciona pasando un descompactador porque NO esta compactado!!. Pasar sobre el suelo esa herramienta sin motivo lleva a un gasto innecesario. Sin dudas que el paraplow, para suelos mas susceptibles a la compactaciòn es una herramienta muy ùtil. Pero insisto, cualquier practica de manejo debe ser considerada y evaluada en cada ambiente donde se prueba. No se puede generalizar. Abrazo Santiago
Santiago Néstor Tourn
Universidad Nacional de Mar del Plata UNMdP
16 de noviembre de 2014
Hola Mariano: Gracias por tu aporte, sin dudas que hay que seguir evaluando en el tiempo, justamente ahora, luego de este trabajo y de la problemàtica planteada surgieron muchos casos más. Esto hizo que estemos haciendo diagnósticos de los lotes con riego. En cuanto junte más resultados presentaré otra cosa y se la voy a hacer llegar. Saludos. Santiago Tourn
Cipriano Martinez Tutiven
4 de junio de 2015
Saludos a todos.- deje inconcluso el comentario anterior,decía que la siembra directa tiene mucho a favor y lo mismo en contra, a favor tiene que aparentemente elimina algunos gastos y movimientos en el campo al inicio pero que con el desarrollo del cultivo también crecen las malezas y estas muchas veces mas rapido que el cultivo propio, y es en ese momento que los matamalezas entra en accion apollados por la desesperación para controlarlos y se barre con lo que encuentra (bueno y malo) causándose perjuicio propio y a la naturaleza. Cuando se mecaniza puntual con un equipo que solo tiene incidencia donde se va a depositar la planta es donde se debe corregir tanto las deficiencias del suelo como las semillas o raíces que se encuentren al rededor. La maquinaria para esta labor existe en las listas de equipo para la construcción de carreteras en especial en los EEUU.de Norte América. La mejor accion es antes de que la maleza(s) tome posición total del o los cultivos o combertirlo en una guerra con resultados económicos no tan buenos.
Cipriano Martinez Tutiven
3 de junio de 2015
Saludos a todos.- la siembra directa tiene sus beneficios relativos al final de una corrida de un cultivo de ciclo corto o mediano contando que se realizaron controles fito sanitarios en todo su conjunto y si se lo realizo a medias en especial el control de maleza los resultados deben de ser a medias, en Engormix se han realizado foros sobre controles de maleza, mecanización de suelos, uso de agroquímicos fertilización de cultivos dirección a las raíces y al follaje y otros con la idea de que atraves de muchas opiniones aportar para que en cierto modo se pueda con este aporte se cambie o mejore algún cultivo que a tomar en cuenta es lo que se debe cambiar es la forma de hacerlo con respecto a los suelos.
Nelson Cabrera
1 de junio de 2015

Mi expereriencia en INIA La E,stanzuela, fué muy positiva con la aplicación del paraplow en suelos donde se pastoreaba con vacunos pesados y luego ovinos para emparejar la altura de la pastura. Se usó el paraplow previo a siembra de cultivos de invierno y/o verano a una profundidad de 30-35 cms, y los rendimientos doblaron las parcelas sin paraplow. Se hicieron estudios físicos del suelo, densidad aparente, permeabilidad, resistencia a la penetración y también mediciones en el cultivo como tamaño raíces, crecimiento, y rendimiento en grano. No hicimos estudios químicos. Todo esto se hizo bajo la supervisión del Ing Agr. MS y Phd (ya fallecido) Daniel Martino

Gustavo Otamendi
Universidad del Salvador USAL
1 de junio de 2015
Quería comentar que en experiencias lleváramos hace tiempo en el campo Reina Victoria, de los Hermanos Rodríguez en Fernández, Santiago del Estero, se recuperaron suelos salinos, mediante la combinación de cincel, labranza mínima y siembra en lister se lograron pasturas y el abonado de las deyecciones. Más información: Fuentes Godo P., Raffa, C., Otamendi, G., 1980, “Recuperación Suelo salino alcalino en áreas de riego”, IX Reunión Argentina Ciencias del Suelo, 1980, Paraná, Entre Ríos. Asociación Argentina Ciencias del Suelo.
Cesar Casciola
Prarex Argentina S.A.
1 de junio de 2015
Estimado Santiago: Es muy interesante ver los resultados de la experiencia en Balcarce, y el concepto fundamental que cada microregion tiene condisiones edaficas diferenciadas y con respuestas diferentes a iguales tratamientos. Aun mas reconociendo que esta informacion llega a regiones totalmente diferentes a la cual se realizaron sus trabajos experimentales. Ahora bien, en algunas regiones que me toco trabajar, especialmente en la provincia de y Santiago del Estero, el problema del aumento de la concentracion de sodio, ( por diferentes causas a las de Balcarce, aunque en comun se tiene la SD ). Hay una consecuente dispercion de las arcillas, impermeabilizacion de las capas superficiales y subsuperficiales. Problema que se esta intentando controlar con la aplicacion de yeso agricola ( sulfato de calcio dihidratado ), Con aplicacion en superficie, aprovechando la capacidad de movilizacion del sulfato en el perfil del suelo, y la del calcio, en recomponer la agregacion de las arcillas superficiales mejorando la permeabildad. Todo esto sin mover el suelo. ¿Es posible utilizar en Balcarce el yeso agricola, para controlar la presencia del sodio, importante causante de la impermeabilizacion de los suelos superficiales y subsuperficiales ? Muchos saludos a usted, y mis recuerdos con afectola Facultad de Agronomia donde estudie. Ing Agr Cesar A. Casciola
Nelson Cabrera
2 de mayo de 2015
Gracias santiago por tu aclaración, me sirvió de mucho. Abrazo de Nelson
Nelson Cabrera
1 de mayo de 2015
Exelente herramienta, yo llegué a usarla en INIA la Estanzuela y me dió mucho resultado, casi duplicaba los rendimientos en siembras con paraplow luego de pastoreo frente a siembras en las mismas condiciones con pastoreo sin paraplow. Lástima que la "defenestraron", nunca supe cual fue el motivo real, pero que dió exelentes resultados no está en discusión. Además no necesitaba un tractor de exelente potencia, con 80-100 HP bastaba.
Súmate a Engormix y forma parte de la red social agropecuaria más grande del mundo.
Iniciar sesiónRegistrate