Cultivo de soja Bt (AW 6211 IPRO) y convencional (DM 5.9i) expuestos a poblaciones naturales de organismos plaga y benéficos

En la Argentina, el proceso de adopción de los eventos tecnológicos en cultivos extensivos, se inició en 1996 con la soja tolerante al glifosato y ha continuado hasta la actualidad, utilizándose en prácticamente la totalidad del cultivo de soja, en el 95% del área de maíz y el 99% de la superficie de algodón (Trigo, 2011; ArgenBio, 2014). En 2012, se autorizó en nuestro país la comercialización de semillas, productos y subproductos de soja con eventos acumulados de resistencia a lepidópteros y tolerancia a herbicida, en particular MON 87701 X MON 89788, también llamado (Bt +  RR2Y). Estos rasgos son otorgados por las proteínas Cry1Ac y CP4 EPSPS, producto de expresión de los genes cry1Ac y cp4 epsps en los eventos mencionados, respectivamente (ILSI-CERA, 2011a; b).

La tecnología Bt, brinda protección al cultivo de soja contra los lepidópteros: Rachiplusia nu (oruga medidora), Chrysodeixis (=Pseudoplusia) includens (falsa medidora), Anticarsia gemmatalis (oruga de las leguminosas),  Crocidosema aporema (barrenador del brote), Helicoverpa gelotopoeon (isoca bolillera), Achyra bifidalis (oruga de la verdolaga), Heliothis virescens (oruga capullera), Spilosoma virginica (gata peluda) y Colias lesbia (oruga de la alfalfa). Respecto a Spodoptera frugiperda (oruga militar tardía), Elasmopalpus lignosellus (barrenador menor) y Helicoverpa zea (isoca de la espiga), produciría un control parcial (http://www.intactarr2pro.com.ar/, 2014). El resto de organismos plaga del cultivo como chinches que dañan vainas o granos, los trips y arañuelas, que afectan la capacidad fotosintética y los patógenos, deben monitorearse y decidir su control en base a los umbrales de tratamiento. 

En la campaña 2013/14 se evaluaron dos cultivares, uno Bt (INTACTA 5.8 RR2 Pro) y otro convencional (DM 5.9i). Dicha campaña se caracterizó por lluvias abundantes y temperaturas medias elevadas. Se presentó una baja densidad de orugas defoliadoras; R. nu fue la más abundante en DM 5.9i (3 orugas/m lineal), mientras que S. cosmioides lo fue en INTACTA 5.8 RR2 Pro (1,3 orugas/m lineal). Los reductores fotosintéticos, arañuelas, trips y mosca blanca, alcanzaron mayores densidades en el cultivar Bt, con valores máximos de 25, 296 y 6 individuos/folíolo en R2, respectivamente. No se encontraron diferencias significativas en rendimientos ni en el peso de mil granos con niveles de productividad de 3.625 kg/ha para DM5.9i y 3.622 kg/ha en INTACTA 5.8 RR2 Pro (Massoni, et. al., 2014).  Actualmente, es necesario conocer el efecto de la soja Bt sobre los organismos benéficos y el resto de los organismos fitófagos. El objetivo fue evaluar la exposición de un cultivo de soja Bt (AW 6211 IPRO) y convencional (DM 5.9i), a organismos plaga y benéficos.

 

El ensayo se realizó en el campo experimental de la EEA del INTA Rafaela. Se sembró el 27/11/2014 en siembra directa a 0,52 m de espaciamiento. El diseño fue en bloques completos aleatorizados con dos tratamientos y cuatro repeticiones. Los tratamientos (T) fueron T1: DM 5.9i (RR1 no Bt) y T2: AW 6211 IPRO (RR2 Bt). La unidad experimental fue la parcela de 33,28 m², conformada por 8 surcos de 8 m de largo. La estimación de las densidades de organismos plaga (orugas defoliadoras,  chinches fitófagas) y benéficos (depredadores, parasitoides, entomopatógenos) se realizó con paño vertical de un metro de largo. Se tomaron tres muestras semanales por parcela, durante el ciclo del cultivo y se registró el promedio de insectos por metro lineal. La incidencia de trips, arañuela y mosca blanca (reductores de la fotosíntesis) se evaluó en cinco plantas por parcela. De cada planta, se extrajo el folíolo central de la hoja trifoliada y se contabilizaron los ejemplares con lupa binocular 20X. No se aplicó insecticida. Los organismos se analizaron en cada etapa fenológica según la escala de Fehr y Caviness (1977), a través de la prueba de Wilcoxon (Mann-Whitney) utilizando el software estadístico INFOSTAT^® versión 2014.

Se evaluó el rendimiento y el peso de mil granos, mediante la cosecha mecánica de 12,48 m² por parcela, representados por tres surcos centrales de ocho metros de largo. Los granos se pesaron y se corrigió la humedad al 13,5%. Se aplicó el análisis de la varianza (ANAVA) del INFOSTAT^® (Di Rienzo, et. al., 2014) y las diferencias entre medias se compararon con el test LSD Fisher (alfa= 0,05).

 

Las lluvias entre diciembre y abril fueron de 827,1 mm vs. 601,9 mm de la serie histórica (SH 1930-2013), un 27% superior a la serie de referencia. Las temperaturas medias fueron algo superiores a las de la SH: 24,7ºC vs. 26,6ºC (Tabla 1).

 

Tabla 1: Precipitaciones y temperaturas medias mensuales durante el período experimental, comparadas con sus respectivas serie histórica (SH)  1930-2013. Estación Meteorológica, INTA EEA Rafaela. 

 

Las densidades de organismos plaga fueron bajas durante todo el ciclo del cultivo y no alcanzaron los umbrales de tratamiento. En ambos cultivares se registraron las siguientes especies de isocas defoliadoras: R. nu, H. gelotopoeon,A. gemmatalis, S. frugiperda, oruga del yuyo colorado (S. cosmioides) y A. bifidalis. Al analizar las densidades de los lepidópteros en cada etapa fenológica, sólo se encontraron diferencias significativas entre ambos tratamientos (p=0,0286) en R6 (fin de la formación de granos). Se hallaron 2,3 orugas/m lineal en el cultivar no Bt, mientras que se registraron 0,08 orugas/m lineal en el Bt (Figura 1).

 

Figura 1: Densidad promedio de orugas defoliadoras por metro lineal, durante el ciclo del cultivo de soja en los cultivares DM 5.9i y AW 6211 IPRO.

 

La abundancia de orugas defoliadoras fue igual o mayor en el cultivar no Bt, con respecto al Bt. Se debería observar mayores diferencias entre estos cultivares en campañas con condiciones ambientales propicias para el desarrollo de orugas. Sin embargo esto no ocurrió, debido a las condiciones particulares de esta campaña, con lluvias por encima de los valores normales, que afectaron la abundancia de los lepidópteros y favorecieron considerablemente el desarrollo del cultivo (Cuadro 1 y Figura 1).  

Las chinches fitófagas se presentaron en bajas densidades y no alcanzaron umbrales perjudiciales. Se observaron Piezodorus guildinii (chinche de la alfalfa), Nezara viridula (chinche verde), Dichelops furcatus (chinche de los cuernitos) y Edessa meditabunda (chinche hedionda). No se encontraron diferencias estadísticas entre los tratamientos (p>0,05) para las distintas etapas fenológicas.

Con respecto a los reductores fotosintéticos, si bien se observaron mayores densidades en la campaña 2013/14 en el cultivar Bt con respecto al no Bt, en la presente campaña los trips, arañuelas y mosca blanca tuvieron bajas densidades debido a las condiciones de elevada humedad relativa por las abundantes precipitaciones que limitaron el incremento de sus poblaciones. 

 

Figura 2: Densidad promedio de depredadores por metro lineal durante el ciclo del cultivo de soja en los cultivares DM 5.9i y AW 6211 IPRO.

 

Los depredadores observados pertenecen a las siguientes familias: Pentatomidae, Nabidae, Antocoridae, Lygaeidae, Reduvidae (Hemiptera), Carabidae, Coccinelidae (Coleoptera), Chrysopidae (Neuroptera), Thomisidae y Araneidea (Araneae). No se encontraron diferencias estadísticas en las distintas etapas fenológicas entre el cultivar  Bt y el no Bt (p>0,05). Por lo tanto, no se observó que la soja Bt fuera una limitante para el normal desarrollo de los predadores (Figura 2).

Respecto al grupo de entomopatógenos y parasitoides, se hallaron: el hongo Nomuraea rileyi (Deuteromycota) y los parasitoides Campoletis grioti (Ichneumonidae), Copidosoma floridanum (Encyrtidae) y Voria sp. (Tachinidae). Se detectaron diferencias significativas en los entomopatógenos y parasitoides en R6 (p=0,0286) con un promedio de 11,4 organismos/m lineal en el cultivar no Bt, mientras que en el Bt se hallaron 0,6 organismos/m lineal. Esta diferencia se explicaría principalmente por la acción de biocontrol de N. rileyi sobre larvas de A. gemmatalis en el cultivar no Bt. 

 

Figura 3: Producción promedio por hectárea y peso de mil granos en un cultivo de soja Bt (AW 6211 IPRO) y un cultivar convencional (DM 5.9i).

En el rendimiento y peso de mil granos no se encontraron diferencias significativas con niveles de productividad de 5.364 kg/ha en DM 5.9i y 5.323 kg/ha en AW 6211 IPRO (Figura 3). En el peso de mil granos el cultivar no Bt fue 13 gr mayor. Estos resultados coinciden con los registros de la campaña 2013/14, donde tampoco se encontraron diferencias significativas para estas variables, entre ambas tecnologías (Massoni et al., 2014).

Debido a las condiciones ambientales de la campaña, con precipitaciones por encima de los valores normales y altos niveles de humedad relativa, la abundancia poblacional de organismos plaga fue baja e impidió detectar diferencias contrastantes  entre ambas tecnologías. Sólo en la etapa de fin de formación de granos se observó menor densidad de orugas defoliadoras en el cultivar Bt y mayor densidad de entomopatógenos y parasitoides en el no Bt. No se encontraron diferencias en el rendimiento y peso de mil granos.