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Sistemas Agroforestales para la Producción Pecuaria y la Conservación de la Biodiversidad

Publicado: 6 de agosto de 2007
Por: Luis G. Naranjo. American Bird Conservancy

Durante las últimas décadas del siglo XX, los biomas forestales en América Latina fueron extensamente talados para promover el pastoreo de ganado. En Centroamérica, las zonas de pastoreo representan el 46% del total de áreas agrícolas (18.4 millones ha). Durante los últimos 35 años, las tierras modificadas para este tipo de actividad en Colombia incrementaron de 14.6 a 35.5 millones de hectáreas y la expansión de la frontera de pastoreo continúa en la actualidad reemplazando hábitats naturales y otros tipos de actividad agrícola. Aunque el tamaño de la población vacuna se desconoce en el país, se estima en unos 26 millones de animales que proveen el 44.6% del PNB representado en actividades pecuarias o el 9.2% del PNB total del país (Pinilla 1999).
A través de Latinoamérica la expansión de la ganadería ha tenido lugar a pesar de su baja productividad debida a la dominancia de pastos nativos de baja calidad, los cuales permiten capacidades de carga inferiores a las 0.7 cabezas de ganado por hectárea (Szott et al. 2000).

Esta baja capacidad de carga ha disminuido aún más en razón de la degradación de más del 40% de las zonas de pastoreo debida a prácticas de manejo inadecuadas. La degradación de los potreros resulta en una baja eficiencia de producción, pérdida de biodiversidad y en el incremento de la emisión de gases que contribuyen al calentamiento global. En los últimos años, el crecimiento secundario ha incrementado en las regiones en donde las pasturas degradadas son una componente dominante del paisaje. Por lo general, en América Latina el pastoreo tiene lugar en zonas con escasa vocación pecuaria, lo cual es un factor que indudablemente contribuye al proceso de degradación.

Por su gran cobertura a través de la región, el pastoreo en Latinoamérica incluye una gran variedad de sistemas establecidos en distintos tipos de suelo, vegetación y clima (Tabla 1). Puesto que la transformación del paisaje causada por el pastoreo es tan variada, sus impactos medioambientales pueden ser igualmente diversos. Es importante tener en cuenta que los impactos son tanto directos como indirectos y que los procesos asociados a la ganadería causan impactos ambientales adicionales a aquellos de la transformación del paisaje. La intensidad de los impactos directos depende tanto del sistema de pastoreo como de las características de los ecosistemas en los cuales dichos sistemas son implementados. Puesto que los impactos específicos de todos estos procesos no han sido evaluados, es preciso entender que la imagen negativa de la actividad ganadera en términos ambientales se deriva de la combinación de múltiples factores y no únicamente de la ganadería en sí misma.


Tabla 1. Estado actual de los biomas terrestres colombianos afectados por la actividad ganadera.

Biomas Cobertura original Km^2) Cobertura actual (Km^2) Porcentaje de la cobertura original
Bosques húmedos tropicales (<1000 m) 550.000 378.000 67
Bosques tropicales a semi-húmedos 80.000 1.200 1.5
Bosques nublados andinos (1000 - 3500 m) 170.000 45.000 27
Paramos 18.000 >18.000* >100
Sabanas del Caribe 3.500 1.000 30
Planicies aluviales Datos de Etter (1993) 118.000 95.000 80


Las altas tasas de deforestación en países tropicales (17 millones ha/año) no solamente tienen efectos locales tales como la degradación y pérdida de suelos, sino que además resulta en hasta ¼ de las emisiones globales de CO2 a la atmósfera, contribuyendo al cambio climático global y a las pérdidas de biodiversidad en hábitats forestales naturales. El incremento en el aislamiento de los remanentes de bosque en medio de un paisaje agrícola homogéneo contribuye aún más a exacerbar los impactos negativos de las formas predominantes de actividad pecuaria en el Neotrópico.

Los sistemas silvopastoriles y conservación de la Biodiversidad

Más del 35% de las pasturas en Centroamérica están en un estado avanzado de degradación. La restauración de estas áreas es una posibilidad mediante el uso de árboles y arbustos de propósito múltiple que, además de proporcionar beneficios ambientales, hacen sostenibles los sistemas ganaderos. Por ejemplo, en suelos ácidos de Panamá la siembra de Acacia mangium en potreros del pasto B. humidicola mejora la calidad del forraje y los contenidos de fósforo y nitrógeno en el suelo en comparación con monocultivos de la misma especie de gramínea. Durante la estación lluviosa, la densidad de organismos del suelo es mayor en áreas con una densidad de siembra de 240 árboles de A. mangium por hectárea. En las tierras altas (1300-2500 m), el aliso Alnus acuminata es una especie promisoria para la restauración de la fertilidad de los suelos en pasturas degradadas por su asociación con micorrizas.

La conversión de bosques en potreros amenaza la supervivencia de muchas especies y por lo tanto es una preocupación prioritaria de los conservacionistas. Sin embargo, dependiendo del tipo de manejo de las fincas ganaderas hay posibilidades interesantes para la conservación que deben ser exploradas con el fin de proyectar las actividades productivas de manera compatible con las iniciativas conservacionistas. Por una parte, cuando los potreros se usan durante un período corto (<5 años) y luego son abandonadas, la regeneración del bosque puede ser bastante rápida en comparación con aquellas áreas en donde la ganadería ha estado establecida por más de 12 años. Los límites entre las pasturas degradadas y los bosques tanto primarios como secundarios son a menudo abruptos, lo cual resulta en pérdidas de la diversidad de especies silvestres.

Pero en aquellos casos en los cuales la regeneración natural no es una opción promisoria para la recuperación de pasturas abandonadas, otras opciones son atractivas desde varios puntos de vista. En años recientes, muchos ganaderos han empezado a utilizar sistemas silvopastoriles con el fin de incrementar la productividad de sus tierras y promover la conservación de los recursos naturales. En América Central los árboles aislados dentro de los potreros son una característica común del paisaje agropecuario. Estudios recientes han demostrado que estos árboles cumplen un papel importante para la conservación de animales silvestres al proveer refugio, sitios de descanso y anidación, lo mismo que alimento.También se ha demostrado que la lluvia de semillas bajo los árboles en las pasturas es considerablemente mayor que en las pasturas sin árboles, por lo cual la dispersión de especies nativas de plantas de bosque es una posibilidad en pasturas arboladas. En Monteverde (Costa Rica), 190 especies de plantas de bosque fueron encontradas en 240 has de potreros utilizados para la ganadería lechera. Estos árboles y arbustos son usados principalmente como sombra para el ganado, como rompevientos y también para proveer madera para cercas, combustible y refugio para aves silvestres.

En las tierras bajas del Pacífico de Costa Rica, los sistemas silvopastoriles tradicionales contienen una variedad de árboles que proveen forraje para el ganado durante la época seca, además de servir para leña o como fuente de madera para cercas. Los ganaderos promueven el crecimiento de estos árboles como una forma de diversificar sus fuentes de ingreso. Muchos ganaderos Costarricenses están plantando árboles frutales para atraer especies silvestres carismáticas que les permitan el desarrollo de actividades ecoturísticas en sus propiedades.

Las cercas vivas y cortinas rompevientos son hábitats creados por el hombre que son transformados paulatinamente por los procesos de la sucesión natural de la vegetación. La composición de especies depende de las condiciones ecológicas locales lo mismo que de las preferencias iniciales de los ganaderos y no necesariamente de la naturaleza del banco de semillas del bosque natural. La conectividad provista por una serie de cercas vivas afecta el desplazamiento de animales silvestres entre hábitats naturales remanentes y facilita la dispersión de semillas. Por lo tanto, este tipo de cercas pueden servir efectivamente como corredores biológicos en paisajes agrícolas caracterizados por la fragmentación de los hábitats naturales. En algunas fincas, pequeños parches de bosque nativo permanecen en pie para proteger fuentes de agua, lo mismo que para proveer madera para distintos usos.

Al nivel regional, los sistemas silvopastoriles pueden jugar un importante papel en la implementación del Corredor Biológico Mesoamericano, en razón de la vasta cobertura de las zonas ganaderas en América Central. Se espera que estos corredores provean hábitats adecuados para la vida silvestre facilitando la dispersión de semillas y la regeneración de la vegetación nativa.

Aves silvestres en zonas ganaderas de Latinoamérica


Puesto que la vegetación original a través del Neotrópico estuvo dominada por diferentes tipos de bosques, la transformación del paisaje hacia pasturas abiertas tuvo un impacto negativo significativo sobre las comunidades aviarias originales. En aquellas áreas en donde los asentamientos humanos han estado transformando el paisaje durante siglos, los pocos parches remanentes de bosque nativo tienen una biota empobrecida en comparación con aquellas de áreas remotas en las que la fauna y flora originales permanecen menos alteradas gracias a la conectividad provista por un paisaje forestal menos fragmentado.

A juzgar por los estimativos disponibles acerca de la riqueza de especies de aves en la región, una proporción minúscula de la avifauna original puede sobrevivir en los sistemas agropecuarios degradados y homogéneos. Sin embargo y dependiendo del hábitat original de una zona específica, los agroecosistemas pueden mantener una proporción sustancial de las comunidades de aves originales. Este fenómeno es particularmente notable en los pastizales naturales (campo, sabanas tropicales inundables, sabanas templadas del norte y pampas), en donde mas de una cuarta parte de las avifaunas locales usan regularmente los agroecosistemas.

La proporción de especies migratorias que ocupan los agroecosistemas es un poco mayor (Fig. 2), quizás como consecuencia de sus requerimientos de hábitat menos específicos por fuera de la época reproductiva. En particular, aquellas especies que ocupan hábitats abiertos durante la estación de reproducción son capaces de usar hábitats antrópicos durante su invernada en el Neotrópico. La proporción de aves anidantes de los pastizales naturales que usan paisajes agropecuarios representada por migratorias del Neártico varía entre 64 y 100%. La variación local de diversidad aviaria en agroecosistemas puede depender del tipo específico de prácticas agropecuarias en un área determinada, como ha sido ampliamente demostrado para las plantaciones de café con sombrío en diferentes partes del Neotrópico. Este es un fenómeno que merece evaluarse cuando se examina el potencial de otros patrones de uso de la tierra en la región, como por ejemplo las actividades ganaderas.

En una zona dedicada a la ganadería extensiva en pasturas abiertas en el Valle del Cauca en Colombia, Naranjo encontró que de 141 especies de aves presentes en la región 42 fueron contadas durante los censos en los potreros y apenas 14 hacían uso regular de dichos hábitats. Sin embargo, Cárdenas encontró que los sistemas silvopastoriles en otra parte del mismo valle contenían un número significativamente mayor de especies de aves que las pasturas con cobertura arbórea y arbustiva escasa. Ochenta y nueve de las 135 especies de aves presentes en la región en donde se hizo el estudio utilizaron los sistemas agroforestales y de estas, 51 mostraron evidencias de estarse reproduciendo en dichos hábitats.

Por otra parte, información reciente acerca del uso de aves migratorias del Neártico en sistemas silvopastoriles sugieren que este tipo de agroecosistemas tiene un gran potencial para la conservación de la avifauna: descubrieron que parches de Acacia pennatula del sureste de México manejados para la producción ganadera contenían tanto las mayores densidades como la más alta diversidad de aves migratorias en relación con otros hábitats en la región; por si esto fuera poco, estos hábitats también contenían las poblaciones más grandes de más de la mitad de las especies de aves migratorias comunes en el área.

En Monteverde (Costa Rica), 25% de las 400 especies de aves estimadas para la región han sido observadas en cortinas rompevientos dentro de fincas lecheras. En el área, las aves son los agentes más importantes de dispersión de semillas, especialmente cuando estas cercas vivas están conectadas con los bosques nativos. Sin lugar a dudas, los sistemas silvipastoriles proveen un importante apoyo a las actividades de conservación de plantas y animales silvestres en estos paisajes antrópicos. La riqueza de especies es más alta en sistemas silvopastoriles que en pasturas de monocultivo, gracias a la heterogeneidad de la vegetación. La disponibilidad de alimento para muchas especies (por ejemplo aves) en estos sistemas es considerable y la compleja estructura de la vegetación provee sitios de anidación para muchas otras, lo mismo que mejor protección contra depredadores que sistemas agropecuarios más simples. Además, varios autores han señalado que tanto los sistemas silvopastoriles como otros sistemas agroforestales contienen una mayor y mas compleja comunidad de invertebrados (50-90%) que los potreros abiertos, lo cual contribuye a explicar la mayor diversidad de aves. También se ha señalado que las aves frugívoras de bosques secundarios no se desplazan mucho hacia las pasturas abandonadas, lo cual resulta en una restricción de la dispersión a una franja de 9-80 m alrededor de árboles aislados cercanos al borde de bosque. La expansión reciente de los bosques secundarios señalada para muchas fincas en Centroamérica puede mejorar la lluvia de semillas en las pasturas abandonadas, contribuyendo a aumentar la conectividad entre diferentes elementos del paisaje agroforestal (cortinas rompevientos, cercas vivas, árboles aislados, remanentes de bosque, etc.).

En la Amazonia brasilera, la actividad de aves frugívoras es más intensa (en términos de movimientos entre hábitats) entre bosques secundarios y pasturas abandonadas multiestratificadas, que entre el bosque y pasturas homogéneas de B. brizantha (Tabla 2). La presencia de árboles espaciados dentro de los potreros explicó el 70% de los movimientos observados entre los parches de bosque secundario y los potreros.


Tabla 2. Número total de desplazamientos de aves frugívoras observados entre un bosque secundario y pasturas abandonadas o potreros homogéneos en la Amazonia Brasilera.

Movimientos Estación Lluviosa Estación Seca
Desde bosque secundario hacia:    
Potreros abandonados 263 113
Potreros activos 15 6

Incluye pastos, arbustos y baja densidad de árboles

Monitoreo del desempeño de los sistemas agroforestales como refugios de Biodiversidad

Puesto que la expansión de los sistemas silvopastoriles a través de los paisajes agropecuarios de América Latina es un fenómeno que apenas comienza, la información disponible acerca de sus bondades en términos de conservación de la biodiversidad es aún escasa y en buena medida anecdótica. En muchos casos, existen apenas estudios de línea base para documentar la composición de grupos selectos de organismos que hacen uso efectivo de los agroecosistemas. Es entonces urgente iniciar programas de seguimiento a mediano y largo plazo para conocer el comportamiento de poblaciones y comunidades de organismos en distintos escenarios agroforestales, con el fin de evaluar el impacto de estos nuevos paisajes sobre la biota tanto local como regional. Solamente de esta forma podríamos estar preparados para ajustar la implementación de los nuevos sistemas de producción de tal manera que sean compatibles con los esfuerzos de conservación.

En vista de los grandes niveles de incertidumbre acerca de los posibles resultados del reemplazo de los sistemas actuales de producción agropecuaria por las alternativas agroforestales, tal vez la forma más adecuada de diseñar un protocolo de seguimiento sería a través de una estrategia de manejo adaptativo, aprendiendo durante la fase de implementación de los sistemas de producción. Son muchas las preguntas que deben ser respondidas, puesto que conocemos muy poco acerca de estos sistemas como para predecir el resultado de los cambios de vegetación sobre las poblaciones y comunidades de fauna y flora nativa. Necesitamos aprender cómo alcanzar metas específicas, cómo identificar vacíos de información y cómo interpretar adecuadamente la información que obtengamos acerca de la dinámica ecológica de los sistemas de producción. Algunas de las consideraciones mínimas a tener en cuenta en este sentido para el establecimiento de programas de monitoreo de biodiversidad en paisajes agropecuarios, son las siguientes:

- Cuáles son las metas específicas que queremos alcanzar en términos de conservación con el establecimiento de sistemas agroforestales de producción?

- Cuáles son las especies, poblaciones o comunidades cuyo comportamiento en el tiempo queremos monitorear? Es importante tener en cuenta que la rareza, la importancia funcional y la sensibilidad a cambios ambientales son puntos clave para la escogencia de indicadores.

- Cuáles son los hábitats específicos cuya dinámica temporal queremos conocer?

- Si ocurren cambios en el sistema sujeto del monitoreo, cuáles son los niveles de confianza del cambio detectado? Cual es la precisión de nuestros protocolos de medición? Su repetitividad y predecibilidad?

- Cuáles son las limitaciones de nuestros protocolos de muestreo en la detección de cambios cuando estos ocurren? Cuáles son las fuentes posibles de error?

- Cuando y dónde debemos hacer ajustes a nuestros procedimientos de monitoreo? A nuestros objetivos y supuestos básicos?

De cualquier forma, cualquier sistema de seguimiento para documentar la dinámica de los elementos de la diversidad en mosaicos agropecuarios en constante evolución deben desarrollarse paralelamente con la documentación de variables socioeconómicas. Esto implica que las comunidades locales, los ganaderos y las organizaciones a cargo de la asistencia técnica agropecuaria deben participar en el diseño y puesta en marcha de los protocolos de monitoreo para tener la certeza que todas las variables necesarias sean tenidas en cuenta y que, cuando y dondequiera que sea necesario hacer ajustes, los nuevos cambios sean adecuadamente medidos.


Cerrando la brecha entre el desarrollo agropecuario y la Conservación de la biodiversidad


Existen muchas razones para creer que los sistemas silvopastoriles no son únicamente viables desde el punto de vista socioeconómico, sino también compatibles con objetivos de conservación de la biodiversidad. Además de las razones ya presentadas, existen muchas más justificaciones para promover sistemas productivos amigables con la vida silvestre.

La disponibilidad de tierras óptimas para la producción de alimentos es finita. Nuestro potencial para desarrollar más las actividades agropecuarias en América Latina es limitado en razón de restricciones puramente biofísicas. En muchos países, todavía hay una proporción significativa del territorio en condiciones naturales de perturbación mínima, pero esta situación está cambiando rápidamente. La principal causa de deforestación en la región es, sin duda alguna, la expansión de la frontera agropecuaria (por ejemplo, en Colombia el 73% de las áreas deforestadas ha sido convertido a actividades agrícolas y principalmente pecuarias). Como una complicación adicional, el pastoreo convencional de ganado contribuye a la degradación continuada de paisajes que han sido transformados por otras razones, como por ejemplo para el establecimiento de cultivos ilícitos.

La ganadería en América Latina es un negocio sumamente heterogéneo, con una gran diversidad en el tamaño de los predios y la intensidad de la mano de obra. Por lo tanto existe una gran oportunidad para desarrollar sistemas que produzcan impactos considerables en distintos escenarios sociales, económicos y de conservación. La restauración de hábitats degradados por el pastoreo de ganado tiene que hacerse siguiendo principios ecológicos, utilizando las fuerzas naturales, tales como la sucesión vegetal natural y la acción de los dispersores de semillas, hasta donde sea posible. Con el establecimiento de sistemas silvopastoriles utilizando estos principios se busca conseguir una vegetación de varios estratos, intermedia entre los hábitats forestales originales y las pasturas de campo abierto.

El mantenimiento de servicios ambientales y la promoción de la conservación de la biodiversidad puede contribuir a la búsqueda de soluciones viables al problema de producción de alimentos en zonas marginales a través de toda América Latina. El diseño cuidadoso de sistemas agroforestales para la producción pecuaria ofrece una de estas alternativas aplicable a diferentes escalas, contribuyendo a preservar los remanentes de los ecosistemas naturales en la región y recuperando paisajes degradados. El uso de recursos locales, principalmente el conocimiento ancestral de las comunidades aunado a las tecnologías y procesos investigativos modernos, es mandatorio en este tipo de actividades, lo mismo que la concertación para una financiación apropiada dentro de marcos legales ajustados al efecto.

Literatura Citada

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José Francisco Guamán Díaz
Universidad Nacional de Loja
20 de abril de 2015
Estimada María Angélica, importante conocer la vegetación de cada zona de nuestros pauses. Te digo en todo caso las leguminosas forrajeras, tanto arbóreas, arbustivas y herbáceas, dan alimento a las vacas. Si tienes Acacia, te dará vaina de gran alimento, debes de investigar a profundidad. Mira en mi zona encontré a 80 especies entre árboles, arbustos y herbáceas, todas son consumidas por las vacas; pero el estrato arbóreo da vaina de forraje en la época seca.
José Francisco Guamán Díaz
Universidad Nacional de Loja
20 de abril de 2015
Estimada María, en tu apreciación tienes razón, en las zonas secas de la provincia de Loja-Ecuador, asociamos Panicum maximun con Acacia macrocantha y Prosopis sp. , dando excelentes resultados, en peso y producción de leche esto a 800- 1000 msnm. Mientras que a 1800-2200 msnm, esta el pasto tapa-tapa, yaragua, asociado con vainillo, guaba, leucaena, guayaba más árboles maderables como guararo, cedro, nogal en bosquetes, son maderas preciosas utilizadas para la artesanía y carpintería
José Francisco Guamán Díaz
Universidad Nacional de Loja
20 de abril de 2015
Importante cuando hablamos del manejo del agua, en la Comuna Collana Catacocha, Paltas-Ecuador; desde 2002,venimos realizando un ensayo de cosechas de agua lluvia, iniciando en la Comunidad de Ningomine, impulsando un proyecto de cosecha de aguas lluvias diseñadas por el Ingeniero geometrista Abertano Díaz Quichimbo. Y luego en el 2004, recuperando la cocha del cerro Pizaca, la cual dió resultado aflorando el agua en las vertientes y pozos que se secaron después de la sequía de 1968; por lo que iniciamos el trabajo de recuperación de los ojos de agua, mediante un proyecto logramos construir 300 cochas de agua. Con la cocha del Pizaca estamos proveyendo agua a los habitantes de la ciudad de Catacocha; mientras que en las 7 microcuencas de la parte alta del área de intervención, al momento tenemos agua para consumo humano, animal y con los excedentes iniciamos a construir los huertos agroecológicos, en donde estamos trazando las curvas del nivel y en ellas sembramos el estrato arbóreo, arbustivo y herbáceo con la finalidad de guardar el suelo. Mientras que en las calles estamos sembrando hortalizas, en otra gramíneas, en otra leguminosas y en otra tubérculos, con un plan de rotación; todo esto para contribuir a mejorar la Seguridad alimentaria de los comuneros. En las unidades hidrográficas estamos sembrando especies llamadoras de agua, estamos construyendo tajamares. Todas las producciones las sacamos para alimentar los animales, con pastos de corte, caña, etc
José Francisco Guamán Díaz
Universidad Nacional de Loja
20 de abril de 2015
Estimado Ivan, los terneros pequeños puedes pastarlos en los interespacios, mediante sogueo dirigido en los espacios, sin tratar de dañar a las plantas de naranjo, me refiero al sistema radicular; peor a la parte foliar. Luego del pastoreo de los pequeños, siembra pasto asociando gramíneas con leguminosas densamente. Luego cortas y das forraje a todo el ganado lechero. En las cuatro hectáreas, intensifica el pastoreo, sembrando pasto de corte y dando a los animales. Realiza el compost y abona todo tu terreno para que tengas más producción de pasto. Compra banano y melaza y en tiempos de falta de forraje alimenta a tus animales con este preciado alimento. Si puedes arrendar un terreno cercano, siembra pasto de corte y procede a henificarlo. Lo que quiero decirte que sigas adelante en tu trabajo no desmayes, se perseverante.
José Francisco Guamán Díaz
Universidad Nacional de Loja
13 de abril de 2015
Los sistemas silvopastoriles son indispensables cuando los campesinos disponen de poca tierra y cuya ubicación tiene fuertes pendientes; por ello en la Comuna Collana Catacocha estamos implementando los huertos agroecológicos, en parcelas ya taladas, ahora las estamos recuperando, sembrando en curvas de nivel los árboles frutales, en la misma fila el estrato arbustivo y en la misma fila la barrera viva integrada por varios pastos de corte que sirven para los cuyes, conejos, burros, cabras y las vacas; sobresale el uso de la caña para esta labor, teniendo la caña para alimentar a los chanchos. En las calles de estos sistemas sembramos, gramíneas, leguminosas, hortalizas y tubérculos, a los cuales los vamos rotando. Con ello estamos contribuyendo a la Seguridad alimentaria de los comuneros.
Luis Ernesto Barrera Garavito
Universidad Galileo
12 de abril de 2015
Quiero aprovechar para agradecer y reconocer al PDh Gerardo Budoski y a Ronnie de Camino Profesores del CATIE en Costa Rica y Centroamérica. que propiciaron los sistemas AgroSilvoPastoril en la década de los 80. sus resultados los estamos aprovechando hoy. Creo que los Sistemas Agrosilvopastoriles pueden mejorar los suelos, aumentando la productividad por unidad de área. y conservando la biodiversidad de nuestro planeta.
José Francisco Guamán Díaz
Universidad Nacional de Loja
12 de abril de 2015
En la zona Centro Loja, zona intervenida por los exhacendados, quienes impulsaron la cria de ganado bovino, porque sacaban piaras de ganado a pie hasta Piura. Perú. les generó grandes ganancias a los terratenientes; pero dejaron talando el bosque primario. Este momento el suelo esta degradado y crecen especies nativas como el faique, algarrobo, vainillo, porotillo, que son leguminosas. Estamos asociando a estas especies con pasto chilena Panicum maximun y le introduce n los animales comiendo la gramínea y la vaina de la leguminosa. Es una práctica en mi zona la más barata y aprovechas las especies nativas, por las leguminosas que a más de dar forraje , mejoran la fertilidad de los suelos. así estamos recuperando porque los campesinos en esta zona degradada, realizan agricultura de subsistencia a expensas del agua lluvia que cae en la época lluviosa (400 mm), mientras que los animales son la caja de ahorro para atender las necesidades vitales de la familia en el transcurso del año, gastos como medicina, alimentos, educación, vivienda. En las partes altas estamos realizando la cosecha de aguas lluvias, realizando cochas de agua, las cuales se llenan en la temporada lluviosa, luego se drenan y aparecen aguas abajo siguiendo el lecho de las quebradas con lo que estamos reactivando las vertientes de agua. Allí estamos realizando tajamares para guardar la humedad y hacia los dos lados de la quebrada estamos sembrando especies nativas llamadoras e agua, como el Higuerón, introducimos los animales para que coman el pasto, luego los sacamos y así estamos realizando la cobertura vegetal, tenemos agua para consumo humano, de animales y con los excedentes estamos conduciendo el agua por manguera para llevar a las pequeñas parcelas y establecer los huertos agroecológicos, realizando obras de conservación del suelo con el pasto chilena, achira, caña, pastos que son cortados y dados de alimento a los animales que tienen las familias; pero en lo fundamental en la huerta estamos consolidando el estrato arbóreo-arbustivo y herbáceo, diversificando la producción y contribuyendo al mejoramiento de la Seguridad alimentaria
Jorge Postma
Universidad Nacional de Rosario - UNR
10 de abril de 2015
Estimados colegas me alegra saber sus inquietudes respecto a vincular la actividad forestal con ganadería, En la República Argentina, país donde resido y ejerzo mi profesión estoy realizando con algunos productores la asociación " forestal -ganadería". Existen distintas posibilidades en esta interacción; las experiencias que puedo comentar son en base a producción de arboles de fibra larga para pulpa de papel (Sauces y Álamos), Forestación de Pecan (obtención de nueces de alto valor nutritivo).Forestación con Eucaliptus (para obtención de postes) entre otras. Todas estas actividades son posibles combinarlas con las distintas variantes de la producción ganadera ( cría, recría engorde) con la implantación de forrajeras o mantener las naturales, conservación de suelos y desde el punto de vista económico acortar los ciclos de retorno del capital invertido. Muchos saludos y estoy a su disposición para consultas.
Alfredo J. Escribano
Orffa Excentials
8 de abril de 2015

Enhorabuena por el articulo,

Para continuar con la interesante conversación, les facilito el articulo articulo de investigación que he publicado sobre los sistemas de produccion ecológicas ("orgánicos") de ganado vacuno de carne en sistemas agroforestales del sur de Europa:

Titulo: Evaluación de la sostenibilidad de explotaciones de vacuno de carne ecológicas y convencionales en sistemas agroforestales: estudio del caso de las dehesas

Link: http://www.aida-itea.org/index.php/revista/contenidos/revista?idArt=274&lang=esp


Saludos,

Alfredo.

Jairo Antonio Faria Romero
8 de mayo de 2015
Rafael Sirven: sería interesante que publicaran las conclusiones, al menos algunos trabajos del VIII del congreso de Sistemas agroforestales en Iguazú, de este mes
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