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Filtrando el Mosquito: El manoseo del tema Glifosato en Argentina

Publicado: 5 de septiembre de 2010
Por: Ing. Agr. Alejandro Gorgni, Especialista en Manejo de Agroquímicos (U.N.L.) - Posgrado en Gestión Ambiental (U.N.R.C.) Argentina
En virtud del mal trato que en general se brinda a los temas medioambientales en nuestro país, siento la obligación de poner en consideración este tema en perspectiva, ya que tengo la impresión de que bien podemos ser "guías ciegos que colamos el mosquito" (el glifosato) y tragarnos "el camello" (Mt. 23,24) que tenemos frente a nuestras narices, esto es la extrema situación de riesgo a la cual está sometido el modelo productivo argentino.
En otras palabras, me parece que es necesario tratar de expresar en pocas líneas que "el tema glifosato" es solo una arista más de un complejo cuadro de situación y que una mala percepción de ésta realidad por parte de la población en general y la clase política en particular, puede conducir hacia la toma de decisiones desacertadas.
Comencemos por mencionar una obviedad, esto es que la creciente demanda cuantitativa de alimentos es traccionada por una población planetaria en crecimiento logarítmico, que hasta tanto no se encuentre una salida tecnológica revolucionaria a esta situación de mercado (por ejemplo, producción de proteínas sintéticas en bioreactores, el cultivo del mar o de los desiertos con agua desalinizada, etc.), va a seguir generando una elevadísima presión sobre los ecosistemas marginales de cultivo e incrementando así los riesgos de degradación ambiental de los mismos.
Dicho sea de paso, quiero observar aquí que las hambrunas sufridas por la humanidad (y nuestro país) en regiones localizadas no son justificativo para producir más alimentos, ya que éstas son originadas por la mala administración de los derechos básicos del hombre (alimentación, salud, educación, trabajo, seguridad..) por parte de quienes "dirigen" las economías macro y obtienen lucros escandalosos a costas del subdesarrollo de los primeros, comprometiendo así el futuro de toda la estirpe humana.
Comencemos ahora por reconocer que ante ésta realidad de mercado, el sector productivo no hace más que confrontar dichas señales con su situación particular (estructura familiar y productiva, gustos personales, actitud frente al riesgo y alternativas tecnológicas disponibles, etc.) para luego tomar decisiones que apuntan hacia relaciones renta-complejidad-riesgo que lo satisfagan, cosa totalmente racional y no objetable en una economía sana. En otras palabras, sería necio culpabilizar exclusivamente al productor por sus decisiones, aunque éstas sean poco convenientes para el ambiente.
Por otra parte, es necesario dejar en claro que toda acción humana sobre los recursos naturales trae aparejados indefectiblemente efectos medioambientales, aún cuando éstas acciones sean correctamente ejecutadas y aunque los estudios de impacto ambiental se ocupen de salvar cualquier desfasaje no deseado en el proceso.Es tan ilusorio pensar que los ecosistemas permanecerán impasibles ante una modificación antrópica, como creer que comeremos más y a menores costos, si prescindimos del actual paquete tecnológico agrícola.

En los últimos años nuestro país ha definido un proceso de agriculturización polarizado hacia el virtual monocultivo de la soja, proceso que aunque es conducido bajo la modalidad de siembra directa (tecnología conservacionista de suelo por excelencia) lleva implícito el uso de agroquímicos y fertilizantes químicos, hecho que unido a la escala territorial en cuestión, hace que un pequeño desmanejo en uno de éstos eslabones pueda generar impactos medioambientales de importancia, como por ejemplo, el riesgo fitosanitario ante la aparición de alguna enfermedad o plaga y la extracción progresiva y selectiva de nutrientes, éstos últimos generalmente no considerados a la hora de negociar los arrendamientos.
Las resultantes de este proceso fueron un altísimo incremento de los ingresos de un sector de la sociedad y de las arcas del estado, en menoscabo del exacerbamiento del histórico éxodo rural hacia los grandes centros urbanos, la desaceleración de muchas de las economías de nuestros pueblos del interior (otrora motorizadas por las multiplicadoras actividades ganaderas) y el deterioro de la cultura del trabajo, no solo como consecuencia de los planes sociales cortoplacistas destinados a contener a los expulsados del sistema, sino también al ocasionar que se instale en el sector tenedor del recurso suelo la alternativa de vivir cobrando un arrendamiento oneroso a quien sí produce y que traba la práctica de reposición de nutrientes para conservar el recurso suelo.

Adentrándonos mas en el tema en cuestión (el uso de glifosato) quiero mencionar aquí que prácticamente todas las provincias cuentan con sus las llamadas "leyes de agroquímicos" las cuales tratan de normalizar la utilización de estos productos, pero a pesar de que en los últimos años se ha dado un progreso importante al respecto, no se visualiza en lo cotidiano una labor coordinada por parte de los sectores involucrados, hecho que muchas veces genera, justamente y ante hechos puntuales de mala praxis, confusión y aversión por parte de determinados sectores de la población.
En vistas de esa situación creo que hay mucho camino por hacer en cuanto a la acción mancomunada de municipios, legisladores, productores, profesionales (agronómicos y médicos), aplicadores, expendedores, entes de contralor oficial, medios de difusión, instituciones educativas, formuladores de productos y fabricantes de maquinaria agrícola, para que dichas leyes alcancen el objetivo final de promover la mayor y mejor producción de alimentos para toda la humanidad.
Sin dejar de reconocer que muchas aplicaciones de agroquímicos se efectúan en forma poco ortodoxa, con alto riesgo y sin prescripción profesional, considero que éste trabajo de acercamiento de las partes es fundamental para que el habitante común comprenda que el problema del glifosato va mas allá de la psicosis generada por el sensacionalismo de algunos medios de comunicación y muchas organizaciones ambientalistas y que nos exponemos a que se tomen decisiones desacertadas, las cuales una vez sancionadas, resultan de difícil de retorno hacia cauces racionales. Ejemplo de esto bien podría ser la prohibición del uso de glifosato.

Al respecto quiero mencionar aquí que si bien la mayoría de las propiedades ambientales declaradas históricamente por las compañías químicas acerca de éste herbicida (persistencia, bio acumulación y toxicidad reducida) fueron corroboradas recientemente en nuestro país por el comité interdisciplinario del CONICET y por la EPA, es importante recalcar que determinados aditivos que acompañan a las formulaciones sí pueden resultar de consideración toxicológica e incluso, con mayores efectos deletéreos que el mismísimo principio activo.

Por otro lado, cabe también observar que este herbicida, si bien es el principal producto liberado al ambiente, es solo uno más de la gama normalmente utilizada en la producción y que existen otros principios activos que revisten mayor impacto desde el punto de vista eco toxicológico, que general e inexplicablemente no son tenidos en cuenta a la hora de analizar el tema.

No obstante ello, es importante observar que si bien es creciente la tendencia histórica de ofrecer más y mejores alternativas de control de plagas con productos de menor riesgo toxicológico y ambiental, es necesario intensificar los esfuerzos de extensión en esa línea para que el productor los incorpore en su accionar cotidiano y vaya sustituyendo las alternativas tradicionales, aunque a priori parezcan de mayor costo.
No quiero terminar este aporte sin observar que la mayoría de los principios activos cuestionados al sector agropecuario son los mismos que utilizamos en forma cotidiana en cada uno de nuestros hogares (a concentraciones mayores) y que son éstos los principales causantes de la mayoría de los cuadros declarados por especialistas de los principales hospitales de urgencias del país, hecho que rebate muchos diagnósticos médicos y actitudes que se viven en nuestras localidades y exacerbadas por algunos medios de comunicación.
Debido a la altísima relevancia que reviste este tema para Argentina (que espero haber expresado en estas pocas líneas), sería prudente y deseable que nuestro gobierno intensifique las líneas de investigación iniciadas (evitando cualquier tipo de sesgo) e incremente los actuales controles en cuanto al cumplimiento responsable por parte de todos los actores del sistema, antes de tomar decisiones precipitadas y de consecuencias impredecibles.
En definitiva, más allá del agroquímico de turno que en cada momento esté bajo la lupa de la sociedad (el "mosquito"), es importante no perder de vista que los sistemas productivos (los "camellos") deberán evolucionar siempre hacia la mayor productividad con el menor costo ambiental posible, esto es, llevado a cabo con el mayor esfuerzo y compromiso de cada uno de nosotros dentro de las normativas vigentes y si éstas, una vez cumplidas no alcanzaran, modificarlas racional y no visceralmente, ya que se estarían quemando etapas en imprudentemente y con consecuencias poco predecibles.
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Alejandro Gorgni
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Daniel Roberto Ali
Universidad Nacional de La Pampa - Argentina
27 de julio de 2011
Es todo muy razonable, solo que la economía empuja a otro lado, ya estamos calculando cuanta agua nos implica el suelo enmalezado y/o el desnudo, contra el que tiene mucha cobertura vegetal muerta encima (rastrojo o barbecho negro); y cuando vale cada milímetro de agua; en función de cuantos milímetros de agua, se necesitan por kilogramo de producto. Y que implica esto, sobre los precios del producto y las respuesta del mercado. Y se termina sobreviviendo, tratando de vivirmejor; con mayor uso de agroquímicos
Daniel Roberto Ali
Universidad Nacional de La Pampa - Argentina
2 de septiembre de 2010
Así es colega Sergio, en general se manejan todos los productos con mucha desaprensión, se aplican a veces tratando de eliminartodo, cuando productivamente es innecesario y se causan problemas que solo se advierten a largo plazo.
viviana gonzalez
3 de junio de 2015
Hola a todos! Estoy llevando a cabo un emprendimiento acerca del uso y mezcla de agroquímicos. Queremos crear una herramienta de uso gratuito que de recomendaciones de uso online y en tiempo real. Les agradecería mucho si pueden ingresar al siguiente link para acceder a una encuesta para entender mejor las necesidades del productor. SON SOLO 5 PREGUNTAS Los resultados serán publicadas en nuestra página www.facebook.com/agrofinger Muchas gracias! --- Por favor difundir para poder contar con un número importante de respuestas. Para responder click en: http://goo.gl/forms/6GDRCwTM82
Oscargabrielferreirafrutos
Oscargabrielferreirafrutos
27 de julio de 2011

El uso del glifosato en America Latina amerita un estudio mas profundo del tema, una cosa muy importante que tendriamos que tener en cuenta es del sistema de produccion que estamos desarrollando, no se si mi opinian sea la correcta pero con este sistema no estamos desertificando nuestros suelos digo esto porque la practica del sistema de conservacion del suelo se esta perdiendo, aca en mi pais paraguay el sistema de rotacion de cultivos casi no se practica, mas la balanza esta inclinado hacia el monocultivo esta semana pude leer un reportaje que se iso en la Argentina que decia en la misma que con la practica de monocultivo que se realiza en ese pais daria el resultado de la desertificacion del suelo en aproximadamente de 15 a 25 años, no se si la informacion sea correcta, pero si es correcto no es alentador. Seria bueno analizar en conjunto y seriamente el sistema de produccion que estamos practicando y todo el paquete que estamos utilizando para la produccion ya sea semillas modificadas geneticamente el glifosato, insecticidas, funguicidas etc..

Claudio Benitez Palazzesi
Universidad Nacional de Rosario - UNR
5 de noviembre de 2010

Aprovecho para aclarar un par de temas relacionados a la aplicación de glifosato en zonas periurbanas, en la Provincia de Santa Fe, hoy en dia la ley 11273 no prohíbe la aplicaciones de fitosanitarios, no se han aprobado las modificaciones impuestas en la Cámara de Diputados y aparentemente en Senadores no sera ratificado.

Como consejo, a los productores y vecinos dirigirse a las municipalidades y comunas, ver las reglamentaciones y ordenanzas comunales, ya que es muy probable que cada municipio cuente con un ingeniero agrónomo que esta a cargo del control de las aplicaciones, en especial relacionados a principios activos, dosis y calidad de aplicación en lo referente a buenas practicas agrícolas de aplicación.

Saludos cordiales.

Claudio Benitez Palazzesi
Universidad Nacional de Rosario - UNR
19 de octubre de 2010
Comparto la produccion organica es cara y no es facil, principalmente a las trabas que generan empresas certificadoras a la hora de realizar la trazabilidad de los productos asi comercializados. Un producto orgánico en ARGENTINA es un producto de calidad diferencial adquirido por los estrato sociales mas altos debido a la ausencia de pesticidas y patógenos. La trazabilidad y la certificación de los productos orgánicos es cara y engorrosa. Aunque es de notar que los márgenes de rentabilidad permiten igualar y en muchos casos superar la produccion tradicional. Recomiendo que visiten la página de MAPO en la web agrupa a todos los productores orgánicos de la Argentina. Una alternativa es producir alimentos ecológicos que si bien se caracterizan por producirse sin el uso de pesticidas no puede denominarse orgánicos porque no estan certificados. Para ello es un ejemplo Agricultura Urbana de la Municipalidad de Rosario. La produccion de especialidades no transgénicos como maíces colorados, de alto valor de aceite y lisina, soja no Transgénica de alta proteina y ultra bajo linoleico, girasol confitero y alto oleico, cebada cervecera y colza, para consumo humano, o exportación a USA Japón y China son ejemplos de produccion sin pesticidas en forma extensiva. LA hacen ingenieros Agrónomos muy instruidos en el manejo de los cultivos, manejo integrado de plagas, que son verdaderos ingenieros porque usan el ingenio para producir sin contaminar ni contaminarse. Para obtener informacion consultar a INTA General Villegas en Argentina, INTA San Pedro, o en el mejor de los casos al EMBRAPA que tiene mas experiencia y las condiciones agroecológicas son muy parecidas. Traigo esto a modo de ejemplo, existen a nivel mundial muchos sistemas integrados de produccion conservando el medio ambiente.
Claudio Benitez Palazzesi
Universidad Nacional de Rosario - UNR
18 de octubre de 2010

En Argentina se han hecho estudios donde se ha demostrado que el glifosato no es tóxico por que la DL 50 es muy alta, y es cierto porque interfiere una ruta metabólica que los seres humanos no tenemos porque si la tuviéramos tendríamos cloroplastos y podríamos producir aminoácidos esenciales que no los producimos, dependemos de las plantas para incorporarlos.

Pero los tensioactivos responsables de lavar la capa de ceras altamente hidrofobicas de las plantas son peligrosos. Estudios hechos por CREA y Satorre tal vez el mejor ingeniero Agrónomo que escuche, asi lo dicen. Todos los problemas generados por el glifosato estan asociados al uso en zonas donde no se debería usar, es por ello que en Argentina se ha prohibido el uso en zonas periurbanas distantes entre 300 y 500 metros según la ley provincial.

Estableciendo el sitio de uso y la correcta forma, si lo aplican con 3000 litros de agua lo único que va a hacer es bajar la efectividad porque todos los herbicidas estan formulados para ser aplicados en caudales de 80 a 100 litros siendo los caudales mas bajos los asociados a las mas altas eficacias de control.

Jorge Antonio Mendoza
17 de octubre de 2010

Estimado Nelson Angel Gomez:

muy interesante y lúcido lo suyo. Aparte le recomiendo usar menos cantidad de agua en la aplicación de glifosato, nosotros en la región pampeana Argentina, más precisamente al sudoeste , utilizamos entre 28 a 30 litros/ha con excelentes resultados utilizando boquillas 110 - 010 o 110 - 015, con esto logras que la gota este mas concentrada y al ser más finas la penetración en el objetivo es mayor, con presiones de 2 a 2,5 kg/cm3 la deriva es mínima con equipos terrestres. También con esto podés bajar la cantidad de activo por ha., pero no recomiendo dosis porque no conozco la zona, pero la técnica la podes probar, si aún no lo has hecho.-

Saludos, Jorge

Jorge Antonio Mendoza
17 de octubre de 2010

Respecto al glifosato y otros insumos que se utilizan en la Agricultura, en el siglo XXI, ésta es una industria y como tal contamina, puede ser mas o menos según la técnica que se aplique. La Agricultura orgánica es muy improductiva, así lo que se hace se produce unas pocas has. y como la producción no alcanza se completa con la tradicional y todos los organicos quedan contentos.-

Alvaro Nelson Angel Gómez
15 de octubre de 2010

Como dice el Ing. Agrónomo Alejandro Gorgni, el manoseo del Glifosato en Argentina es el mismo que utilizan ciertas ONG medioambientalistas con oscuros intereses creados que atacan a nuestro gobierno colombiano por la su aplicación indiscriminada en contra de los cultivos ilícitos. Tanta algarabía por el uso de un producto fitosanitario de altísimas prestaciones que ha venido a solucionar a nosotros los agricultores un problema como es el control de malezas o arvenses como lo denominan los pseudo ecologistas.

Es muy bueno aclarar que todos estos escándalos que forman estas malintencionadas ONGs, más ciertos grupos ecologistas, se deben primordialmente a la ineptitud algunos de los profesionales del campo, más específicamente los agrónomos, porque algunos se mimetizan con el cuento de que lo que aprendieron en la universidad con eso les basta y le sobra. Otros no se toman la molestia en investigar sobre algún químico y cualquier personaje dijo que el glifosato es lo más peligroso, entonces le creen sin más ni más.

La culpa de esto, ha sido que los agrónomos no se han tomado la molestia en aprender más y si tienen los conocimientos, no se han tomado la molestia en enseñárselos a los agricultores. Es sorprendente ver los altos volúmenes de mezcla por hectárea para controlar malezas, parecen que fueran a extinguir un incendio forestal. Hablo de volúmenes de mezcla del orden de los 300 a 600 lts/Ha., cuando en Colombia, en algunas partes se hacen aplicaciones de máximo 60 lts./Ha., utilizando puntas aspersores (boquillas) de muy baja descarga. En estas condiciones, las posibilidades de contaminación son muy escasas.

Como dice el ing. Gorgni, falta una política de enseñarle a todos los responsables de estos malos entendidos técnicos como son los agrónomos, los técnicos, los médicos y otros, los sistemas de aplicación de estos productos. Recordemos que la población humana está creciendo permanentemente y es necesario producir más alimentos con menores costos sin afectar el medio ambiente. Comparto la misma opinión del Ing. Agr. Gonzalo Prada, aún estamos a tiempo para corregir errores del pasado en estos temas.

He de recordarle a algunos panelistas, con el cuento de lo orgánico es sano, lo químico es peligroso. Pues les tengo malas noticias, porque lo orgánico SI ES QUÍMICO, todo en la naturaleza es químico, cada uno de los seres vivientes en este hermoso planeta es proceso químico, caballeros, pongan los pies en la tierra, y preocupémonos más en desarrollar sistemas de agricultura que permitan excelentes producciones sin afectar al medioambiente.

Ricardo Pineda Milicich, dice lo siguiente: Todas y cada una de las reacciones de los procesos metabólicos, de cualquier ser vivo, son reacciones químicas…. bioquímicas si se quiere, pero químicas en esencia. Hasta aquí por lo menos está lo comprobado, sin entrar a especulaciones de si el pensamiento o los mismos sentimientos sean resultados de reacciones químicas, como ya sostienen algunos. Cualquier ser vivo, que eche raíces, que se arrastre, que camine en dos u ocho patas, o que vuele, etc., todos, materialmente, no son otra cosa que un reactor químico. La absorción de los nutrientes por las raíces de las plantas, la digestión de los animales, la purificación de la sangre en los pulmones, y para no tener que seguir enumerando ejemplos, la fotosíntesis, el milagro que permite la continuidad de la vida en la tierra, no son otra cosa que puras reacciones químicas. Bio-físicoquímicas si se quiere, pero químicas en esencia.

Y para terminar, a nuestro amigo Alberto Van Schip, amablemente lo invito a Suramérica para que ayude a algunos agricultores a controlar malezas con medios mecánicos como usted lo hace, y le informo que el estiércol producido por el ganado vacuno, aviar, equino, etc., produce metano que es uno de los principales causantes del deterioro de la capa de ozono además de problemas.

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